Ya lo había dicho antes en este espacio, y ahora voy a tomárlo en serio, aunque creo que evitaría la parte “práctica”, pero si en Londres acaban de legalizar, o colegiar, el oficio del sex coach.… es que ahí hay laburo posta.

Según publica el diario The Independent, el yeite del entrenador sexual ya alcanzó niveles altos, pues se trata de una “industria que en el Reino Unido funciona desde hace muchos años, pero que hasta ahora no tenía estatus legal”. Tal demanda hubo en los últimos años que incluso algunos profesionales están tratando de crear “el primer sindicato de entrenadores sexuales, que nuclee a entrenadores de toda Europa con el objetivo de regular una profesión en auge, tener unos códigos éticos y unas normas para evitar que ejerza gente sin la debida acreditación, con la mala imagen que eso puede suponer para estos especialistas” dice algo asi, la nota firmada por Sarah Morrison.

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No deja de sorprenderme el alcance de la sacrificada tarea del supuesto entrenador, pues parece que hasta se ofrece a practicar con el cliente los ejercicios y las recomendaciones que les da, lo que suena como una avivada, una gran excusa para conseguir sexo….y encima cobrar!!!!!  ( 80 dólares la charla informativa y los consejitos, más 120 en el caso de las demostraciones in situ, que incluye masajes genitales y todo lo que sigue….o debería seguir ).