Un polo gastronómico y patrimonial a pasos del Casco Histórico

Hay una ciudad secreta bajo la que transitamos los porteños cada día, esa que da cuenta de cómo Buenos Aires avanzó sobre sí misma en los últimos dos siglos. Los subsuelos de muchas propiedades del Casco Histórico y áreas protegidas linderas conservan bajo tierra testimonios de un pasado que pocos vecinos conocen, es el caso del renovado edificio de Bolívar 373, conocido como el antiguo Pasaje Belgrano.

Anclado en un floreciente polito gastronómico “patrimonial “, que en apenas dos cuadras concentra la nueva sede del Adorado Bar, la vinería Aldo’s con el Beboop Club, el Palacio Raggio, el edificio Otto Wulllf, el restó Y Venite, el Colegio Nacional Buenos Aires, la tradicional confitería Puerto Rico, el restaurante japonés Furaibo, la Librería de Ávila, el Museo de la Ciudad y la Iglesia San Ignacio de Loyola, entre otros espacios culturales), el terreno donde ahora funciona Casa Lepage Art Hotel perteneció originalmente a Martin de Alzaga, marido de la trágicamente fallecida Felicitas Guerrero.

Muerto de tristeza él, y asesinada ella en 1872 por un amante despechado, el predio en cuestión quedó en manos de la familia Guerrero, que al poco tiempo decidió levantar un conjunto de viviendas de renta unidas por un pasaje angosto con forma de L que entonces conectaba la avenida Belgrano con calle Bolívar. Hacia fines de siglo XIX se instaló en uno de sus locales la célebre Casa Lepage, de Henri Lepage, pionero de la industria cinematográfica argentina y autor de la primera filmación oficial, cuando en 1900 registró la visita al país del entonces presidente de Brasil, Campos Salles. En 1908 todo el conjunto fue adquirido por Max Glucksmann, pionero del cine nacional.

 la sala de exhibiciones de Casa Lapage

                                           vista lateral del frente

En 1923 sus nuevos propietarios, la compañía de seguros La Continental, le encargaron su transformación al arquitecto Alejandro Virasoro (referente local del estilo art decó). Quedó muy bien aunque perdió sus ornatos neoclásicos originales, pero al poco tiempo cuando ensancharon la avenida Belgrano medio edificio tuvo que ser demolido. En su lugar brotó una torre de departamentos, perdiendo el pasaje su salida por Belgrano.

Finalmente en 2004 la familia Cassará (que impulsó la recuperación de la propiedad que ocupa en Avenida de Mayo) adquirió la casa y encargó el proyecto a la arquitecta, Ana María Carrió.

Después y antes, vista del pasaje

Luego de una obra responsable y minuciosa que tomó casi diez años y tres excavaciones del terreno (en las que participó el Centro de Arqueología Urbana de la Facultad de Arquitectura de la UBA) el edificio está a punto de inaugurar como hotel temático con sala de exposiciones, terraza para happy hours en verano y restaurante de cocina peruana en la planta baja (muy recomendable).

En el acceso al pasaje se colocaron algunos solados transparentes que permiten apreciar la feliz convivencia de la obra contemporánea con las construcciones anteriores, además de haber sumado una pequeña colección de piezas halladas durante las tareas de remoción, desde lozas, juguetes, cacharros y otros objetos que pertenecieron a las familias que alguna vez vivieron ahí.

Desde hace unos meses se abrió un programa de visitas guiadas para quienes quieran conocer sus 400 años de historia. Los primeros 4 viernes de cada mes a las 19 comienza el imperdible recorrido por el edificio, experiencia que concluye con una cena por pasos en el restaurante peruano ubicado a la entrada del pasaje.

Las visitas (trilingües) son aranceladas y hay que inscribirse previamente escribiendo a visitasguiadas@pasajebelgrano.com.ar

Bolívar 373, San Telmo.

Conciertos gratuitos hoy en recuerdo de Aníbal Troilo

A comienzos de los años sesenta el poeta Julián Centeya bautizó a Aníbal Troilo como el “Bandoneón mayor de Buenos Aires”, algo que desde entonces los argentinos  asumimos como un dogma.

