Cinthia Fernández barrió a la Duquesa (y en su casa)

Hoy hay un menú muy variado y atractivo, desde el punto de vista periodístico, para los lectores de las ediciones digitales de los diarios españoles.

Han pasado -y siguen produciéndose- acontecimientos que dan lugar a análisis en distintos niveles, sobre los temas más variados… más allá de que algunos de ellos provoquen una gran angustia.

A juzgar por las portadas de esos medios, hoy los temas más destacados son, entre otros:

 

1) La explosión del movimiento de “indignados” en diversos puntos de EE.UU..

2) El debate sobre la obra del escritor Tomas Tranströmer, a quien ayer le concedieron el premio  Nobel de literatura

3) La intriga por la herencia del poder y el futuro de Apple tras el fallecimiento de Steve Jobs.

4) El fuerte impacto de las declaraciones del director del Banco de Inglaterra, quien dijo que estamos frente a la  “peor crisis financiera global de la historia”

5) El llamativo discurso ofrecido ayer por el expresidente José María Aznar, quien acusó al actual gobierno de “suplicar” a ETA para conseguir su disolución

 

Y, sin embargo… ¿cuál es -o era esta mañana- la nota más leída por la audiencia de la edición digital del diario español El Mundo (www.elmundo.es), que es la publicación con mayor número de seguidores de habla hispana en el planeta?

Ni el Nobel, ni la crisis, ni Apple. Acá lo que nadie se pierde es, es, es… ¡el desnudo de Cinthia Fernández en el programa de Tinelli!

Comparto con ustedes una captura de pantalla del ranking de las notas más leídas de hoy:

 

 

Morir en Madrid

Anoche, mientras trabajaba en mi escritorio, vi pasar una ambulancia y un patrullero en un estruendo de sirenas y apuros. El veloz, casi violento alboroto me llamó la atención al principio, pero mi rutina pareció condenar al olvido a aquel sobresalto.

Sin embargo, las tapas de las ediciones digitales de los diarios españoles de hoy me informaron lo contrario: va a ser totalmente imposible que pueda olvidar aquella escena.

¿Cómo habría de hacerlo, si aquellos médicos, enfermeros y policías, iban a auxiliar a las víctimas de la locura de un hombre que, sin conocer a las personas que se preparaban a participar de la misa de la iglesia de mi barrio, mató de una disparo a una mujer embarazada, e hirió a otra? ¿Cómo voy a hacer para olvidar que, en el mismo altar donde tomé la comunión el domingo pasado, este hombre se arrodilló, segundos más tarde, ante la gran cruz de la moderna iglesia de Santa María del Pinar para suicidarse de un tiro en la boca?

Sepan disculpar el tono muy personal de este post, pero no puedo dejar de compartir esta impresión. Es uno de esos momentos en que el estupor nos hace pensar una y otra vez en la extrema debilidad de nuestras seguridades humanas… pero también les pido, a los que comparten mi fe y están leyendo estas líneas, que hoy agreguen en sus oraciones un pedido especial por el chiquito de la mujer embarazada, que ha podido nacer igual de su mamá ya fallecida. Y a los que no creen, les pido humildemente que igual, por favor hagan fuerza a su manera… porque la vida tiene que imponerse a la muerte y a la locura. O, al menos, tenemos que luchar por eso, porque, si no… ¿para qué vivimos?

ELPAIS.COM

Un hombre mata a una embarazada en una iglesia de Madrid y se suicida

Otra mujer fue herida grave en un crimen sin vinculación familiar aparente

F. JAVIER BARROSO – Madrid – 30/09/2011

Un hombre de 34 años irrumpió ayer armado con una pistola en una iglesia del norte de Madrid y mató de un disparo en la cabeza a una mujer embarazada que asistía junto a su madre al oficio religioso. Después disparó contra otra mujer de 52 años que también se encontraba en misa y se quitó la vida de un tiro en la boca. Los servicios sanitarios desplazados al lugar del suceso, situado en el Pinar de Chamartín, tuvieron tiempo de practicar una cesárea a la fallecida, de 36 años, y salvar la vida del bebé, cuyo alumbramiento estaba previsto para el próximo sábado. Anoche, el niño recibía atención médica y permanecía estable en el hospital de La Paz, centro al que también fue trasladada la mujer herida.

