Fotografía gentileza de: http://viejosestadios.blogspot.com.ar/
Aquel domingo 10 de junio de 1934 sucedió un hecho inusitado. El clásico entre Gimnasia y Esgrima de la Plata y Estudiantes concluyó a los 16 minutos. ¿Qué había pasado? ¿Una tormenta se había desatado sobre la cancha del bosque? ¿Los hinchas tiraron proyectiles al campo de juego? ¿Algún fenómeno extraño impedía la continuación del partido? No. Nada de eso.