Ser padre eleva el sex appeal de los hombres

¿A qué mujer no la conmueve ver a un hombre amoroso con sus hijos? Yo al menos conozco a muchas que fantasean con los papis del parque, esos que hacen running mientras empujan el cochecito o aquellos que le enseñan a sus nenes a alimentar los gansos del lago. Varios estudios científicos demuestran que el cerebro masculino puede transformarse cuando está cerca de su retoño, y más si le dedica tiempo a cuidarlo, tarea que sin proponérselo le suma puntos a su “sex appeal”.

Una investigación de la Universidad de Tel Aviv publicada en el último número la revista de PNAS siguió a un centenar de familias que tenían un recién nacido en casa para observar el efecto que produce en los varones el dedicarse al cuidado parcial o total de sus hijos mientras éstos son chiquitos. Filmaron a 20 familias heterosexuales en las que el cuidado del crío recaía principalmente en la madre; 21 en las que el padre colaboraba y otras 48 formadas por dos varones y en las que no intervenía ninguna mujer. Los científicos midieron en cada caso el nivel de oxitocina, la hormona que estimula los lazos entre menores y progenitores, y también hicieron resonancias magnéticas al cerebro de los varones mientras les pasaban filmaciones con sus hijos.

quisiera ser ese patito que alimentás en el parque… via themarvelous

El resultado confirmó el “instinto erótico” femenino: mientras en las mujeres se activan “las estructuras más primitivas del cerebro, las subcorticales, relacionadas con el procesamiento de las emociones”, en los varones se pone en alerta una red localizada en las cortezas frontal y temporal relacionada con las interacciones sociales y la empatía. En especial, notaron los estudiosos, que había “mayor actividad en el surco temporal superior, una región fundamental ya que allí se ‘tejen’ las interacciones sociales, y en particular atiende a la mirada y otras señales sutiles que dan pistas de hacia donde dirigen los hombres su atención. Y lo más interesante es la conexión entre esas dos estructuras, que es más intensa mientras más se involucra el padre con su niño.

Según los autores los masculinos tienen una gran plasticidad en el cerebro para integrar las redes emocionales, y eso es gracias a la evolución, léase, a que el hombre está dejando la oscuridad de la caverna. Los investigadores de la Universidad de Tel Aviv creen ese instinto masculino es reciente ya que se sirve de estructuras modernas situadas en la corteza frontal y temporal del cerebro, sugiriendo así que a lo largo de la evolución se crearon rutas alternativas para adaptar su cerebro al cuidado de la prole, que siempre fue tarea femenina. Aunque claro, siemrpe hay una segunda intención:“se puede especular que el interés de los hombres por la prole, que sólo se da en el 10% de los mamíferos, podría anclar sus raíces en nuestro pasado como cazadores recolectores. Los varones que ayudaban a transportar a los hijos, para aligerar a las madres en los largos desplazamientos, eran después “recompensados” con más descendencia, ya que su pareja podía recuperar las fuerzas y estar preparada antes para tener más hijos” afirman en las conclusiones.

Definitivamente, hay padres irresistibles….

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