Llegar a Mendoza es un placer inexplicable. Ya sea por mi cultura vitivinícola o por el recorrer esa magnífica provincia que jamás me ha defraudado. Esta vez quiero llevarlos de visita al Gran Hotel Villavicencio ya que por estos días se dijo que se construirá un Hotel más moderno junto al actual. Saliendo desde la ciudad de Mendoza, ya sea en auto o en micro, se recorre la ruta 52 pasando por el Monumento Canota.
El martes pasado, 13 de Abril de 2010, el jugador del club Témperley Sergio López convirtió un gol olimpico. A los 35 minutos del Segundo tiempo derrotó la valla defendida por el arquero Marcelo Bangert del Club Brown, decretando la victoria de su equipo por 1 a 0, en un partido correspondiente al campeonato de Primera división B de la Argentina.
Según el Diccionario de la Real Academia española, “Gol olímpico” es un argentinismo y se define como: “En el fútbol, el que se realiza mediante un saque de esquina y sin que la pelota toque en su trayectoria a ningún jugador”.
Si, se trata de un invento argentino, ya que el primer gol olímpico lo hizo el futbolista argentino Cesáreo Onzari, en el partido amistoso en el que Argentina derrotó a Uruguay por 2 a 1 en la cancha de Sportivo Barracas.
El gol se llamó olimpico porque el arco derrotado era la del campeón olimpico, Uruguay.
A continuación les ofrezco una listado de goles olimpicos hechos en la argentina, ordenados de manera cronológica.
Haciendo click en la fecha de cada gol (las que están pintadas de otro color) se puede ver el video del mismo.
En la primera plana del 13 de abril de 1955, el diario publica una de las noticias más esperadas de la década del 50, la confirmación de la eficacia de la vacuna de Jonas Salk contra la parálisis infantil. Para todos aquellos que rondan los 60 años, seguramente habrán quedado impresos en su memoria los temores maternos ante los serios brotes de poliomielitis que se sucedieron en el país a mediados de los años 50, con su terrible secuela de muertes, malformaciones y sufrimiento sin límites. Recordarán también a los vecinos organizándose para limpiar baldíos de barrio o pintar con cal los árboles, a la reiterada y sombría utilización del término pulmotor al referirse a tal o cual niño enfermo, o a la sospecha de que el simple faltazo del compañerito de escuela, del amigo, a lo mejor se convertía en una ausencia definitiva. Para todos aquellos, entonces, que vivieron con zozobra esos díficiles tiempos, remembramos una de las rarísimas ocasiones en que el periodismo pudo dar buenas noticias en tapa y traer alivio y consuelo a muchas madres y tranquilidad a muchos hogares afligidos.
La semana pasada visité la muestra Luthiers artistas e inventos de Andrea Knight y Silvana Segú. Conversando con Andrea Knight me decía lo siguiente: “El proyecto de la muestra comenzó con el encargo que me hizo Notorious, que recién se inauguraba. Pensé al instante en fotografiar objetos que se relacionaran con la música pero que tuvieran alguna particularidad.
Así encontré la forma de mostrar estas maravillas creadas por inventores. En algunos casos, luthiers, en otros, gente que alguna vez tuvo una idea brillante y la pudo llevar a cabo. Cada instrumento tiene una historia. Mi idea es hacer con las fotos que estaban en la muestra más las que sigo haciendo en estos tiempos (esta semana voy a hacer 2 más), un catálogo de instrumentos raros, hechos por luthiers profesionales, que son tocados por músicos. Instrumentos con todas las letras”. La muestra se puede ver hasta el 5 de mayo en Herminia Infusiones, avenida Santa Rosa 1727, Castelar. Seguir leyendo
Muchos tenemos en nuestra memoria alguna plaza, algún parque que nos recuerda a nuestra infancia. Este es el mío.
Desde chiquita visitaba el parque en distintas ocasiones o días, pero lo que más recuerdo son los sábados cuando iba sola con mi papá, porque mi mamá trabajaba. Siempre lo recorriamos como una especie de ritual que difícilmente cambiábamos.
Lo primero era mirar la hora en el reloj de sol, después la fuente de los sapitos. Cruzar el parque por el centro, acercarse a mirar el natatorio, la glorieta, las arboledas.
Foto de Luis Zoppi
Todo el paseo vivido con todos los sentidos, cada lugar tenía su olor particular, el ruido del viento o de las hojas al pisarlas, el frescura o el calor del sol según fuera una arboleda o un claro.
Llegando al otro lado: el postre. La calesita de Tatín, muchas vueltas y sortijas, tambien los juegos y el alquiler de una bici o un karting.
Ver Parque Chacabuco en un mapa más grande
Está ubicado entre la calle Emilio Mitre y las avenidas Asamblea, Eva Perón y Curapaligüe. Mucha gente a lo largo de las generaciones ha disfrutado del viejo Parque Chacabuco, el de antes de que lo atravesara la autopista.
