Aunque resulte curioso Ignacio Baliña tiene un auto de carrera en su casa. El mismo es un Fórmula 5. Pertenece a los llamados monoposto, es decir autos sin techo donde sólo hay un lugar para el piloto sin acompañante, que pueden alcanzar velocidades hasta 170 km por hora.
“En un comienzo la idea fue poder tener un auto de bajo costo. Para esto se comenzaron a utilizar los chasis que dejaban los kartings y los motores de las motos que habían salido campeonas y que tenían que ser renovadas.
Fue entonces cuando un grupo de mecánicos decidió juntar esos motores alargando los chasis y colocándoles suspensión en las cuatro ruedas.
De esta forma nace la categoría que pasa por todas sus etapas en motores de cuatro tiempos. Con marcas como Gilera, Ducati, Motobi, Honda y Zanella.
Hasta que en los 70 se decide que la motorización sea de dos tiempos. De esta forma la categoría pasa a ser escuela para mucha gente y les permite aprender los detalles de cómo construir su propio auto de carrera con muy bajo costo.“