Tiene mucha razón la lectora Alejandra (post anterior): basta de mandatos. Disfrutemos de la vida libres de ataduras medievales, no repitamos modelos sociales obsoletos, no hagamos, por ejemplo, lo que las chicas chinas que, en pleno siglo XXI a cualquier precio mantienen la tradición de llegar vírgenes al matrimonio …aunque eso suponga someterse a prácticas escatológicas, y poco honestas, para disimular que algunas, tan santas no son.
Hasta el decorado es falso... Foto Reuters
Qué asquete. Tan importante es para las asiáticas llegar “como salieron de fábrica” al altar, que para ayudarlas a cumplir con el mandato la fabulosa industria china, que todo lo copia y lo fabrica en cinco minutos, ha diseñado para las más flojitas una serie de adminículos y chips perfectos para armar el simulacro en la noche de bodas. Pero, después de mucho lucrar con el recurso, finalmente tendrán que buscar otro porque las autoridades del gobierno dispusieron el retiro masivo del Virgin maker -un himen artificial que produce un líquido rosáceo- y el stik complementario, que no me imagino cómo es, pero que se coloca dentro de la vagina, y que como otros productos similares, se conseguían en tiendas, farmacias y en venta online, según publica el Shangaidaily.com