El 11 de septiembre de 1888 murió en Asunción del Paraguay Domingo Faustino Sarmiento. Sus restos fueron trasladados a Buenos Aires para su descanso final el 21 de septiembre de ese año. Esa fecha fue elegida como el Día del Estudiante.
El día 22 de septiembre de septiembre de 1888, LA NACION no se publicó.
La imprenta del diario se ocupó en la edición de un número único: La Prensa Argentina. Homenaje a la memoria de Domingo Faustino Sarmiento
SERIE: LO QUE NO FUE. LOS PROYECTOS QUE SE QUEDARON EN EL CAMINO
Según cuenta la leyenda…lo que se puede leer en las notas recortadas y archivadas…década tras década…en 1950 comenzaron las obras para la construcción de un edificio destinado a ser el Hospital de Niños y de epidemiologia infantil.
La ubicación elegida era inmejorable. Frente al Hospital Alvear y cerca de la estación ferroviaria y de subtes Federico Lacroze. El moderno policlínico se iba a erigir en un predio de 19 héctareas delimitado por las calles Warnes, Chorroarin, Avenida de los Constituyentes y las vias del Ferrocarril Urquiza, en el barrio de La Paternal.
La noche del 30 de octubre de 1957 fue una muy especial para los numerosos (y conocedores) fanáticos del jazz de la Argentina.
Frente a las puertas del teatro Opera, sobre la avenida Corrientes, una multitud enfervorizada pujaba por acercarse al vehículo en el que llegaba a la sala el gran Louis “Satchmo” Armstrong junto a su conjunto, The All Stars.
A duras penas Satchmo y su gente logró zafar del apretujón de los fans (que parecían haber perdido toda formalidad) y hacerse camino rumbo a la sala, donde a las 21 horas estaba anunciado el inicio de la función, y los músicos serían presentados con su habitual solvencia por el inolvidable “peruano parlanchín”, Hugo Guerrero Marthineitz.
Seguramente, el ataque a las Torres Gemelas es uno de los hechos más dramáticos del nuevo siglo. Un acontecimiento bisagra que hizo cambiar la historia en direcciones inesperadas, marcando el tono de angustia y miedo que caracterizó a toda la primera década del siglo XXI.
En muchas ocasiones hechos importantes del siglo XX , como la llegada del hombre a la luna, la muerte de Kennedy, la Segunda Guerra mundial, etc, fueron relatadas por nuestros padres y abuelos. Recordaban de qué manera habían recibido esas noticias: en su casa, en la calle o trabajando.
80.000 almas vibraron este sábado en Junín, para ver al Indio Solari. La misa ricotera en plena fiesta. ¿Cómo se generan estos encuentros? 1500 micros llegan de todos puntos del país. Hay gente que va una semana antes del recital. Algunos lo toman como parte de sus vacaciones. Llegan en bici, en auto, en moto, en micro, caminando. No se preocupan por cómo llegar, sino por estar. Escuchar esa música que les llena el alma. Ver a ese ser que para ellos es superior. Se tatúan su cara, se afeitan la cabeza. Visten remeras negras con su rostro. Todos se unen en cierta forma. Con sus distintos matices. Convirtiendo en una fiesta donde todos se sienten compañeros y acompañados.
El afán de difundir el arte y la cultura a través de la radiofonía llevó a un grupo de visionarios argentinos a realizar el 27 de agosto de 1920 la primera transmisión radial programada en nuestro país. El esfuerzo y la intuición de Enrique T. Susini y sus amigos logró irradiar desde una azotea lindera al teatro Colón la ópera Parsifal que en esa sala se representaba. Sólo habían pasado dos años desde la noche de Parsifal y el interés del público crecía con las transmisiones desde el Colón, el Coliseo y el Cervantes y también con conciertos individuales. Aparecieron amplificadores y hasta bocinas, y durante la temporada de 1921 y 1922 la audiencia se multiplicó. A mediados de 1923 aparecieron Radio Sud América y Radio Brusa y en la misma época Radio Cultura. Por décadas emisoras argentinas comoRadio Belgrano, Radio Splendid, El Mundo, Excelsior, Rivadavia, Radio Argentina, entre otras, se destacaron por la calidad de sus programas y por la agilidad de su conducción.
De allí en adelante el lenguaje radiofónico nacional no dejó de crecer y de favorecer la interacción con el público con verdadera vocación de servicio. La radio, siempre al alcance de nuestros oídos.
Este fin de semana fui a recorrer la Megamuestra por los 190 años de la UBA. Empecé mi recorrido en la Manzana de las luces, donde el 12 de Agosto de 1821 se fundó la Universidad de Buenos Aires, en la Iglesia deSan Ignacio.
Tenía mucha curiosidad por recorrer los túneles de la Manzana. Saqué turno para poder realizar la visita guiada. A lo largo de la charla me enteré que los mismos fueron pensados como una defensa para refugiarse de los malones. Aunque el principal fin seguramente debió ser el de permitir el contrabando. En aquel entonces Buenos Aires solo podía comerciar con España. Los túneles se descubrieron en 1912, cuando se produjo el hundimiento durante la construcción de una sala de dibujo, en la sala de Arquitectura.
