El sexo casual no es para todos

A menos de una hora de haber concluido el acto, luego de fumar un cigarrillo e intercambiar los elogios de rigor (“qué lindo sos”, “que buen lomo tenés”) ella fue al toilette y cuando volvió él ya estaba sacudiendo las sábanas y poniendo en orden el cuarto, apurado por borrar cualquier evidencia del paso por su cama, y por su corazón. Que poca consideración reina entre los seres humanos hoy en día!. Minimamente debemos esperar a que el otro cierre la puerta para dar vuelta la página, es una regla de etiqueta básica entre los miembros del club. Por gestos como esos es que a la larga uno acaba abandonando este deporte, pues las relaciones casuales no son para siempre pero, sobre todo, no son para todos.

La sociosexualidad contemporánea obliga a desarrollar nuevas habilidades emocionales para sobrellevar los efectos secundarios de acostarse con extraños. Por eso es que, abolido casi por completo el sentimiento de culpa o remordimiento que acompañaba a las mujeres luego de un encuentro fugaz, en el siglo XXI para tener sexo sin después y no morir en el intento debemos entrenar la resignación (se lo tragará la tierra y no contestará ni un solo whatsApp ) y la paciencia (la pasaremos de maravillas pero con suerte conseguiremos un orgasmo).

Según un estudio de la psicóloga Anne Campbell, de la Universidad de Durham (Reino Unido), solo un 54% de las mujeres disfruta del encuentro esporádico mientras que el 80% de los hombres la pasa bien. La mayoría de ellas no alcanzaba el orgasmo en el primer match. Otra investigación elaborada a lo largo de cinco años por un equipo de sociólogos de la Universidad de Nueva York coincidía en que en las relaciones casuales sólo el 40% alcanzaba el clímax, frente al 75% de mujeres que lo conseguía dentro de una pareja estable. La noticia es que hoy esa frustración es compartida.

pagamos a medias el precio de la tentación wildhearts

Una investigación de la Norwegian University of Science and Technology en colaboración con otras casas de altos estudios, realizada entre hombres y mujeres de 30 años de los Estados Unidos, Brasil, Canadá y Noruega, demostró que tras una aventura ambos pueden quedar preocupados por su reputación y en consecuencia sentir tristeza, soledad, inseguridad, miedo, impotencia y confusión mental. En promedio, entre el 79% y el 89% de las veces ellos experimentan alguna de esas emociones, mientras que las mujeres entre el 86% y 89%, cifras que en cualquier caso revelan el eterno conflicto que existe entre lo que esperamos en un encuentro sexual y lo que realmente obtenemos de él, dicen los autores.

Así las cosas. Mientras las mujeres ganan seguridad y confianza en sí mismas, a la hora de la performance los hombres están cada vez más exigidos. Esa presión por alcanzar la meta genera grandes dosis de angustia e inseguridad en la población masculina. He ahí el apuro por tender la cama y dar vuelta la página….

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El sexo casual mejora la autoestima femenina

Existe un bar en Nueva York que me gusta especialmente, y se llama Serendipity. La palabra no tiene traducción exacta al español pero el diccionario dice que serendipia es “un hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. Se puede denominar así también a la casualidad, coincidencia o accidente”. Esto viene a cuento para sostener mi teoría acerca de que sexo casual no es “casual”, pues si sucede es porque estamos predispuestos, es decir, de alguna manera lo buscábamos. Casual sería que lo pasáramos maravillosamente bien.