Hoy 11 de julio, a 102 años de su nacimiento, y a propósito del reciente Dia de la Independencia, hasta Google lo recuerda con un doodle obra del dibujante Liniers. Para muchos tangueros la figura de Pichuco encarna la esencia de esta ciudad y sus habitantes, es un símbolo que trasciende el tiempo, y cualquier explicación, algo que en términos borgeanos diríase que lo juzgamos tan eterno como el agua y como el aire…

Así lo describía Horacio Salas, hace unos años, en un párrafo de su libro El Tango:“Quienes alguna vez lo escucharon, quienes lo vieron, especialmente cuando la orquesta lo dejaba en la penumbra a solas con el fuelle, acaso digan, si pueden traducir aquellas sensaciones, que Troilo quedaba instalado en el misterio. En ese instante, cuando parecía que Pichuco soñaba mientras sus dedos regordetes se deslizaban por el teclado del doble A, se producía una corriente profunda que conjuraba un aleph. Allí convivían las historias ajenas con los propios recuerdos, las calles y los seres anónimos de la ciudad. Durante los tres o cuatro minutos que duraba esa magia estaban a su lado los protagonistas de los tangos. Acaso por ello Troilo no miraba a su público, o lo hacía con los ojos desmesuradamente abiertos, como en trance, sin ver a los fanáticos que lo rodeaban silenciosos, expectantes. “Ocurre que cuando toco el bandoneón estoy solo, o con todos, que viene a ser lo mismo” explicó alguna vez…

Hoy a las 20 hay un concierto en su homenaje en el Bar Los 36 Billares (Av. de Mayo 1265) donde se presenta el grupo Sciamarellla Tango y también a las 21 en Clásica y Moderna (Av. Callao 892) donde toca el Sexteto Maceira Esquina Escalada, todo con entrada gratuita. 

Salú, maestro!

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Los vecinos en pie de guerra por el antiguo Cine Urquiza

Los vecinos de Parque Patricios, cuna del arrabal porteño, están en pie de guerra desde hace varios años, cuando las topadoras llegaron hasta la puerta del antiguo Cine Urquiza con la intención de aplastarlo para dejar paso a una torre de oficinas. Su dueño original, un empresario que entonces había alquilado la planta baja de la propiedad a un supermercado chino y luego a una concesionaria de autos, intenta deshacerse del inmueble con el fin de levantar propiedades para comercializarlas, aprovechando que el Gobierno porteño declaró al barrio Distrito Tecnológico. El hombre está en su derecho, pero los vecinos también.

Fundado el 20 de mayo de 1921, el mítico Cine Urquiza fue, como tantos otros espacios barriales de Buenos Aires, un escenario histórico para la música popular, ya que grandes estrellas de nuestro firmamento como Carlos Gardel, Aníbal Troilo y Tita Merello, se presentaron en su escenario. Pero sobre todo en ese cine, que supo tener más de mil butacas, se proyectó la primera película sonora en Argentina, lo que duplica su valor patrimonial. Los vecinos nucleados en distintas organizaciones e instituciones lo defienden con uñas y dientes, pues forma parte de su propia historia, de la del barrio, es parte del paisaje urbano y emblema de un tiempo glorioso para el género rioplatense, incluso la construcción conserva detalles de la arquitectura ecléctica que caracteriza a la ciudad. Por eso esperan que sea declarado de interés público, para que luego el Estado local pueda expropiarlo, y recuperarlo. La Ley Nacional 14.800 permite demoler siempre que se mantenga la actividad cultural y la capacidad de butacas en un 90%, en otras palabras, dice que allí donde hubo un teatro o un cine, debe haber otro teatro, y otro cine. Pero la idea no es tirarlo abajo.

La situación es semejante a la del célebre Teatro Odeón que funcionó en Esmeralda y Av. Corrientes hacia 1891, construído con fondos aportados por el empresario alemán Emilio Bieckert. En 1991 durante la gestión del Intendente Carlos Grosso fue demolido y devenido hasta hace poco en estacionamiento para coches.

El gobierno de Carlos Menem eximió al propietario de la obligación de construir un espacio con fines culturales, pero mediante una acción de amparo presentada por el abogado Beltrán Gambier ante la justicia federal, la ley debió cumplirse. Hoy se sabe que ahi levantarán la Torre Odeón, un portento de vidrio con 38 pisos y una sala teatral en planta baja.

