Creo que la vida sexual de una mujer soltera en Nueva York ya no se parece en nada a la que nos describieron las protagonistas de aquella serie memorable, que cumplió su ciclo justo antes (seis años) de que florecieran las apps de citas y que los portales de encuentros se convirtieran en la principal alternativa para conocer gente en esta isla. Angustiante sería la realidad de esas cuatro chicas maduras si hoy tuvieran que salir a la calle a buscar su cuota de sexo en un mercado donde la oferta de solas ha crecido al punto de que hasta el The New York Times les ha dedicado la tapa de su revista dominical.
Es decir que si venís con planes de tirarte una canita al aire en las vacaciones, sorry pero mejor será ir pensando en otro destino….
un padre y su hijo posando con una streaper ayer, en pleno Time Square
En los últimos años las solteras en EEUU se han convertido en una fuerza social y económicamente poderosa, una legión que además de competir por conseguir un candidato debe enfrentar las desventajas, o las consecuencias, de ser mayoría. Según datos del Departamento de Salud de Nueva York solo en 2015 los casos de enfermedades de trasmisión sexual crecieron 16% entre mujeres y 24% entre los hombres, me comentan colegas amigos que trabajan en esta ciudad. El dato alarma, claro. Sin ir más lejos, y aunque su caso tiene otras aristas, vale mencionar que en 2014 la actual Presidente del Consejo Municipal de la ciudad de Nueva York, Melissa Mark Viverito, en un acto de “sincericidio” anunció via Twitter que había dado positivo su último examen de VPH de alto riesgo. La confesión llegó días antes de que las autoridades de Nueva York lanzaran una campaña de vacunación preventiva entre las adolescentes.
Cuestión es que así están las cosas en esta alucinante ciudad que flota como un témpano diamantino, decía en sus crónicas el gran Truman Capote. Mientras las redes sociales quintuplican las oportunidades de conseguir un poco de sexo casual, la bisexualidad parece haberse vuelto una “tendencia” y los avances de la medicina animan a muchos individuos a dejar el profiláctico y tener relaciones a pelo, es decir, sin protección, un cóctel desalentador si planeabas conocer a alguien en Nueva York.
Según Rebecca Traister, una de las fuentes citadas en el artículo publicado este domingo en The New York Times, y autora del libro All the Single Woman, “para las mujeres menores de 30 años la posibilidad de casarse es sorprendentemente pequeña. Hoy solo el 20% de las norteamericanas de entre 18 y 29 años están casadas” sostiene y agrega que la soltera norteamericana es hoy uno de los grupos que más influencia tendrá en las próximas elecciones presidenciales de EEUU.