Algunas investigaciones apuntan a que las mujeres no servimos para encuentros fugaces. Por ejemplo, durante un experimento con 1743 hombres y mujeres que mantuvieron relaciones con alguien una sola vez la psicóloga Anne Campbell, de la Universidad de Durham, comprobó que a las mujeres consultadas lo vivieron con culpa. Cuando se les preguntó si la habían pasado bien el 80% de los hombres respondió afirmativamente y solo el 54% de las mujeres valoró la experiencia de forma positiva, y la mayoría expresó su deseo de que la relación tuviera una segunda chance. Otros estudios indican que estamos más que predispuestas pero en fechas claves del ciclo hormonal, es decir, por razones evolutivas. Volviendo a lo de la culpa,  personalmente no conozco chica de este siglo que ande rezando avemarias tras un encuentro “espontáneo.” Al contrario. Un ensayo publicado en la revista Social Psychology and Personality Science donde se comparó la sensación de bienestar entre dos grupos de estudiantes, uno que tenía con frecuencia sexo casual con amigos y otro que no tenía ninguna actividad sexual, demostraron que las personas más abiertas toleraban mejor la experiencia que aquellos con ideas conservadoras. El estudio también analizó la frecuencia con la que las mujeres llegaban al orgasmo dentro de una relación sin compromiso sentimental, y los resultados confirman que alcanzar o uno un orgasmo no depende de un vinculo estable.

definamos  la palabra “casual”…wastedguns via The marvelous

Los autores del trabajo consideran que el impacto sobre el ánimo de la persona depende en gran medida de lo habituado que esté a la práctica. Es decir, si es tu manera de relacionarte, adelante; pero si la experiencia te deja la autoestima por el piso y pendiente de un llamado de teléfono, mejor resistir la presión social (“hay que tener sexo”) y esperar que sucedan serendipias.

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Sexo casual, ¿en tu casa o en la mía?

Lo primero (o lo segundo) que te viene a la cabeza cuando conocés alguien y advertís que tendrás sexo esa misma noche (y ya descartaste el telo, pues hay indicios suficientes de que el otro/a no es un loquito/a)) la pregunta de rigor es… ¿en tu casa o en la mía?

“El que conquista, en la suya”… manda la etiqueta erótica, rota por completo gracias a lo trastocados que están los roles y las reglas de la seducción contemporáneas. Los divorciados con hijos a cargo la tienen complicada, pues siempre deben “calcular” la espontaneidad (oxímoron), no así quienes conviven con la mascota: mientras no le quiten su cucha, ¡qué le importa al gato quién es el/la fulano/a que se metió en la cama! Recuerdo una amiga que cierta vez se llevó al dormitorio a un sujeto muy simpático que apenas concluyó la faena fue derecho hasta la cocina, y como perico por su casa abrió la heladera buscando alimento que ingerir. El perro que reposaba en el sofá del living montó en cólera porque creyó que le iba a sacar su comida, así es que el desubicado acabó revoleado por la escalera y sin haber podido morder la milanesa.

Más allá de los accidentes, es un detalle ése el de ser buen anfitrión, que es parte del ritual de un buen amante.

encima parece que sabe cocinar….acá me quedo! via choppervirus

Pero si nos preguntan, la mayoría de las mujeres preferimos ir al terreno ajeno, por varias razones. Primero, porque seguro el dormitorio quedó cual Kosovo después de cuatro horas decidiendo qué me pongo; o bien el perro muerde y ahúya si lo encerrás en el lavadero. Segundo, la casa habla de uno, y en este caso, la de un hombre está llena de detalles más elocuentes de lo que muchos podrían expresar con palabras. Y viceversa, claro. En fin, la casa es templo y radiografía de nuestra realidad, por eso aquí me permito aportarles consejos a los señores que quieran ser buenos anfitriones y asi evitar que a una le caiga la libido en picada apenas traspasar la puerta. Anoten (son de mi cosecha y otrs de mi librito preferido, Sex-ejercicios):

La heladera limpia: ninguna chica educada irá a abrirla, pero por las dudas vaya en busca de hielo para el espumante, tirar antes de salir los huesos del pollo envueltos en film, la pizza de hace diez días y todo lo que esté podrido

-Ni aromatizador floral del súper, ni sahumerios: mejor abrir un rato las ventanas y que el aire fresco neutralice ess olores “sospechosos”, más si fumás o freíste merluza la noche anterior

-La cama tendida y con sábanas limpias, ni una zapatilla o ropa sucia a la vista en el dormitorio, se sugiere. Y si hay retratos tuyos con tu mamá, o con tu ex…¡al cajón de la mesita de noche!