Torre Odeón,  Esmeralda y Av Corrientes (Dujovne-Hirsch & Asociados)

Los vecinos de Parque Patricios presentaron tres alternativas en la Legislatura Porteña, pero ante la ausencia del estado y la falta de respuestas volvieron a convocarse semanas atrás en un abrazo simbólico frente al edificio, y lanzaron una campaña para recolectar firmas.

Quienes quieran colaborar, solo hay que firmar https://www.change.org/elurquiza

Polémica por la restauración de la Casa Museo Carlos Gardel

Varias semanas atrás quedó inaugurada formalmente la puesta en valor de la Casa Museo Carlos Gardel, ubicado en la vivienda que el cantor le regaló a su madre Berta Gardes, en el barrio del Abasto, a principios del siglo XX. El notable y sorpresivo cambio que experimentó la propiedad de la calle Jean Jaurés al 700 alentó largas discusiones, cartas de lectores y críticas en los foros de proteccionistas y en las redes sociales, donde nadie parece estar conforme con el criterio aplicado en la intervención.

El cambio de aspecto es notable, sí, pero cierto es también que de la propiedad original quedaba poco y nada desde hacia décadas, solo la planta de esa tipologia “chorizo”, tan porteña. La primera gran transformación fue en 1973, cuando allí abrió una tangueria y los dueños de entonces no tuvieron peor idea que tirar abajo las paredes interiores para convertir el espacio en un único salón.

Carlos Gardel la había adquirido el 9 de junio de 1926. Ya era una estrella consagrada. Allí vivía su madre en forma permanente y él cuando estaba en Buenos Aires. Tras el accidente de Medellín, su madre siguió ocupándola hasta que falleció. Más tarde se vendió, y luego en 1973 alojó a la mencionada tanguería.

El Gobierno porteño se hizo cargo en 2000 para inaugurarla como museo en 2003, y hoy, 14 años después, la actual Dirección General de Museos decidió recuperar el edificio y adaptar su patrimonio a los estándares museológicos del siglo XXI.

 

Además de un nuevo sistema de iluminación por led en las salas de exposiciones, se la dotó de seguridad electrónica, cámaras, sensores de humo y alarmas, cloacas nuevas, se acondicionaron muros, el cielo raso y las carpinterías del acceso, además de los solados y la puerta de entrada. Pero sin dudas la novedad es el guión curatorial que ofrece otras aproximaciones a la obra de Gardel, ya que hace foco en los momentos de su carrera que coinciden con su paso por la casa, cuando había llegado al punto más alto y era un artista internacional.

foto FB Patrimonio de Buenos Aires

El patrimonio se distribuyó en cuatro salas de exhibiciones permanentes. Además de imágenes y objetos que le pertenecieron, se sumaron audios y proyecciones inéditas que los verdaderos fans sabrán valorar. De hecho los visitantes pueden escuchar la versión digitalizada de las más de 800 grabaciones que dejó y que permiten apreciar la progresión de su voz, también hay audios con las canciones de cuna que su madre le cantaba, aquí interpretadas por una soprano elegida por el parecido con su tono de voz. La sala de funerales emociona hasta las lágrimas. En la habitación casi a oscuras se proyecta un video inédito sobre los últimos momentos de su vida, cuando se despide de los amigos en el aeropuerto de Medellín y sube al avión que lo devolvería a Buenos Aires, luego, su multitudinario entierro en la Chacarita.

La casa ya no es la misma, claro. Más bien parece el lobby de un hotel boutique. Pero a algunos nos bastará con ver su divina sonrisa en el mural del acceso para hacer el ejercicio de abstracción y disfrutar lo que Carlitos nos dejó, su inimitable voz. Los miércoles de 11 a 18 hay entrada gratuita. No dejen de ir.

