Si el Indec fuera creíble habría una migración masiva a Capital Federal

 

Foto: Flickr /CC/ Proimos

El Gobierno suele invitar a los porteños y habitantes del conurbano a hacer las compras en el Mercado Central para bajar el costo de la alimentación. Pero es un mecanismo que no está disponible para la mayoría de la población del área metropolitana, que no vive cerca del mercado concentrador. Pero si el índice de inflación que elabora el Indec fuera real, no se entiende por qué no hay multitudes de santafesinos, puntanos y aún cordobeses mudándose en masa a la Capital Federal y los partidos del conurbano. O aunque sea haciendo excursiones de compras.

Si se mira la evolución de índices y otros datos oficiales, los salarios promedio al sector privado, excluido el agropecuario, suelen ser mejores en el área metropolitana. Y según el Indec, además la vida es mucho más barata.

Por ejemplo, según el índice provincial desde octubre de 2005 y hasta abril último el costo de vida creció 194% en Santa Fe y sólo 77% en Capital y los alrededores. Con muchos salarios de convenio que se renegocian con incrementos con alcance nacional, los habitantes de la ciudad de Santa Fe deberían estar absolutamente empobrecidos, porque las cosas allí serían mucho más caras que en la capital del país, como si se tratara de dos países diferentes. Dicho de otro modo, en Santa Fe el costo de vida se triplicó en seis años y medio.

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¿Habría podido ganar la elecciones el oficialismo en esa provincia si sus votantes hubieran podido comprobar que a menos 500 km y en una ciudad mucho más grande en el mismo período el encarecimiento fue de “sólo” el 77 por ciento? El triple contra menos del doble en el mismo lapso.

¿Habría perdido en la elección Daniel Filmus, el candidato a jefe de Gobierno de la Presidenta, en la Ciudad Autónoma si los porteños hubieran tenido semejante aumento del poder adquisitivo respecto del resto del país? Parece difícil.

En San Luis según las estadísticas provinciales el aumento del índice de precios fue del 98,5% entre enero de 2009 y abril último. La diferencia con los increíbles números del cuestionado Indec es enorme. El instituto que fue prácticamente intervenido y en el que se aplican metodologías y bases de cálculo que ni siquiera a las universidades nacionales se les ha permitido conocer dijo que en el mismo período los precios sólo aumentaron 34,6 por ciento. Ver datos

Para los santafesinos el incremento fue del 87,5% y para la medición cordobesa, del 50,4 por ciento.

Las diferencias entre las mediciones de santafesinos y puntanos con los números que promociona el Indec parecen similares a los que se registran con los elaborados por consultoras privadas, a las cuales Guillermo Moreno decidió perseguir penalmente para evitar que los difundan y que ahora son publicados por diputados opositores. La serie que divulga el Congreso muestra números mensuales que, en general, duplican a los que el organismo oficial divulga.

Si el Indec tuviera razón, pareciera lógico que aparecieran tours de compras, al menos de santafesinos y puntanos, para llegarse a la metrópoli y proveerse de todo, hasta de todo lo que quepa en la despensa familiar, para hacer pingües diferencias.

Pero si algo demuestra que los datos del Indec son poco confiables es que los precios de los supermercados para los alimentos en general no muestran diferencias ni siquiera cercanas a las de los índices en esas mismas ciudades.