-No tengas plantas muertas, en ningún lugar. Si no las vas a regar ¡no tengas plantas!

-Hacé la playlist romántica antes de salir, no te dé antes del acto por tratar de sintonizar en la radio la señal de los lentos. Y si no hay señal y no engancha el Spotify, mala suerte!

-El baño es clave: esconder el cepillo de dientes viejo, cerrar bien la dichosa tapita del dentífrico, tirar el jabón con las burbujas de mugre y las hebras de pelo pegados, guardá el hilo dental, el pegamento de la prótesis, la pomada para las hemorroides y cualquier medicamento que delate alguna enfermedad contagiosa

-Fundamental el inodoro sin sarro y la pastilla incolora y, por favor, que no se vea la escobita, o al menos que esté limpia

-Del living sacar de la vista las facturas pendientes, las cartas documento por las expensas impagas y cualquier indicio de quiebra financiera

– Poner en el silencio el celular (si te llama tu otra cita, que espere su turno!)

Tener a mano de la escena el kit básico: preservativos, pañuelos, pastillitas de menta (y de las azules per las dudas ) y tus juguetitos (limpios), si es que usás. Todo a fin de evitar esas interrupciones que cortan el clima

Claro, las recomendaciones son de buena onda y corren también para esa clase de distraídas como yo, que suelen olvidar las tostadas en el fuego y la plancha enchufada y que, por eso mismo, para evitar accidentes fatales en casa, preferimos jugar a las visitas. Pero debo admitir que la suerte me acompaña, o mejor dicho, que elijo bien: aunque la estética del hábitat ajeno no sintonice casi nunca con mi sensibilidad, al menos, siempre doy con gente limpita y decente!

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Las mujeres también quieren sexo sin compromiso

Corre aún el mito de que por causas biológicas o evolutivas etc etc las mujeres quieren amor y los hombres solo sexo, pero yo creo que es hora de invertir la frase. Empíricamente surge de observar las redes sociales, los sitios de citas y mi vida personal y la de mis allegadas. A veces las mujeres hacemos cualquier cosa con tal de cubrir la ración semanal, como bien dice mi amiga Cucu: “con tal de que sea heterosexual y respire”… Al mismo tiempo escucho a muchos hombres desestimar el sexo casual y el picoteo, algunos por el tiempo de dedicación que implica la cacería, otros por inseguridad (esto último lo supongo).

Cuestión es que el origen de esta creencia, de que necesitamos algún tipo de “compromiso” para relacionarnos sexualmente, data de un estudio realizado en 1989 en el que se concluyó que los hombres aceptaban más las invitaciones a tener sexo con desconocidos que las mujeres. Lo que no aclaró entonces es que la investigación coincidía con el comienzo del boom de las citas virtuales. Esto marcó las reglas del nuevo juego: ninguna chica quería amanecer degollada en la cama de un sujeto cazado en Internet. Ante esa amenaza, priorizamos la seguridad personal a la urgencia genital. Esa situación hoy cambió radicalmente: el 80 % del mundo se conoce via redes. De hecho dedicamos hooooras al hunting erótico clikeando corazoncitos y cruces, a ver a quién cenamos esta noche.

no tengas miedo, tontito, vení...doidhina via marvelus

Por eso, un grupo de académicos alemanes de la Universidad de Johannes Gutenberg decidió revisar aquel estudio convocando, con la excusa de probar una nueva Web de citas, a 60 hombres y mujeres heterosexuales a los que por separado se les enseñó fotos de los participantes. Luego se los invitó a compartir una misma sala y allí observaron que tanto hombres como mujeres fueron a buscar sexo directamente con la persona en la que estaban potencialmente interesados. No hubo ninguna diferencia en la conducta de unos y otros. Con esto, los investigadores probaron que una vez eliminados los prejuicios sociales y los riesgos las mujeres están dispuestísimas a acostarse con alguien solo para pecar un rato, y si te he visto… ¡no me acuerdo, y no hay problema!