Sala de Representantes. A partir de un pequeño grabado fue que se logró reconstruir. En ella Bernardino Rivadavia, juró como presidente y Juan Manuel de Rosas, asumió como gobernador. Funcionó luego como Consejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires y posteriormente como Aula Magna de la Facultad de Arquitectura, hasta 1972.
Terminé la visita y fui al Colegio Nacional Buenos Aires. Donde pude descubrir el Solar de La Ciencia. Allí conocí aClementina la primera computadora que llegó a Buenos Aires. Medía 18 metros , no tenía monitor ni teclados. Para hacerla funcionar se tardaron varios meses.
Me detengo a observar este Mapping realizado en el Patio Principal.
Sigo caminando, todo me sorprende . Me falta tiempo para recorrer todos los stands. Pude aprender cómo se separan las proteínas del huevo modificándose si le agregamos vinagre u otra sustancia. Qué sucede con los edificios en un terremoto. Cómo se arma un robot, que pasa cuando hay arsénico en el agua, y como se detecta.
Se hacía tarde y sin duda me hubiese gustado quedarme al recital deKevin Johansen. Muchas personas hacían la fila par poder escucharlo.
Dejo atrás El Colegio Nacional de Buenos Aires, la Iglesia de San Ignacio, el Patio de la Procuraduría de las Misiones y la Sala de Representantes, espacios que abrieron sus puertas a las miles de personas que como yo participamos de las actividades que se realizaban en las aulas, galerías, salones y patios históricos de la Manzana. Una verdadera fiesta.
¿Contame pudiste recorrerla?
Fotos gentileza Oscar Vázquez Paz y Archivo LA NACION
Cuando llegás a San Marcos Sierras la primera sensación es la de haber viajado atrás en el tiempo. Sus antiguos caserones pintados de vivaces colores al mejor estilo San Telmo sobresalen como un cuadro en donde las sierras hacen de fondo.
Claro, esta es una primera aproximación. La plaza principal, rodeada de mesas dispuestas en las calles para almorzar, cenar o tomar algo mientras algún músico lugareño hace de las suyas; la iglesia que conserva su estructura edilicia del 1700; y la Feria de artesanos en la calle que sale de la plaza, son como pinceladas que te ayudan a introducirte en el interior de la pintura viviente.
Ya a esta altura te sentís parte del todo y de la nada. Tenés muchas ganas de continuar avanzando hacia las profundidades de este paisaje que ya te atrapó.
Cruzando el Rio San Marcos, mientras te vas alejando del centro pueblerino, se aproxima algo especial, muy especial. Son los callejones de los túneles vegetales.
A los 74 años hoy falleció el Chango Farías Gomez. Desde aquel lejano Huanca Huá hasta los vanguardistas Grupo vocal Argentino y MPA, supo demostrar como nadie las posibilidades evolutivas de su música.
Cuando se le preguntaba que representa ser un artista el respondió:
“Un artista en un hombre público emergente de algo concreto, un personaje en le cuál se hace catarsis. De tal modo yo soy emergente de las necesidades que tiene mi país, porque soy un músico popular. No soy músico académico: interpreto la música a partir de un hecho intelectual. Lo mío es vivencial. La información proviene permanentemente de la gente, del público con el cuál convivo.”
Respetado en todo el mundo como un músico comprometido con los derechos sociales. Sin duda lo vamos a extrañar.
Los Huanca Hua se formó en 1960 integrado por los hermanos Pedro Farías Gómez y Chango Farías Gómez, Hernán Figueroa Reyes, Carlos Franco Terrero, y Guillermo Urien. El grupo revolucionó el modo de interpretar la música folklórica, mediante complejos arreglos vocales. Incorporando guitarras eléctricas.
Una ilusión, un juguete, un beso. Como lo muestran nuestras imágenes: espectáculos y festivales en hogares y en comedores infantiles, en centros municipales y en teatros, lugares de esparcimiento. Magos, payasos, disfraces y globos… copos de nieve y golosinas. Una vuelta en karting por las calles del barrio, en la calesita del parque de diversiones de moda (Italpark) o en bote (ya sea a remo o a pedal) por los lagos de Palermo. Al final del día bastará con un sorbo reparador de agua fresca en el bebedero de la plaza, después de un buen salto en el pelotero. El Día del Niño se celebró por primera vez internacionalmente en octubre de 1953, con la participación de 40 países. Al año siguiente, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el Día Universal del Niño como un día que se consagra “a la fraternidad y la comprensión entre los niños del mundo entero”. Sólo en 1975 ya habían celebrado este día 115 países, con lo que casi se había triplicado el número original. En 1959, las Naciones Unidas firmaron la Declaración de los Derechos del Niño. Caras felices dentro de la lista de las celebraciones populares. Los chicos, en su día, son los reyes de un domingo especial.