Poder disfrutar del sexo hasta el último minuto de la vida, ésa debería ser una de las máximas por las que brindar en Año Nuevo. Bueno… también se puede pedir salud, pues sin salud no hay sexo.
Cuestión es que habiendo comprobado que la tasa de longevidad crece en los países desarrollados y que los adultos mayores, como los gays, no tienen en quién gastar su dinero más que en sí mismos (si es que la jubilación no se les va en farmacia), la industria de la moda ha decidido reivindicar la sexualidad de la tercera edad. Si: finalmente han descubierto que los abuelos tienen sexo…..
Movido por el marketing (no por la fe en el hallazgo), el diseñador estadounidense Tom Ford, ex cabeza de la marca Gucci, eligió a una pareja de más de 60 años para protagonizar una campaña de joyas en la edición de diciembre de la revista Vogue de Francia, a la que fue invitado a participar como editor.
Sin fotoyopearles ni una sola arruga a los modelos, Ford intentó demostrar en estas imágenes que la belleza no tiene tiempo y que la pasión, mucho menos. “Estoy cansado del culto a la juventud. El rechazo cultural a la vejez, la estigmatización de las arrugas, del cabello gris, del cuerpo surcado por los años. Estoy fascinado con Diana Vreeland, Georgia O’Keeffe y Louise Bourgeois, mujeres que han dejado que el tiempo las abrace sin hacer trampa jamás. La sociedad actual condena esto, yo lo celebro. Para esta sesión, imagino a un hombre y una mujer que han estado juntos por largo tiempo, fieles el uno al otro y siempre encendidos por el deseo”, dice para explicar el erotismo de las imágenes que, por cierto, son muy buenas. Seguir leyendo