Volviendo a lo del amor, ya hemos entendido que el sexo es un lindo intercambio de placer y que no es amor, ni produce amor, ni va ligado necesariamente a aluna clase de amor. Aunque tampoco creo que sea “como respirar” según me dijo un conocido hace poco, relativizando aún más su importancia dentro de un vínculo. Yo sí me quiero casar y respirar el mismo aire que mi amado, aunque es cierto que mientras llega el indicado no hay que ahogar al equivocado….

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El sexo casual no termina en una relación estable

Hablando del sexo casual y el estrés que genera estar debutando a cada rato (o salteado) en vez de crecer en la cama con alguien que te gusta o te inspira algo de confianza, y ganas de esforzarte para que la cosa dure un mes o un año, pero que algo dure (tema de una encantadora tertulia de viernes a la noche), sabemos ahora que las parejas que demoran en irse a la cama tienen mejor pronóstico que las que se acuestan en la primera cita, según un estudio realizado entre parejas estables por el National Marriage Project, de Estados Unidos.

De acuerdo con las estadísticas, quienes iniciaron su relación a partir de un encuentro espontáneo tienen una “deficiente calidad marital”, es decir, les va mal en el matrimonio o la convivencia. De hecho, la tercera parte de los consultados de esa categoría admitieron discutir seguido y no poder solucionar sus problemas conyugales.

dos días y no te aguanto más via This infiniteParadaise

Galena Rhoades Ph. D, del Departamento de Psicología de la Universidad de Denver, una de las autoras del trabajo, considera que esto sucede porque aquellos que tienden a encamarse en la primera cita son gente ansiosa, impulsiva e insegura, por ende propensos al conflicto y a los planteos permanentes, es decir, gente pesada, intensa, algo que termina hartando a cualquiera. Desde ese punto de vista, los vínculos que surgen entre las sábanas toman el sexo como elemento de armonía por encima de otros objetivos o visiones de futuro en común, dice Rhoades. Cuando se les apaga la chispa de los primeros encuentros quedan vacíos, y sin nada que los llene. En otras palabras: funcionan como amantes, pero no como pareja, concluyen los investigadores. Las personas inclinadas al sexo casual tienen más parejas, de modo que la pelea más tonta sirve como excusa para salir a buscar otro partenaire. Y así es, por algo Tinder está a full.

Parece proselitismo religioso, pues esperar a consumar no garantiza que dos personas lleguen a algún puerto. Siempre, y en cualquier caso, lo importante será disfrutar de la travesía.

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El sexo casual se define en la primera cita

No se cuántas veces hemos escrito sobre esto, quizá pronto ya ni se hable de este asunto, de tan evolucionados que estamos: pero ¿cuántas veces hay que salir con alguien desconocido para que pase a ser oficialmente conocido?. “Oficialmente” vendría a ser una metáfora de “tener sexo”, o algún contacto de ese tipo.

ejemm….¿como te llamás? Gza awomaninblack via lovely

Los argentinos del siglo XXI estamos menos tensos con eso. Lo compruebo todos los días a cada minuto, escuchando a amigos y conocidos decir (o justificarse, o consolarse a si mismos) con una frase lapidaria pero de uso cada vez más corriente: “no daba para otra cosa”. Y sí. Probablemente sea la más adecuada para animarse a intimar sin pensarlo mucho con alguien que intuís no va a pasar a mayores en tu vida, sea porque buscás otra cosa o estás en otra etapa, etc etc. Claro, la intuición puede fallar….

