Sexo en vivo en la era del 2.0

Me gusta espiar. En mi biblioteca tengo una mini colección de largavistas, uno más poderoso que otro. Dos eran de mi papá, otros son herencia de un ex que compartía la afición de mirar la vida con lente de aumento. Con esos ojos “biónicos” paso horas mirando la luna surfear entre los edificios del barrio, también alcanzo a ver un pedacito del Río de la Plata y sus barcos que, si los enfoco bien, de tan cerca es como si zarparan de mi nariz.

…y, obvio, miro a mis vecinos, a quienes conozco, incluso, desnudos. Ya dije, tengo el ojo de Jamie Sommers (¿se llamaba así?).

moderndaypocahontaz

solo se ve una parte , moderndaypocahontaz via Lavitaebella

En un rincón de la terraza de la esquina llora un labrador abandonado por su dueño, un tipo que siempre anda enpilchado de negro. Más acá hay un conventillo donde una nena come tierra de las mecetas y, acá pegadito a la ventana, sobre la membrana plateada del techo de la panadería, tengo a un chongo que toma sol y escucha cumbia a todo lo que da.

En verano sube a la terraza en “boxer”, pero se lo enrolla tanto para tostarse sin marcas, que parece conchero de vedette. Lástima que me deserotizan la cumbia y el bronceado zanahoria. En cambio son muy poéticos…

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