El sexo virtual es tendencia, según Spike Jonze

Her o Ella, de Spike Jonze (escribí mal el apellido en el título de la home, sepan disculpar el error) es quizá la película más erótica que puedan ver últimamente, y eso que ni siquiera verán carnes y que, pese a tratarse de una historia de amor, la protagonista femenina no existe… o sí. Esa es la cuestión central que nos plantea este Shakeaspere contemporáneo (el mismo director de El Ladrón de Orquídeas) un genio capaz de llevar al espectador a reflexiones inesperadas acerca de la tecnología y de cómo nuestra cabeza construye la realidad que queremos, lo que en definitiva la hace tan (o más) “virtual”. Cada quién hará su propia lectura de la película, pero la escena de sexo – tema que nos ocupa – te hace sentir que estás en el “pleistoceno”, al menos yo salí preguntándome hasta qué punto necesitaremos del contacto con gente real si lo virtual ya depara experiencias que trascienden la genitalidad. Ni les cuento la voz de Scarlett Johansson, que bien podría ponerse un call center hot…

la realidad es como la queremos ver Foto underweartuesday via marveloustalkingmachione

Recordaba la cantidad de inventos diseñados por la industria para reemplazar el goce del face to face, ahorrándonos de alguna manera polvos olvidables y enfermedades indeseables, lo que no está mal, claro. Raros artefactos apuran el orgasmo o lo prolongan, nos estimulan sin siquiera apelar a la imaginación, y menos a la ayuda de nadie, ya lo dice Robert Weiss, fundador de The Sexual Recovery Institute, en Los Ángeles: “los juguetes sexuales interactivos que se pueden controlar a miles de kilómetros de distancia, a través de una aplicación para el móvil, son la demostración de que el sexo virtual forma parte de nuestra realidad”.

Hace poco en Japón unos techies se reunieron para presentar Oculus, un casco o dispositivo con un juego conectado a un masturbador que permite tener una doble estimulación (visual y genital), e incluso cambiar roles. Las Google Glass con su aplicación Glance facilitan el sexo a distancia, y Sex with glass sirve para verse desde todos los ángulos durante la relación (mejor que en los espejos del telo). Ahora iPhone se pone en vibrador con solo bajar Sex Drive, cuyos tonos esitan el cerebro a través de audífonos e incrementan el deseo sexual del individuo, pero entre los más vendidos figura el masajeador vaginal OhMiBod que conecta a un smartphone vía Bluetooth, y el vibrador de Jimmyjane, una delicadeza del tamaño del dedal de una modista. Y sí seguimos enumerando, nos deprimimos, especialmente quienes seguimos esperando que la química haga la magia, y el cuerpo, el resto…

No dejen de ir al cine a ver esta maravilla

 

Sin comentarios