La revista inglesa Time Out, que tiene su versión local, hizo su propia encuesta para determinar al cabo de cuántas salidas es conveniente pasar a la siguiente etapa, léase, tener relaciones sexuales. Los resultados obtenidos en la encuesta realizada entre 11.000 lectores de distintas partes del mundo indica que uno de cada diez individuos cree que el mejor momento es la primera cita y que las personas lo decidimos en los primeros 2 o 3 minutos del encuentro con la persona desconocida. Otro datito interesante es que el 53% de las citas termina en un beso, mientras que el 21% finaliza con una despedida incómoda (“bueeeeno, hablamos”), el 28% de los encuentros termina con uno de los dos decepcionado, mientras que un 40% queda en volver a verse. No sé como pero la revista inglesa dice que los porteños tienen mala reputación: “ lo peor de tener un encuentro con ellos es que todos viven con sus padres”…..

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El sexo casual no garantiza orgasmos

A cierta altura de la vida cualquier ser pensante sabe que es casi imposible conseguir sexo de calidad en una relación casual, menos si el otro es un desconocido/a a conocer. Salvo que de entrada haya mucha, pero mucha, química, como máximo lograrás calmar la “urgencia”, aunque quizá ni siquiera consigas un orgasmo. La calidad se consigue a fuerza de trabajo, entre otros ingredientes…

Según un profesor de neuroendocrinología de la Universidad de Emory, las más perjudicadas en ése caso son las mujeres. “La noción de libración sexual, donde los hombres y mujeres tienen igual acceso al sexo casual, presupone una probabilidad similar de que el sexo sea placentero”, asegura Kim Wallen en una entrevista que publica el New York Times. Para probar que, efectivamente, no es tan así, Wallen hizo encuestó a 600 estudiantes universitarios y encontró que en una relación ocasional las mujeres tienen 50% menos de posibilidades de alcanzar un orgasmo a través del sexo oral o de la penetración que dentro un vínculo ‘serio’, dice el artículo también publicado en el Daily Mail.

ésto es tiempo perdido, pero al menos quemo calorías… Foto Marvelous Machine

No podemos decir que sea la regla. Hay gente que es felíz con un toco y me voy. Pero la teoría planteada coincide con una investigación anterior de la socióloga Paula England, de la Universidad de New York, realizada a o largo de cinco años entre 24000 estudiantes universitarias: sólo el 40% admitió tener orgasmos durante el sexo casual. Los hombres la pasan muy bien en cualquier caso (el 80%). En cambio el 75% de esas mujeres dijo conseguir placer en una relación con alguien ya conocido, no necesariamente un novio. ¿Cual sería la razón de tan generalizada insatisfacción? Lo de siempre: la falta de comunicación y el egoísmo. Al desconocido que está de paso por nuestra cama no se le dá explicaciones, y menos el mapa de ruta: no hay tiempoUn conocido es otra cosa, se puede hablar.

Otra causa, dice el informe, es que los hombres se preocupan menos por satisfacer a una pareja ocasional, algo cuestionable aunque, en definitiva, el sexo casual es eso: un sálvese quien pueda...

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El sexo casual puede causar estrés

Sabemos que este mundo es cruel y lleno de injusticias capaces de arruinarnos el día, pero lo que nos faltaba es que esas pocas alegrías genuinas también sean causa de pena: ¿qué será de las mujeres y los hombres que no tienen pareja estable si los amantes ocasionales se ponen tristes después de un toco y me voy?. El sexo casual podría ser un factor de depresión y estrés, dice un estudio realizado hace un año atrás.

Yo pensaba que era el menos estresante de los vínculos humanos, justamente porque no tenemos expectativas y no debemos probarle nada a nadie: cada quien se ocupa de su placer y si te he visto no me acuerdo.

si querés shorar, shorá… pero ahora no!… Foto Thisinsthappines

Según la revista Journal of Sex Research, en una investigación realizada entre 4000 estudiantes universitarios de cerca de 30 años que habían dormido con una desconocida solo por una noche, se detectó que un 10% de los consultados no se sintió satisfecho y que, en esos casos, aumentó un 15% la depresión y un 17% la ansiedad. No la pasaron mal, pero las personas melancólicas y con frecuentes bajones de ánimo parecen ser más propensas a buscar relaciones de una noche. Más allá de cómo resulten, el sexo exprés podría acentuarles la tendencia depresiva.