El suceso ocurría pasadas las ocho de la tarde, recién iniciada la misa en la parroquia de Santa María del Pinar, en el número 7 de la calle Jazmín. Las primeras investigaciones de la policía descartan cualquier vínculo familiar entre las víctimas y el agresor. En palabras de uno de los testigos, se trata de un acto de “odio supremo”.

De acuerdo con otros testimonios recabados en el lugar, el autor de los disparos, de 34 años, estuvo merodeando por la zona poco antes del comienzo del servicio religioso. Quienes lo vieron destacan que iba vestido con unas bermudas y que cubría su cabeza con un sombrero blanco de paja. El hombre, que portaba una funda de raqueta, entró en un bar próximo a la parroquia en el que tomó una cerveza y preguntó por el horario de misas.

Tras abandonar el bar, el agresor entró en el templo, cuyo interior tiene una distribución de asientos en forma de tribuna y, tras rebasar la primera fila de bancos, se detuvo junto al lugar en el que se encontraba la mujer embarazada y le disparó prácticamente a quemarropa en la cabeza en presencia de la madre de esta. La mujer se desplomó de inmediato en el suelo entre los gritos de su madre, quien, en estado de shock, repetía a gritos una y otra vez “me han matado a mi hija”.

Acto seguido, el hombre se adentró en el templo unas filas más y disparó sin mediar palabra contra otra mujer que asistía al oficio religioso y resultó herida en el tórax. Uno de los presentes en la misa, de nombre Jesús, atendió a la mujer allí mismo de una fuerte hemorragia en la espalda.

Después de la segunda agresión, el hombre avanzó impertérrito por el pasillo otras tres filas de bancos, se postró de rodillas y acto seguido se disparó en la boca con el arma homicida, lo que le causó la muerte de forma inmediata.

En el momento del crimen se encontraban en la parroquia madrileña unas 40 personas, la mayoría de las cuales huyó al oír las detonaciones del arma homicida. El párroco de la iglesia, que en ese momento oficiaba la ceremonia religiosa, el padre Francisco, se declaró muy impresionado por el suceso, muy similar a otro que presenció hace años en África, donde había sido destinado.

Pese a que en un primer momento se especuló con la posibilidad de que se tratara de un nuevo crimen de género, las primeras pesquisas policiales no encuentran relación entre el agresor y las víctimas, de cuya identidad no trascendieron más detalles.

© EDICIONES EL PAÍS S.L. – Miguel Yuste 40 – 28037 Madrid [España] – Tel. 91 337 8200

 

Dos preguntas inútiles sobre gustos españoles

 

 

Desde que llegué a España, prácticamente todos los fines de semana me hago la misma pregunta, cuyo contenido es tan poco substancioso como vaga y difícilmente explicable su respuesta.

Y ese interrogante es: ¿por qué la abrumadora mayoría de los padres visten a sus hijos con ropa de igual color… e, incluso, con el mismo calzado, las mismas medias… y, en ocasiones, hasta el mismo gorro?

Naturalmente, en algunas conversaciones costumbristas ya moribundas, se me ocurrió preguntar esto a -creo yo- al menos una docena de españoles. Pero nunca pude salir del “es que mola” o de los hombros encogidos por toda respuesta.

Sin embargo, por allí continúan pululando los hermanitos ibéricos con sus familiares uniformes, como si fueran todos mellizos por opción (y esto genera una subpregunta: ¿por qué diantres en la Argentina visten a los mellizos igualitos? Aunque eso habría que preguntarlo en el blog Bienvividos, donde ya existe un gran especialista a cargo…).

Por suerte, yo no soy el único que tiene este tipo de dudas profundas y trascendentes. Andrea Cipollini, fiel seguidora de este blog, también sucumbió ante otra duda existencial, y no dudó en acercarla a este espacio para ver si podíamos darle una mano. “Allá en la Argentina dicen que a los chicos les venden ‘humo’ en los programas infantiles de televisión, algunas veces conducidos por ‘gatos’ y desbordados por publicidad de juguetes caros y malos. Pero aquí, en cambio, no es humo, sino otro componente gaseoso lo que le quieren vender… ¿y por qué será esto?”, se pregunta, al tiempo que nos acerca esta foto, tomada en la juguetería de una sucursal de la gran cadena de almacenes españoles:

Pero no es el único caso, porque en otros lugares, esta extraña obsesión se extiende:

 

 

Y yo también me pregunto y les pregunto: ¿por qué?