Tango, del ghetto a la milonga, en la AMIA

Injustamente relegados, casi siempre escondidos detrás de un seudónimo o perdidos entre la fila de instrumentos, la mayoría de los músicos de origen judío no alcanzó a brillar con luz propia en el ambiente tanguero local pese a que, tal como contaba Julio Nudler en su libro Tango judío (del ghetto a la milonga), en el circuito había menos antisemitas que en la sociedad argentina de aquellos años, entre 1910 y 1960. Sea por olvido o prejuicio, su ausencia fue notable entre los cantores y directores de orquesta, los cargos más relevantes de entonces. “Si querés cantar tango no podes llamarte León ni Zucker” dicen que le aconsejó el poeta Celedonio Flores al hermano mayor del fallecido actor Marcos Zucker, que debió rebautizarse como “Roberto Beltrán” para poder trabajar.

guapos de una única patria, el tango

En las últimas décadas hubo sendas publicaciones, como la de Nudler, además de peliculas y documentales de televisión que intentaron revertir aquel doloroso descuido rescatando la contribución de los inmigrantes judíos a la formación y crecimiento del género musical en Argentina. Pero nunca será suficiente, por eso mismo este jueves 29 de junio dentro del programa de actividades de difusión que lleva adelante el Instituto Argentino del Tango, y con el auspicio de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina) habrá una conferencia abierta para recordar y honrar a esas figuras olvidadas del tango.

Conducida por el historiador y escritor Ángel Herreros, durante el encuentro se repasará la historia del tango desde sus orígenes hasta la actualidad, exponiendo el aporte de los inmigrantes judíos y sus descendientes, revisando su desempeño empresarial y también artístico mediante la trayectoria de autores, compositores e intérpretes judíos. La cita es el jueves a las 19 en microcine de la AMIA, Pasteur 633. La entrada es libre y gratuita, hasta agotar la capacidad de la sala, antes escribir a cursos@amia.org.ar

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Una milonga china cumplió 10 años de existencia

Japón fue uno de los primeros países del Oriente que abrazó el tango, pero en los últimos años la población china a duplicado sus cuadros milongueros, de hecho una de las milongas tradicionales de Beijing acaba de cumplir 10 años de existencia. Esta linda nota realizada en la lejana ciudad asiática por Leticia Pogoriles, de la agencia Télam, da cuenta de como el 2×4 pegó fuerte en culturas tan distintas donde incluso muchos bailan sin saber exactamente qué dicen las letras. Aún así crece la cantidad de parejas chinas que se presentan en festivales y certámenes de todo el mundo, o que abren salones e inauguran academias en ciudades importantes. En las milongas de Buenos Aires ya no son noticia. Es natural ver a los orientales abrazados circulando al ritmo de Caló con Berón, por ejemplo, con los ojos cerrados y escuchando la música como pocos bailarines locales.

“La primera milonga fundada en China, el Club Ater, cumplió diez años y lo celebró el sábado por la noche en Beijing con una gran pista de baile, donde un centenar de personas demostró que el ritmo del 2×4 está más vivo que nunca y que cada vez más chinos se enamoran de la cultura del tango. Para celebrar este aniversario, la milonga -que funciona en Zi Zhuqiao, un barrio al oeste de la capital- se trasladó para esta ocasión al salón de un importante hotel de Beijing, donde las parejas, abrazadas, se movían circularmente por una pista, muy iluminada y cercada por espejos; otros, a la espera de su turno, se abanicaban mitigando el calor o tomaban vino mendocino, la bebida que le dio otra nota argentina a la velada “ dice la nota, que cuyas partes más sobresalientes compartimos más abajo:

Shirley Xu, la milonguera estrella de China

“El tango en China arrancó fuerte hace unos años, pero crece muy rápido”, contó a Télam, Ou Zhanming, conocido como “Gaviota”, periodista chino que vivió varios años en Argentina y es miembro de la Academia Nacional del Tango. “En 2013, cuando Beijing fue sede del Mundial de Tango, participaron una veintena de parejas chinas y, este año, en las semifinales, en Nanjing, fueron 110 y sigue creciendo. En 2011, sólo en tres ciudades chinas había clubes de tango y ahora hay milongas todas las semanas en 32 ciudades”, detalló.

El club Ater -Argentina Tango Dancers-, fundado en 2007, es el primero que se inauguró en China y actualmente organiza milongas dos veces por semana en Beijing a la que acuden, por noche, un promedio de 60 personas. Su fundadora es Daidai Li, una ex profesora de Química de secundario que un día, hace más de una década, conoció, de pura casualidad, a unos alemanes que bailaban tango. Gracias a esta globalizada triangulación, el flechazo fue instantáneo. “El tango me cambió la vida, mi pensamiento, todo fue mucho más positivo y quise compartir esto con los demás”, explicó Daidai, sobre el germen de su milonga, que hoy, además, es una “escuela en todo el país con muchísimos alumnos”.

