Las “femme fatal” son pura espuma

Tengo un par de conocidas que se las dan de femme fatal, una más obvia que la otra, y siempre me pregunto si su vida sexual está a la altura de esa pose, porque ser (o tratar de ser) un sex simbol o una comehombres es una pose difícil de sostener. Debo reconocer que éstas dos tienen lo suyo, al menos gustan a la primera impresión.

Pero el narcisismo y otros rasgos hacen que a veces las personas se conviertan en personajes, lo que a unos nos provoca un poco de rechazo (cuando no, ternura) y a otros una atracción irresistible. Y sí, ¿quién no ha perdido la cabeza por la mala o el malo de la película, por la diva o el divo que se la pasan mirándose en cada espejo y  vidriera que cruzan?. Un estudio realizado por dos investigadores de la Universidad de Washington intenta demostrar que esa gente suele poseer una “personalidad oscura” que les otorga cierto atractivo físico, pero que todo eso queda en la superficie. Pura espuma…

ser un sex simbol es una pose dificil de mantener... via samplers via lavitaebela  

Nicholas Holtzman y Michael Strube, autores del trabajo publicado por la revista Scientific American, sostienen que el poder de seducción de este tipo de individuos, que a veces rayan en el narcisismo, la psicopatía o el maquiavelismo y a los que denominan “la tríada oscura”, son atractivos y sexys ante los demás. Para probarlo fotografiaron a 111 estudiantes con su estilo habitual, ropa y peinados de todos los días. Luego los retrataron más “producidos”, con pilchas y looks distintos. Las imágenes del antes y del después fueron presentadas a un grupo de extraños que se encargó de evaluar el grado atractivo de cada uno. “La primera conclusión fue que las personas son capaces de cambiar su apariencia física y gustar más con solo usar cierta ropa, maquillaje y accesorios” dice el informe, pero la conclusión reveladora fue “la constatación de que aquellas personas cuya personalidad podía identificarse con la tríada oscura eran considerados más atractivos cuando llevaban su propia ropa y maquillaje, pero perdían su encanto al despojarse de ella”.

Holtzman y Strube demuestran con esto que algunos son más atractivos que el resto, simplemente porque son capaces de parecerlo gracias a su habilidad para impresionar. Eso probaría, pienso, que el mito de la “mosquita muerta” es verdad…

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