Mientras me ayudan a buscar una explicación para que todos podamos dormir un poco más tranquilos, igualmente me siento en condiciones de afirmar que la lectora Marina Liñeiro, argentina residente en Madrid, se nos está adelantando a todos. Aunque, eso sí, la respuesta-consejo no la encontró en España, sino en una sombrilla playera durante sus vacaciones en Turquía, donde, en una sola palabra (bueno, en realidad, dos) ya se nos advierte sobre el resultado inevitable que tendrán nuestros esfuerzos por explicar lo planteado. Porque todo este planteo simplemente es… es… es…

 

La ambición cosmopolita de Madrid

La semana pasada tuve la suerte de estar en  la casa madrileña de don Antonio Muñoz Molina, a quien le hice una entrevista que fue publicada por Enfoques el domingo último. Y si bien ese encuentro tenía ya un tema central y excluyente (su testimonio, como neoyorquino adoptivo, de los atentados 11 de septiembre de 2001) tuvimos la oportunidad de tratar algunos otros sobre los que me hubiese gustado hablar más. Entre ellos, el de la noción de inmigración y cosmopolitismo que tiene este ilustre miembro de la Real Academia Española (ocupa el sillón de la letra “u”) y versátil escritor, quien ha tenido la oportunidad de ver y evaluar a su propio país desde su condición de residente como extranjero. Este es un fragmento de la entrevista -que grabé, como siempre que puedo hacerlo, en video- en el que desliza algunos de sus pensamientos. Nos vemos después del video. No cambien de canal:

… y, mientras me contaba esto, yo me preguntaba: ¿nos querrá demasiado a los argentinos para decir lo que dijo? Yo les cuento que no pude con mi genio, y le comenté que, en líneas generales, los porteños -y hablo de los porteños porque yo lo soy- no somos racistas y tendemos a integrar a los extranjeros… siempre y cuando esos extranjeros provengan del “Primer Mundo”, claro. Porque, en lo que respecta a los nacidos en países limítrofes, no hace falta ni siquiera ir a echarle un vistazo a las estadísticas del INADI para darse cuenta de que tenemos que trabajar mucho la noción de “igualdad” de la que me hablaba Muñoz Molina. Basta con escuchar a las hinchadas rivales en las canchas donde juega Boca o darse una vuelta por la zona textil del barrio de Floresta para sumergirse en las tensiones que implica la convivencia multicultural…

Sin embargo, y más allá de esta acotación que le hice al escritor off the record, también pensaba durante la entrevista sobre lo que podía leer entre líneas en lo que me decía sobre la profusión de razas. Porque, por primera vez, escuché algo más parecido a lo que percibí siempre yo desde que llegué a Madrid, hace tres años: que esta ciudad es cosmopolita… aunque solo en la opinión de los madrileños. Y no es que ignore el enorme contingente de ciudadanos de Latinoamérica -especialmente de Ecuador- y de europeos del Este -particularmente rumanos- que vive en la capital española. No, no lo hago. Simplemente, que después de haber vivido varios en el segundo lugar más multicultural del mundo, que es Londres -y en el primero, que es Floresta… es broma, aclaro- al llegar a Madrid tuve la misma impresión que cuando visité Moscú o Varsovia por primera vez, proveniente desde ese inestable aeropuerto poblacional que es la capital británica. En aquellos viajes, pude apreciar algo que ya no me parecía lógico: en los subterráneos moscovitas había… ¡moscovitas!, mientras que en las emparchadas calles varsovianas, solo parecía haber varsovianos. Bueno, no sé si varsovianos solamente, pero sí polacos hechos y derechos que, contrariamente a lo que muchos institutos de inglés nos quieren vender en la Argentina, no hablaban en la lengua de Shakespeare. Con suerte, tal vez, sí en la de Goethe… pero en cuestiones idiomáticas, la abrumadora mayoría parecía alinearse exclusivamente con Roberto Goyeneche.

En fin, chistes pésimos aparte, en Madrid lo extraño es no encontrarse con un español -aunque no sea madrileño, pero sí español- a cada paso y en cada metro cuadrado de bar o esquina. Y lo que parece una obviedad, no lo es si te tiene en cuenta que no pasa lo mismo en otras grandes capitales europeas, como París o Berlín, la fotografía demográfica siempre es mucho más variada, ya desde la multiplicidad de acentos perceptibles que hacen de cada barrio una Babel.