Les acerco unas fotos de 1938 donde vemos las distintas partes del paseo y hasta la Iglesia de la Medalla Milagrosa…en construcción. Seguir leyendo
La historia se repite sistemáticamente desde el siglo pasado. La última muerte que enluta al fútbol argentino ocurrió hoy en los alrededores del estadio José Amalfitani (20 de marzo de 2011) y se trató de un hincha de San Lorenzo antes del partido contra Vélez identificado como Ramón Aramayo. El partido entre Vélez y San Lorenzo, por la sexta fecha del torneo Clausura, se suspendió a los siete minutos de juego por incidentes con los hinchas dentro del estadio.
Lista negra
El 14 de mayo de 1939 el fútbol argentino empezó a escribir su lista negra. Luis López, de 41 años, y Oscar Munitoli, de 9, murieron durante el partido entre Lanús y Boca, cuando la policía efectuó disparos luego de una pelea en una de las tribunas populares.
Similar al caso Munitoli fue lo que le pasó a Adrián Scaserra (14 años), quien falleció el 7 de abril de 1985 en la tribuna visitante de Independiente en un partido ante Boca, en Avellaneda, por un balazo. O el caso de Fernando Blanco (17 años), de Defensores de Belgrano, muerto el 27 de junio de 2005 luego de un partido contra Huracán. Seguir leyendo
El escritor y periodista Enrique González Tuñón (1901-1943) publicaba en la Revista Semanal La Nación del 19 de enero de 1930 su artículo “La cofradía de los buscavidas”, acompañado por estupendos dibujos de José Fioravanti. Entre el humor y la pena por los desheredados de un tiempo duro y áspero para los débiles (como fue el de la Gran Depresión), González Tuñón se apiada de toda una galería de “buscas” que poblaron por entonces las calles de Buenos Aires (cualquiera coincidencia con los tiempos actuales, es así, nomás). Se detiene especialmente en uno, que fuera su compañero de pieza. “Fue preceptor, periodista, autor dramático. –nos dice- Vivió siempre en una angustiosa pobreza y el hambre lo devolvió a su patria en un vapor de carga. Allí murió de consunción”. Sin saberlo, González Tuñón compartiría ese trágico destino con su compañero de pieza, ya que el también moriría de tuberculosis en Cosquín, Córdoba, en 1943.
Muchas veces sentimos que la historia es algo ajena a nosotros. Sin embargo los detalles, anécdotas, sensaciones y emociones nos logran acercar a ella. Y de repente sentimos que todo hace un vuelco.
Un ejemplo de ello fue cuando Ricardo me preguntó si conocía la historia del avión Gloster Meteor que cayó en Castelar en 1958.
El 10 de marzo de ese año, a las 11.45, su suegra, Catalina Mena, estaba en su casa cuando tocó el timbre el cobrador de la luz, fue a buscar las llaves para salir a pagarle, en eso se escuchó una violenta explosión, el avión de combate se había precipitado a tierra causando una verdadera tragedia y, cuando ella volvió a asomarse por la ventana, el cobrador ya no estaba y nunca más se supo de él… sólo había restos metálicos quemados y esparcidos por toda la cuadra, el motor del avión apareció en la otra esquina, además del material bélico que llevaba, municiones y bombas.
Cuando fui a sacar esta foto en donde cayó el avión, grande fue mi asombro al descubrir que allí vive actualmente un amigo de mi hijo.
En su edición del 16 de Abril de 1912, el diario dedicaba un destacado espacio a una de las grandes tragedias del siglo XX: El hundimiento del buque transatlántico Titanic.
La noche del 14 de abril de 1912, durante su viaje inaugural, el Titanic chocó contra un iceberg. a 600 millas de la Isla de Terranova, Estados Unidos y se hundió en las primeras horas del día 15 de Abril de 1912
El siniestro se cobró la vida de 1.517 pasajeros de los más de 2.200 que viajaban a bordo, lo que supone uno de los peores desastres marítimos
La Nación apuntaba que en el naufragio había 2.500 víctimas y señalaba que: “A media noche alternaban los despachos tranquilizadores y otros informando de rumores pesimistas. Se hubiera dicho que la magnitud dolorosa que ha asumido la catástrofe vacilaba en llegar a imponerse con definición irreparable a la expectativa angustiosa del mundo. En resumen, una noticia nefasta”.
Fotografía Archivo Hulton Deutsch
En su edición del suplemento dominical del 4 de junio de 1933, La Nación presentaba a toda página un extenso artículo firmado por el sólido crítico teatral Octavio Ramírez, titulado “Vedettes”, ilustrado por una galería de bellos rostros de entonces que iban desde la legendarias (bellas piernas mediante) Mistinguett hasta la exótica Josefina Baker o la aventurera Perla White.
Curioso resulta hoy (tiempo, sin duda, de vedetongas de otra jerarquía) leer la definición del término vedette acuñada por el propio Ramírez, que afirmaba categóricamente: “Pero la “vedette” es siempre una figura más rutilante, más deslumbrante y más suntuosa. Producto de civilización refinada y de gran capital, su fama escénica va siempre aliada a su cartel mundano, de lujo, de joyas, de pieles, de millonarios y de príncipes.” Seguir leyendo