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¿Por qué Archivoscopio? ¿Qué es el Archivoscopio? Simplemente un pasaje de ida y vuelta al pasado del diario, del país y del mundo, en los 140 años de la historia de La Nación.

En el Archivoscopio se podrán encontrar las grandes páginas (por su diseño, impacto periodístico, o simplemente, belleza), las primeras planas destacadas, así como los pequeños disparates, y hasta los bloopers (noticias que no fueron, o que nuestros cronistas interpretaron al revés).

Habrá lugar para las grandes firmas que publicaron en La Nación a lo largo de su historia (de José Martí a Chesterton, de Cortázar a Jean Cocteau), pero también para las pequeñas historias de la vida cotidiana, como la descripción de las “osadas” mallas de las bañistas del Balneario Municipal en los años 20.

Habrá lugar para galerías fotográficas obtenidas por los mejores fotógrafos del diario (que los tuvo y mucho en su historia, empezando por el gran maestro Juan Di Sandro) y para pequeñas imágenes de rincones de barrios de Buenos Aires y de las ciudades del Interior captadas entre los años 40 y 60, que solo quedan allí, además de en nuestra memoria y en la de nuestros lectores.

Textos, fotos, páginas, ilustraciones, que en definitiva, rescatan la rica tradición de un diario cuyo archivo se remonta a 1920, y que ahora pondremos (en forma seleccionada, por supuesto) a exposición del público, casi como mostrando las joyas de la corona.

También se verán magistrales imágenes en sepia que nunca se editaron en sección alguna del diario o sus suplementos, que durmieron por décadas el sueño de los justos en los viejos sobres de nuestro Archivo y que ahora rescatamos precisamente para los nuevos amigos del Archivoscopio, que tendrán el privilegio, así, de contemplarlas por vez primera.

Durante largas décadas solos los redactores del diario se aprovecharon (bien o mal) de este material rico y variadísimo. Ahora estará a la vista de los amigos que nos visiten de los más distantes y disparatados territorios digitales.

El Archivoscopio, por supuesto aceptará sugerencias y quiere establecer con sus nuevos amigos una relación de ida y vuelta y que esperamos no se detenga ya, sin solemnidad alguna ni paternalismo por parte nuestra.

El Archivoscopio, en definitiva, será un cofre de sorpresas, tanto para ustedes como para nosotros mismos.