¿Ustedes lo ven así también?

 

 

 

 

 

Nudistas por error

 

Existe, sin lugar a dudas, algo que los argentinos que vivimos en España no extrañamos de nuestro país. Y eso, es la playa. No voy a hablar aquí solo de la asimétrica comparación entre la cálida temperatura -y la transparencia- de las aguas del Mar Mediterráneo en Levante o en las Baleares y nuestro gélido y picado Atlántico sur, sino de lo que la mano del hombre, español y argentino, hicieron con ellos para garantizar su pleno disfrute. Porque, mientras en la costa bonaerense, muchas veces debemos esquivar desde cáscaras de bananas, pañales usados, latas de bebidas aplastadas, cuatriciclos sin rumbo y hasta autos mal estacionados en plena playa para llegar a darnos un decente chapuzón luego de andar a los saltitos en la arena caliente, en la España turística lo que encontramos siempre, en lugar de todos esos obstáculos, es un camino allanado en forma de rampa, hacia la playa y entre las duchas y chiringuitos (bolichitos playeros). Sí, algo nada caro, y que depende más del interés por ofrecer un servicio público a ciudadanos y turistas que del presupuesto nacional, provincial o municipal: un simple camino de listones de madera por el que se pueda acceder hasta el mar con cochecitos de bebé o sillas de ruedas, como los hay, por ejemplo, en Menorca, Mallorca, Valencia y la costa gaditana. Y pido disculpas aquí si en el último verano -en el que no pude estar en la costa atlántica argentina- las instalaron en algún balneario, pero, al menos, en la temporada anterior no había algo parecido en ninguna de las costas… y, por lo que me cuentan mis amigos y conocidos, la situación sigue siendo igual.

Todas estas ventajas de limpieza y servicio -donde las duchas a la salida de cada cala o playa no faltan y funcionan- solo encuentran, en mi opinión, con un pequeño pero molesto contrapeso: a pesar de sus formidables rampas, a las playas españolas es recomendable concurrir con una espátula en el bolso playero. Nada podría ser más útil que ese adminículo para quitarse de las plantas de los pies la infinidad de colillas de cigarrillos con las que los veraneantes parecen querer quitarse la bronca por los rigores de la aún novedosa Ley Antitabaco. Porque, si en los últimos años ya muchos tenían la costumbre de fulminarse decenas de pitillos al borde del mar, este año, la restricción de fumar en lugares públicos y cerrados ha transformado a varias secciones de las bellísimas arenas mediterráneas en gigantescos ceniceros al aire libre…

Por eso, y por contar con una esposa que no fumó en su vida -y dos hijos muy pequeños a los que les da naúseas el “humo podrido”, como dice el mayor- este año decidimos, en Menorca, ir en busca de playas menos pobladas. Fue así como comenzamos a recorrer la isla, desde Cala en Bosc, en la que encontramos varias de las postales que comparto con ustedes arriba de estas líneas. ¿Creen ustedes que se puede agregar a los estupendos paisajes que pueden ver?

Yo, en mi caso, me tomo el atrevimiento de adelantarles una personalísima respuesta positiva. Y es que, para encontrar las calas (playas de las ensenadas) más apacibles de la isla menorquina, hay que pagar el precio de internarse en pequeños bosques y caminar bastante… aunque si un día están por allí y son más bien conservadores, les ruego que no hagan lo que hice yo. ¡Lean los carteles, muchachos! Y por favor recuerden que “playa naturista” es casi un sinónimo de “playa nudista”, porque después de caminar bajo el sol casi 2 kilómetros en bajada con un chiquito sobre los hombros, las energías para volverse -si no son lo suficiente liberales para estar en familia en una de ellas sin mosquearse- pueden quedar seriamente mermadas.

Y ahora les quiero preguntar yo, que me reconozco un pacato absoluto: ¿no les da aunque sea un mínimo de impresión que la gente pase bien cerquita con sus trajes de Adán y Eva -ese sí que es un arcaísmo más antiguo que mi moral- mientras uno se está bañando en compañía de su familia? Sé que no puedo decir nada ni quejarme mínimamente, porque éramos nosotros los que estábamos invadiéndoles su espacio, pero… ¿podrían ustedes estar ahí como si nada? Vamos, espero sus más sinceras respuestas (las más progres incluidas…).