“La fascinación china por el tango es el baile, el abrazo, es tocarse. En China, fuera del tango, no pasa, porque tenemos un espíritu muy tradicional y la gente no se toca, especialmente los solteros. Acá, una china soltera y linda abrazada a un desconocido sería increíble, excepto por el tango, que es una historia de amor de tres minutos”, definió Zhanming. Además, explicó el investigador, las canciones “son una ventana de la cultura argentina para conocer más a los porteños, las calles de Buenos Aires y su pensamiento. La gente se da cuenta que es una cultura y los chinos quieren saber qué están bailando”.

Gza Club Ater

“El consejero de Cultura de la embajada argentina en China, Juan Manuel Cortelletti, felicitó a la milonga por “difundir el tango” y entregó un certificado de apoyo que “acredita la trayectoria del club, la experiencia y la capacidad para enseñar el tengo de manera adecuada y tradicional”. “La escuela realiza una extraordinaria contribución a la difusión de la cultura del tango en China, a través de cursos, exhibiciones e invitaciones a bailarines argentinos. Ater ha despertado la afición por el tango en miles de habitantes de China y enseña la tradicional danza argentina de manera adecuada y con alto profesionalismo”, certificó el embajador en China, Diego Guelar, a través de un documento que se le entregó a su fundadora. 

La dupla Carreño-Ramírez, que baila en espacios porteños como Señor Tango y Esquina Carlos Gardel, son pioneros en hacer pie en China y, desde hace varios años, giran por los mejores escenarios del gigante asiático. “Vinimos en 2009 y veo que cada vez hay más gente que baila y más estudios que se abren. La gente se enamora de la música, de la danza, del abrazo, de la cultura y de la conexión y lo hacen propio”, contó él. Otra de las presentes fue Shirley Xu, célebre bailarina que salió tercera en el Mundial de 2014 y es una de las promotoras y activistas más potentes de esta danza en su país. Ex bailarina de ballroom, Xu, risueña, contó a Télam que su romance con el tango comenzó en 2009, cuando fue a un seminario en Beijing con argentinos. “Simplemente lo amé, sin razones”, dijo. “Me gusta la música y, aunque no entiendo bien las letras, tocan mi corazón. Cuando fui a Buenos Aires entendí que el tango está vivo y que es una expresión puramente argentina pero, también, es un puente”, sostuvo.

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La comunidad se une al reclamo de Juan Carlos Copes

Para quienes no lo conocen, Juan Carlos Copes fue el primer bailarín argentino que se propuso legitimar el tango danza en los principales escenarios del mundo. A fines de la década del 40 del siglo pasado, sin contar con sponsors ni subsidios ni más aliento que su convicción y su arte, acompañado por quien entonces era su pareja de baile, María Nieves Rego, se largó a conquistar Brodway. De ahí, no paró. Por su trabajo y dedicación se convirtió en el primer embajador que tuvo el tango de escenario en el siglo XX.

Sin embargo hoy, como muchas glorias del cine, la danza, la música y el arte local, al final de su carrera, Copes no consiguen el conocimiento económico que merece.
Hace unos días el canal Encuentro difundió un hermoso reportaje en el que recorre las vicisitudes de su vida y de su larga trayectoria. El documental refleja la memoria ágil y la lucidez de su ingenio, pero también el peso de los 86 años que, aunque físicamente no parece, están. A propósito de eso, recuperado de una reciente neumonía, Copes acaba de difundir en su perfil de Facebook el difícil momento que le toca vivir debido no solo por su salud precaria sino también el padecimiento por una deuda que se suma a las dificultades por las que atraviesa, ya que percibe una jubilación mínima. “Ya no bailo más. Estoy retirado. Mi salud es muy precaria y, día a día, tengo una batalla con la vida. La verdad es que tengo muchas dificultades para caminar. Estoy muy desmejorado y no tengo ganas de nada“, relató en su texto y recordó que desde hace dos años está retirado de los escenarios.

