El 2 de abril de 2013 el agua parecía que nunca iba a dejar de caer del cielo. Se inundó la ciudad de Buenos Aires y en La Plata, hubo al menos 89 muertes y cientos de evacuados. Ante la emergencia y la necesidad, las personas empezaron a revolver en su casa para sumar todo lo que podían para ayudar. Se presentaron en los centros de recepción para poder seleccionar las donaciones.
Ropa de abrigo, colchones, agua. Empresas, particulares, organizaciones sociales y el gobierno se unieron para responder ante la catástrofe. Hablaron con los afectados, armaron la logística e hicieron llegar los materiales.
Seguramente se podría haber articulado mejor la ayuda y faltó organización, pero sobró voluntad y buena predispocisión.
Estas son todas características fundamentales a la hora de emprender cualquier acción. Tener un objetivo claro, saber trabajar en equipo, dejar los egoísmos de lado y así todos juntos poder brillar.
En esta misma línea, les comparto este video en dónde 12 pianistas del Washington Conservatory tocan una sinfonía perfecta en una charla TEDMED.
Cada uno tiene su función, sus tiempos, pero necesita de los demás para poder hacerlo. Requieren confiar en que el otro hará su parte, y la hará bien. Tiene que esperar a que el otro termine para entrar en escena. Ni un segundo antes, ni uno después.
Una linda analogía de lo que debería ser nuestra sociedad. Todos atentos a los tiempos y necesidades del otro, trabajando codo a codo para conseguir objetivos comunes, articulando entre actores sociales para solucionar los problemas de los más vulnerables.
¿Cómo te ves tocando el piano a 12 manos?¿Te parece que el tejido social del país está lo suficientemente articulado?