Mientras tanto, los dejo con una de aquellas vistas de aquel recordado paso por Cala Turqueta:

 

 

Varsavsky, asqueado por la corrupción argentina

Queridos amigos de este blog:

Por estos días me sorprenden de vacaciones en Menorca -pronto hablaremos de eso, y de cómo caí por error en una playa nudista-, pero antes quisiera compartir con ustedes un adelanto de la entrevista que mantuve el fin de semana pasado con el empresario argentino 2.0 Martín Varsavsky… y que será publicada mañana (domingo) por el suplemento Enfoques.

Yo que ustedes no me la perdería, porque este hombre -en mi opinión, el arquetipo de emprendedor que se cansó de las trabas que existen en la Argentina para llevar adelante casi cualquier negocio- no se ahorró nada, y hasta mostró sin reparos su incomprensión por los resultados nacionales de las elecciones primarias del pasado 14 de agosto.

Sin llegar a emular a Fito Páez o a Biolcati, pero con una vehemencia aún mayor, el empresario que creo Fon, Jazztel, Ya.com y otras empresas verdaderamente exitosas de España habla de Cristina, de Scioli, de quienes los votaron… y hasta de las coimas aduaneras. Y esto, solo en el video que podrán ver a continuación… porque en Enfoques van a encontrar mucho más.

Así que, por favor, preparen ya su mejor ojal para este botón que bien vale de muestra:

 

 

E, insisto: no es que me quiera parecer a Tinelli (ni siquiera a Noemí Alan en “Hiperhumor”, sobre todo porque nunca usaría tanguita)… pero yo no dudaría en ir encargando al canillita el diario de este domingo…

 

Peregrinos argentinos bien "empapados"

Seguramente habrán podido leer (y también visto anoche por televisión) el tremendo lío que se armó luego de que se autorizara la manifestación laicista, anticlerical y, sobre todo, antipapal que coincidió con el paso de varios peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Puerta del Sol.

Sin embargo, a la misma hora, y no muy lejos de allá, uno  de los grupos más nutridos de los 6502 peregrinos venidos desde la Argentina festejaba, sin otra oposición que la de los 38º C que hacía a la sombra en pleno atardecer, el solo hecho de formar  parte de la JMJ y de poder ver hoy a Benedicto XVI, aunque sea a lo lejos, pero sin ningún tipo de mediación.

En el video que preparé para ustedes a continuación (con imágenes tomadas con mi celular, porque se me rompió la cámara “titular” antes de empezar) registré algunas de las cosas que dijeron y cantaron estos festivos muchachos, antes de celebrar, en el céntrica iglesia de Santa Mónica, la misa especialmente dedicada a los peregrinos argentinos.

Y antes de compartir el video, quiero aclarar que faltaban aún dos horas para que comenzara la ceremonia religiosa, y que por esa razón había poca gente en la misa registrada en mi paneo. Sin embargo, muchos de los chicos, y ya con tanta antelación, hicieron algo bien argentino: pusieron sus peregrinas mochilas en los asientos para “reservar” sus lugares en el templo. Es que no podían quedarse atrás en costumbres autóctonas, después de cruzar las calles sin mirar el semáforo y acompañar los cánticos con futboleras brazadas…

Palabras afuera, vamos con el video:

 

 

La patria del mundo doblado

Hay tres cosas que es mejor no criticar de España, si lo que se desea es quedar bien con sus nativos. Una, es su línea aérea de bandera. Otra, su compañía -casi única- de “grandes almacenes” que tiene sucursales en todo el país, y por la que la muchísimos españoles sienten un afecto casi familiar, aún cuando los precios allí ofrecidos no sean los más convenientes. Y la tercera, y quizá la más extraña, es el placer que siente quienes han sido criados en esta tierra por ver las películas hollywoodenses dobladas en castellano. Pero no el castellano neutro que oímos -y muchas veces sufrimos- nosotros en la Argentina, sino el más puro y castizo posible… aunque no en la voz de cualquiera, claro.