al Maestro, salud

 “Estoy enfermo y con una jubilación de diez mil pesos y un juicio a Tango Porteño (Metro S.A), de Diego Masser y Víctor Blanco (presidente de Racing). Desde el momento que me enfermé, los primeros días de agosto de 2015, nunca más me pagaron mis haberes, usando mi imagen y mi nombre en la puerta y en la marquesina durante diez meses” publicó en la carta que fue compartida por cientos de personas de la comunidad tanguera de todo el mundo: “Desde el momento que me enfermé los primeros días de agosto de 2015, nunca más me pagaron mis haberes, Me correspondían mis 10 meses de haberes y por el uso de mi nombre e imagen. Han pasado 2 años y seguimos igual, ahora con un juicio. Yo trabajé 6 años en ‘Tango Porteño’ y ellos no me lo quieren reconocer. Señor Víctor Blanco usted que ocupa un cargo público, ya que es presidente de Racing y está en la AFA, que lo vi sentado en la mesa de Mirtha Legrand diciendo que era el dueño de ‘Tango Porteño’, pague lo que debe. Si me hacen esto a mí que soy un mito del tango danza, que les espera a los demás…”.

La comunidad de artistas y amigos sensibilizados por su causa reclama que no solo se le reconozcan los haberes adeudados, sino también que el Estado le asigne una jubilación honorifica que le permita llevar una vejez digna. En este pais sabemos que sigue habiendo casos de beneficiarios que la perciben, sin merecerla. Copes es uno de los pocos que se ha ganado ese derecho, sin duda.

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Una visita a Chacarita en recuerdo de Carlos Gardel

A poco de cumplirse un nuevo aniversario de la muerte de Carlos Gardel este mes de junio, el Gobierno porteño dedicará dentro del ciclo de visitas guiadas un recorrido especial por el cementerio de la Chacarita con el fin de visitar la tumba del Zorzal y, de paso, la de otros ídolos del firmamento tanguero que yacen en la necrópolis más populosa de la ciudad, como el Polaco Goyeneche, Enrique Santos Discépolo, Agustín Magaldi, Aníbal Troilo y Julio y Francisco de Caro, entre otros.

Cuenta Germinal Nogués en su libro Buenos Aires Ciudad Secreta que el terreno ocupado por el cementerio (al lado hay otros dos, el británico y el alemán) equivale a cien manzanas, es decir, 10 hectáreas. La entrada principal (por Av. Guzmán ) fue diseñada por el gran arquitecto Mario Buschiazzo y, además de árboles añosos y vegetaciones varias, conserva obras de arte valiosas, entre ellas, una réplica de La Piedad de Miguel Ángel y piezas originales de los escultores argentinos Luis Perlotti, Troiano Troiani y Orlando Paladino. Respecto de su “edificios” temáticos posee 10.000 bóvedas privadas ubicadas en las cuatro manzanas del frente, más 105 panteones, 94.000 sepulturas y 350.000 nichos, eso según datos registrados una década atrás, cuando se editó el libro de Nogués.

Carlitos eterno Foto El Nuevo Herald

Valga la excusa del programa para darse una vuelta por la zona que, aunque suene a humor negro, está más viva que nunca desde que Palermo perdió su trono a causa de la saturación del espacio público y la decadencia de su paisaje urbano.

Distintos factores colaboraron para que la movida joven se fuera corriendo lentamente hacia las áreas vecinas, y así el barrio – cuyo origen quedó asociado a la desgracia cuando en 1871 la cantidad de muertos por el cólera obligó a fundar un cementerio en las antiguas chacras de los jesuitas- empezó a sacudirse el sino funesto. En 2011 la zona fue incluida dentro del Distrito Audiovisual y eso provocó una renovación natural de vecinos y comercios.

Hoy los millenials le llaman Chacatown, Chacalermo o Palermo Dead, y alberga teatros alternativos, galerías de arte, centros culturales, talleres de artistas y tiendas de diseño que conviven con espacios patrimoniales y gastronómicos históricos, pues Chacarita fue tierra de cantinas y bodegones familiares como Albamonte (Av. Corrientes 6735) y el mítico Bar Rodney (en Rodney y Jorge Newbery) donde van a zapar los rockeros pasada la medianoche.

