La ciencia no “para” de revelarnos cuestiones íntimas de nuestro pasado lejano, a Dios gracias, pues así vamos aceptando que en materia de sexo no hay nada nuevo, salvo el porno en 3D y algún que otro chiche japonés, y quizás ya ni eso. Está todo descubierto, casi no hay nada por descubrir. Dos trabajadores del Archivo Histórico Nacional de Toledo, en España, mientras revisaban documentos de hace dos siglos encontraron, metidos entre las páginas, a modo de señalador (esto es de mi imaginación) una bolsita rectangular semejante a un papiro, con la punta redondeada y cosida: nada menos que dos profilácticos fabricados con intestino de cerdo. Como lo que envuelve los chorizos, no?.
nunca sin protección..…Olaf Martens
“Fue una sorpresa. Estábamos estudiando la correspondencia del Ducado de Béjar entre 1814 y 1830, cuando encontramos el paquete. No sabemos a quién pertenezcan pero es probable que procedan de Francia. Su uso era algo común entre la gente pudiente”, explica Arantxa Lafuente, directora de la sección Nobleza del archivo.
Una de las colecciones de profilácticos antiguos más completa está en el Museo del Sexo de Nueva York, que visité el año pasado, pero hallazgos como éstos siguen aportando datos sobre la importancia de la prevención, ya que antes no era considerado un método anticonceptivo sino una herramienta para evitar las temidas venéreas. Lo que no sé es cómo harían, pues los “pilotitos” de entonces eran reutilizables, es decir, usted los lavaba y volvía a usar. ..