Como pueden ver en la foto del afiche del filme “Zooloco”  que precede a estas líneas, y que saqué ayer mientras volvía cargado con las bolsas del supermercado -de allí el ángulo forzado-, el nombre del “doblador” puede ser tan importante para los espectadores como el reparto mismo de la película. Y no por nada, Madrid es la ciudad de Europa con menos cines VO (es decir, donde se proyectan en el idioma original, como es común en cualquier cine argentino) ya que, en la actualidad, solo 11 salas mantienen esta modalidad. En todas las demás, si se quiere ver cine de Hollywood hay que obligarse a compartir esta inclinación española por ver las películas “como en la tele”… o esperar a que la den en ese otro puñadito de cines “especiales”.

Pero yo, que soy de esos que esperan, un día me animé a vivir la experiencia de ver una película doblada al “español-español” en el cine. Bueno, para serles sincero, no fue que me animé, sino que el sistema “V.O.” (en este caso, unos auriculares que proporcionaban el audio de la peli en inglés) no funcionaban, y con mi mujer tuvimos que ver “Australia”, con Nicole Kidman y Hugh Jackman, según los usos y costumbres del doblaje español.

Y hoy puedo decir que la experiencia fue gratificante. No por la película, que para mi humilde gusto es de “medianita” para abajo, sino porque nos dejó, a mi mujer y a mí, dos líneas de Jackman cuyas traducciones nunca olvidaremos

Porque, mientras en los labios de su rústico personaje se podía leer “Beware… Japs will catch you!”, a nuestros oídos llegaba un “¡Cuidado, que los japos te cogen!”. Ni hablar, claro de escuchar “Cierra el puñetero buzón” (con su “c” -ze- y su “zeta” bien marcadas”) en lugar del algo más británico y tabernario “Shut the fuck up!”.

Menos mal que el cine estaba completamente vacío ese día, porque si no, por culpa de nuestras risotadas,  hubiésemos terminado bañados en pochoclos ajenos…

A continuación les paso el trailer de “Australia” doblado en español. No están incluidas las dos líneas de las que hice mención recién, pero si las encuentro, las agregaré en este mismo post.

 

Salud…

¿Mi última postal de los "Indignados"?

Esta foto la saqué el viernes pasado con mi teléfono, en Puerta del Sol. No sé exactamente qué fue lo que me llevó a tomar esta instantánea, ya que paso muy seguido por ahí y nunca lo hago así, espontáneamente… pero esta vez, sentí la necesidad de retratar los restos de lo que fue la famosa “acampada”.

Hoy, tampoco sé exactamente qué me llevó a hacerlo, pero al menos sé que mi vicioso arrebato no fue en vano porque el motivo central de la foto ya no está más. Los empleados municipales de limpieza, con el silencioso respaldo de la policía antidisturbios que seguían su trabajo a la distancia, se encargaron esta madrugada de devolverle a este clásico paseo madrileño el aspecto que tenía antes de la toma de la plaza por los “indignados”. Y no quedó absolutamente nada: ni uno solo de los ya trillados carteles con el lema “no hay tanto pan para tanto chorizo”, ni tampoco banderas, afiches o “pegatinas” con las consignas del “Mayo español” que no pudo hacer su agosto.

Sobre la despedida, que fue silenciosa y sin resistencia -los empleados sorprendieron al puñado de manifestantes que quedaba mientras aún dormían- los medios españoles más influyentes destacaron que se recolectaron “26.940 kilos de residuos”, conformados en su mayoría por cartones, papel, pallets -algunos de dudosa procedencia- y bolsas de polietileno.

Nada, claro está, que pueda ser tan tóxico o peligroso como los residuos que está dejando la espantosa gestión económica del gobierno actual. Con casi 5 millones de desocupados, nulas perspectivas de recuperación y un nivel de Riesgo País que hoy ya pasó los 400 puntos básicos, los otros titulares acerca de esta otra “basura” los están impulsando, en las últimas horas, los crecientes temores que corren por los mercados sobre la posibilidad de que España deba acudir a un rescate financiero externo.