Arte en las calles del barrio

La visita del gobierno porteño no incluye otros puntos que vale la pena conocer, como el famoso Museo Anconetani del Acordeón (Guevara 492) fundado por una familia de inmigrantes italianos afincados en el barrio hace un siglo y dedicados a fabricar y reparar estos instrumentos. Si les dan permiso, pidan subir a la terraza para ver el observatorio meteorológico propio que levantó el padre de la familia. A metros ya de la frontera con Colegiales está el Cine Teatro Regio (Av. Córdoba 6056), un bello edificio estilo neo Tudor construido en 1928 que hoy alberga la escuela de titiriteros del Teatro San Martín, pero en su escenario cantaron Carlos Gardel y Azucena Maizani, entre otros artistas.

Para cerrar el tour está el imperdible Bar Palacio o Museo Fotográfico Simik (Lacroze 3901), donde se puede tomar un rico café y apreciar la vasta colección de cámaras, desde las oscuras del principio del siglo XX a la mítica Leica. Otra imperdible visita merece la librería y restaurante Bistro de los Periodistas, un lugar para leer y comer rico (carta elaborada por el critico Pietro Sorba y tragos del bartender Carlo Contini).

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La Mélodie d’Alzheimer, o el poder del tango terapia

En los últimos años creció en Argentina y en todo el mundo la oferta de congresos y talleres destinados a investigar los alcances del tango como complemento de los tratamientos de pacientes que sufren Parkinson, Alzheimer, enfermedades psiquiátricas y trastornos cardiovasculares. Tan extendido está el concepto de la tango terapia que además de libros y publicaciones cientificas inspiró un documental, La Mélodie d’Alzheimer, dirigido por Anne Bramard y Julia Blagny, y que será proyectado en forma gratuita dentro del ciclo de la Alianza Francesa. Este proyecto interdisciplinario, musical, audiovisual y científico se propuso registrar los efectos sanadores de la música y la danza en las llamadas enfermedades neurodegenerativas.

La medicina le da cada vez más importancia a las múltiples virtudes tanto físicas como emocionales que provoca la danza rioplatense, en este caso, aplicada a quienes sufren Alzheimer. Las evidencias son notables. Bailar de a dos ayuda a mejorar la coordinación, estimula los sentidos, la memoria y las áreas motrices del cerebro, aportando además alegría y bienestar, palabras éstas que se multiplican en los espacios donde docentes y pacientes se integran en el abrazo. El documental retrata esa relación al tiempo que cuestiona el desconocimiento que existe en la sociedad e invita a los espectadores a reconsiderar la mirada sobre quienes padecen la dolencia. 

Con la participación de investigadores franceses y argentinos, el auspicio de ABB Reportages, Fundación Ineco, Universidad Católica Argentina, Servicio de Cooperación Científica de la Embajada de Francia y la cadena SOFITEL, la cita es este miércoles 31 de mayo a 18.30 en la Biblioteca de la Alianza, en Av. Córdoba 946 (las entradas se retiran en la recepción media hora antes del evento).

Luego de la proyección habrá un debate conducido por un grupo de especialistas y al finalizar la reunión los asistentes podrán participar de una demostración de Tango Terapéutico a cargo de Carolina Udoviko, coreógrafa y profesora de tango.

Buenos Aires ya tiene sus Campeones de Tango 2017

En 2014 formaba pareja de baile con Leonardo Ortiz cuando ganó el Campeonato de Baile en la categoría Milonga. Este año, Carla Rossi, (que entonces estaba a dos materias de recibirse de abogada) y su actual compañero de baile José Luis Salvo acaban de consagrarse Campeones de Tango de Pista Adultos y también de Milonga 2017, obteniendo un pasaje directo a la ronda final del próximo Mundial de Tango que se realizará en Agosto.

Campeones de la ciudad 2017 Gza Festivales de Buenos Aires

Cerca de 950 parejas participaron en las rondas de la reciente edición número 15 del Campeonato de Baile de la Ciudad que se celebró a lo largo de una semana en las diferentes milongas del circuito porteño, y que cerró anoche en la Usina del Arte con la consagración de cinco parejas de bailarines. José Luis Salvo y Carla Rossi (Tango Pista Adulto y Milonga), Oscar Brusco y Nina Chudoba (Tango Senior) Alejandro Lazzaro y Gabriela Gallese (Milongueros del Mundo) Diego Benitez y Roció Vargas (Vals) se llevaron los premios en dinero y el aplauso del público que en esta vez no alcanzó a llenar el auditorio de la Usina. 

La nota de color, los Campeones de la categoría Senior, Nina y Oscar, muy queridos en el ambiente milonguero.