Lejos de opinar sobre quienes lo practican con fe militante, creo que el sexo casual se olvida demasiado rápido (y debemos olvidarlo, es la condición de la fugacidad) y no es que haya que planificarlo de ante mano para que salga como en las películas, pero sabemos que a cierta altura de la vida no siempre garantiza calidad. Igual, hay quienes encuentran calidad en la cantidad…

 

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Instalan cabinas para sexo casual en Suiza

Acá despachamos a los travestis a la oscuridad de los Bosques de Palermo, sin baño químico y ni un solo quiosco para que se compren puchos si la noche no funca, lo que al día siguiente redunda en un espacio verde deteriorado y poco amable para hacer el aeróbic matutino. A cambio, en Suiza, prácticos y prolijos como son, hartos del dogging y la prostitución callejera, acaban de inaugurar cabinas públicas para que el ciudadano común pueda practicar sexo casual, seguro y sin que nadie lo vea. ¿Qué tul?

…se ruega discreción via thisisnthappiness

Los flamantes cubículos son de madera (seguro, de madera reciclada) muy limpitos y del tamaño de una cochera, y están alejados del centro de Zurich, ciudad donde se instalaron los primeros. La iniciativa de las autoridades surgió por sugerencia de la policía, y tiene la intención de regular la prostitución callejera y mejorar las condiciones de los trabajadores sexuales, dice un artículo de Times. Este sistema novedoso encuentra antecedentes en las ciudades alemanas de Colonia y Essen. “La gran diferencia es que hasta ahora la prostitución estaba reservada al espacio público”, explicó Michael Herzig, responsable del departamento de Bienestar Social de Zurich. “Ahora vamos a cambiar esto y definir nuevas reglas”.

Foto Gza diepresse.com

La apertura de estas cuchas coincide con una reforma profunda de las leyes que regulan la profesión en los cantones de todo el país. Pero, en principio, el uso de los espacios no será gratuito. Quienes los utilicen tendrán antes que contratar un seguro médico y conseguir una licencia para ejercer el oficio, además de colocar 4,5 euros en una máquina expendedora. Ya me parecía…no hay puntada sin nudo…

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Del sexo casual puede nacer el amor

Bien: ya estamos en 2011….¿y que cambió?: nada. Aquello de “año nuevo vida nueva” es una simple expresión de deseos que suele no cumplirse jamás. Creer que por renovar el almanaque vamos a cambiar nuestra vida y la persona que somos, es una vedadera puerilidad. Sin embargo, en la nochevieja levanté mi copa (llena de agua con gas) y me dí el acostumbrado cheque en blanco: “en 2011 voy a retomar si o si las clases de yoga, organizaré mejor mi heladera, voy ser más buena de lo que ya soy, bla bla bla…”.

Una amiga muy querida piensa en un refresh interno aún más “audaz” que el mío. Ha decidido que estas vacaciones saldará la deuda pendiente con el sexo casual: en la playa piensa entregarle su cuerpo al primer veraneante que le dé un cacho de pista. Nunca se animó a eso de acostarse con un nuevo desconocido. Para ella es importante seducir, tocarse con las palabras al menos dos semanas antes del hecho en sí. Pero como esa receta le ha fallado sistemáticamente en los últimos 15 años, irá por el cambio.

lwe love

al final, creo que me caés rebien… via le love

Para darle el empujón final le comento que un grupo de “científicos” de la Universidad de Iowa descubrió que también del sexo casual puede nacer una relación estable, de hecho quienes tienen más sexo casual, más probabilidades tienen de lograr una incipiente relación amorosa, por el simple hecho de no buscarla y prestarse con toda calma a las citas casuales.

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