Sin embargo, y a diferencia de lo que sucedió en la Argentina hace 10 años, el fantasma de un posible default es rigurosamente controlado -en el sentido de que se trata con cuidado y responsabilidad- por los medios, aún los más enemistados con el actual gobierno español. A pesar de que el propio presidente José Luis Rodríguez Zapatero tuvo el preocupante gesto de postergar sus vacaciones (se iba a ir esta mañana) para seguir de cerca el turbulento arranque que tuvo la jornada financiera de hoy, el conservador y antizapaterista diario ABC se esmeró en destacar que “sólo existe un 20% de riesgo de default”. Y no es una actitud aislada: cada vez que el país parece venirse abajo, la sensación de pánico parece esfumarse, aún entre quienes lo sembraron. ¿Casualidad, acuerdo tácito o actitud patriótica ante un mal que les toca a todos?  Yo prefiero pensar en la última opción, sobre todo, porque celebro que nadie festeje que el Riesgo País de España se dispare como lo esté haciendo ahora (¿O no recuerdan los lectores argentinos a un desatinado programa televisivo, que en las horas más funestas de la crisis de 2001 mostraba a un dibujito animado del expresidente Fernando De La Rúa que bailaba feliz al ritmo del tema “It’s raining men”, mientras anunciaban la nueva y siempre creciente cifra del Riesgo País?)

Default aparte, admito que me quedé pensando en la foto del comienzo… y solo me queda la duda de saber cuándo volverán allí.

Algunos de los “Indignados” dicen en Twitter que hoy mismo, a las 20, como señal de protesta. Y otros, un par de semanas antes de las elecciones “generalísimas” del 20 de noviembre. ¿Ustedes qué dicen? ¿Volverán con las banderas republicanas y palestinas que enarbolaban hasta esta mañana… o esta vez también, llevarán la española y protestarán, también,  contra Zapatero?

Os escucho, chavales…

 

Campaña española, música argentina

Mientras crece el misterio -y la polémica- por el spot publicitario que de un momento a otro lanzará el equipo de Cristina Kirchner, no viene mal echarle una miradita al modo en que están trabajando en la campaña electoral del oficialista Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Y no lo sugiero solo por caer en el vicio, una vez más, de comparar lo que se hace de un lado y el otro del charco, sino porque, al menos en el caso de España, hay varios factores que están volviendo apasionante la batalla proselitista entre el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba (exvicepresidente, ministro del Interior y vocero oficial) y el líder del centroderechista Partido Popular (PP), el ya dos veces derrotado Mariano Rajoy.

El primero de ellos es que, a pesar de que España vive la peor crisis económica desde el regreso de la democracia en 1975 y que la gestión de Rodríguez Zapatero hace agua por donde se la mire, el primer spot publicitario hace hincapié en las “virtudes” del candidato socialista, que apuesta a la “autenticidad” de sus condiciones, y no al cambio, para salir de la crisis.

El segundo punto guarda relación con el segundo spot, en el que se lo muestra a Rubalcaba seguro de sus palabras y dueño de un poder hipnótico sobre una audiencia estratégicamente distribuida a su alrededor… y que fue criticado duramente por varios medios masivos, que tildaron a la puesta de “hollywoodiense” (así, con “diense” y no “dense” al final).

El tercero, es que ambos spots, tan armados, rebuscados y poco espontáneos a la vista de muchos, parecen estar cosechando los resultados esperados por las huestes más optimistas del PSOE: en los últimos días, y según sondeos oficiales, el socialismo recortó en 3 puntos la distancia con el PP, que hasta la última encuesta era de 10 puntos porcentuales. Todo un logro si se tiene en cuenta que los signos de reactivación de la economía, con más de 5 millones de desocupados, aún brillan por su ausencia…

Y el último punto (¡cuándo no!) es que, en ambos spots, la música estuvo a cargo de un argentino… en este caso, de Alejo Stievel, aquí considerado uno de los próceres del rock español por su recordada participación en el grupo Tequila. Y si digo “¡cuando no!” es solo porque la participación de argentinos en campañas políticas en España no es un hecho extraño, sobre todo cuando se trata del PSOE. De hecho, en la reelección de Zapatero dieron su apoyo públicamente Luis Puenzo, Sandra Mihanovich, Víctor Laplace, Alejandro Doria y Sergio Renán, entre otros.

Pero… basta ya de palabritas y vamos a los spots, ambos con música (la misma música, bah) de Stivel:

El primero es el de la “R”, de “remar” (porque la está remando lindo…):

 

 

Y el segundo, es el “hollywoodense”. Por favor presten atención a las citas de las “críticas” de los diarios que aparecen sobreimpresas al final, porque son asombrosas: