La semana pasada se festejó el Día Internacional del Orgasmo Femenino, justamente en un momento en que el mundo carece de ellos, por lo que quizá el recordatorio no esté de más. Repasando la cantidad de mujeres que nunca lo han experimentado y la parva de literatura científica producida en el último lustro sobre el flagelo de la anorgasmia, un trastorno que puede tratarse, me entero que en agosto sale al mercado un nuevo instrumento que puede ayudar, en parte, pero muy en parte, a mitigar el problema.
que nadie manosee tu colgante!
Yo siempre defiendo y promuevo el uso de juguetes eróticos porque considero que son un complemento esencial en la vida privada de cualquier persona, ya que la enriquece, sirve de manera terapéutica a veces y también estimula el autoconocimiento, eso de localizar puntos estratégicos de nuestra geografía para luego explotarlos de placer.
Para mejor, hoy el diseño industrial se ha metido en el rubro proveyéndonos de artefactos sofisticados y más discretos que aquellos de silicona con formas estrambóticas y que ocupan mucho lugar en la mesita de noche. Tan refinado está el sector del juguete para adultos que ahora uno puede ir a un cóctel con el vibrador persnal colgando del cuello, sin que nadie sospeche de su verdadera función.
Es el caso de este minúsculo dije con forma de clavo, obra de la diseñadora Ti Chang (siempre en la punta de la ola, los orientales) y que a simple vista parece una biju de ésas que compramos en las tiendas de moda. Sin embargo, se carga en la computadora con solo conectarlo a un puerto usb y en dos horas está listo para la acción. El Vesper, así fue bautizado este colgante de la firma Crave – una startup de Silicon Valley dedicada al desarrollo de juguetes sexuales – viene fabricado en acero quirísgico, plata y oro 24 y, en rigor, no cuesta casi nada, claro, depende del material. El de oro creo que le va a cualquier look.
Eso sí, habría que estar atento y evitar que otros lo manoseen. Nunca falta una amiga de ésas que quiere todo lo que vos tenés, capaz de tocarlo para apreciarlo de cerca y preguntar….”¿donde lo compraste?”…