No es lo mismo que te hagan volar de placer… que volar con placer. A mí volar me da miedo. Cada vez que tengo que subir a un avión siento que voy por el aire en un sepulcro con alas. Es ridículo, volar no es de humanos.
Ojo, me encanta pensar en el destino elegido, las islas griegas, por ejemplo, pero el transe hay que pasarlo ahí arriba (si, “transe” con s). Durante el vuelo intento drogarme con ansioliticos o vodka (aunque ahora hay que pagarlo) , asi que no se me cruza fantasía erótica alguna. Sin embargo una empresa holandesa se lanzó al mercado aéreo con una línea de servicios sexuales de lujo. Como no podía ser de otra manera el emprendimiento es holandés, y por ahora “Mile High Club” organiza vuelos “inolvidables” solo para clientes masculinos.
No sé si viajar o comprarme un delfín…Guy Bourdin
Qué tal eh…Sexo a bordo de un avión en un vuelo de casi una hora en jet privado para concretar el sueño de hacerlo en la cabina con el sujeto de la fila de atrás, mientras el pasajero vecino duerme y chorrea baba. “Nuestro jet-sexual es de capacidad media, para unas 50 personas. Todo es muy exclusivo”, dijo el emprendedor Wouter van de Heijden.
No me imagino la situación en plena turbulencia…