Como saber si festejamos San Valentín con la persona indicada

La casilla de mails explota de mensajes y promociones por San Valentín desde hace dos semanas. Muy lindo, solo que este año los enamorados deberán romper el chanchito para celebrar sin quedar en rojo antes de fin de mes. Y mejor que sea amor de verdad, pues festejar un sentimiento incierto sería un derroche, y no están los tiempos para derroches. Claro, no quiero aguar la fiesta de los sentimentales, pero ¿se han han preguntado si la relación pasa por un buen momento, si se quieren como antes, si han crecido como pareja y como personas, o si están estancados, si están con alguien sólo para no aburrirse los fines de semana? Tal vez no sea el momento, o quizá la fecha y la reflexión sirva para renovar el contrato, pues a veces no todo lo que “va bien”, está bien.

La psicóloga Carmen Loureiro, autora del libro “Maldito Amor”, sostiene que en estas épocas es clave asegurarse de compartir algo tan preciado como el tiempo con alguien que lo merezca. No alcanza con tener un proyecto compartido o con quererse mucho, dice, ya que las relaciones de pareja progresan en la medida en que lo hacen también los indivíduos que la integran: “Es necesario encontrar un cierto equilibrio como ‘persona’, una satisfacción con respecto a quiénes somos y al lugar que ocupamos en el mundo, por lo que deberemos revisar no sólo cómo nos va en pareja sino también cómo nos va con nosotros mismos y con el resto del mundo” dice Loureiro en un muy lúcido artículo publicado hace un tiempo en el ABC de España. A la teoría de que las bases de una pareja feliz son el erotismo, la amistad y el compromiso, la psicóloga agrega dos aspectos vitales: la admiración moral e intelectual. Claro que si. “En la medida en que uno para el otro sea una fuente de estímulo y retos, más probabilidad existirá de deseo de estabilidad” sostiene, y agrega que solo en la física es probable aquello de que los polos se atraen ya que será “difícil construir un proyecto cuando no se comparte el deseo motor.

“Se podría decir que una pareja es el resultado de la construcción de un contexto particular, íntimo, pero ese “nido” se construye con elementos del entorno en el que vivimos. No es muy romántico pero es así, la pareja es una unidad social, pues ayuda a componer la sociedad y se nutre de ella”. 

¿festejamos? sunshine

¿Cuánto nos conocemos?… quizá no sea la pregunta adecuada si ya reservaron mesa este 14 de febrero. Loureiro sugiere revisar la empatía a partir de algunas preguntas básicas que vale la pena responderse con honestidad:

– ¿Necesito abrazarlo/a, tener contacto físico?

-¿Admiro a mi pareja y sigo aprendiendo de ella?

-¿Me cuesta estar separado de ella mucho tiempo?

– ¿Podría llegar a confiarle mi más íntimo secreto?

– ¿Me siento aceptado/a y correspondido/a?

– ¿Disfruto con sus éxitos tanto como con los míos?

– ¿Me ayuda a tener una mejor imagen social estar con él/ella?

– ¿Necesito a mi pareja a mi lado para seguir construyendo mi futuro?

….felíz San Valentín!

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Un beso erótico, clave para festejar San Valentín

Si algo pudiera recomendarle a quienes piensan festejar esta noche el Día de los Enamorados, y quieren que sea una noche especial, diría que antes de gastar plata en una cena o un ramo de flores (que este calor marchitará en segundos), busquen un lindo lugar alejado del mundo y dediquen un momento a darse un beso erótico. No ese beso cariñoso pero acostumbrado, sino el que se dieron al principio. Ese que pone piel de gallina, acelera el pulso cardíaco y desata chuchos de frío y ondas expansivas capaces de llegar a esos rincones pudendos donde se fragua el deseo. Es misterioso y perfecto el mecanismo del sexo. Un toquecito, un roce mínimo basta para desencadenar una tormenta fisiológica, dato valiosísimo a la hora de saber si estamos enganchados o no con alguien, porque el cuerpo nos avisa. Y si avisa, significa que al fin perdimos la cabeza y nos entregamos al instinto, es decir, no especulamos. Sentimos.

A pesar de ser un órgano pequeño los labios tienen miles y miles de terminaciones nerviosas o receptores con poderosa capacidad para transmitir información al cerebro en pocos segundos. Por eso dice la ciencia, y la experiencia empírica (valga la redundancia), de que el beso es determinante a la hora de validar nuestras relaciones, fundamentalmente cuando están por empezar. Cualquiera puede besarte muy bien y dominar la técnica, pero nuestro cerebro acusa recibo. “En los labios se nota con mucha precisión la temperatura corporal de la otra persona, el tono muscular y hasta el estado de su sistema inmunitario a través de los anticuerpos y otras proteínas de este sistema. Además, durante el beso, especialmente con lengua, hay un importante intercambio de saliva que hace que el hombre pase testosterona a la mujer y actúe como una especie de afrodisíaco que activa la receptividad sexual de la mujer. Cuando toda la información llega al cerebro, este valora si le gusta o no, si lo rechaza o lo acepta”, explica David Bueno i Torrens, biólogo y genetista de la Universidad de Barcelona en una linda nota publicada en diario La Vanguardia.

a ver, veamos que hay acá…..Pinterest

Durante ese intercambio de saliva entran en alerta cuatro neurotransmisores básicos, a saber: la dopamina (sensación de bienestar); la serotonina (trasmite excitación y optimismo, a veces también ira y agresión en este caso lo que ocurre es un rechazo a la pareja, dice Bueno); la epinefrina (aumenta la frecuencia cardiaca, el tono muscular y la transpiración, sentimos calor y vuela el corazón); y la oxitocina, que genera apego y confianza. “Lo que percibimos de todas estas reacciones químicas depende del tipo de neurotransmisor, del porcentaje o equilibrio entre ellos y de las neuronas sobre las que actúan”, señala Bueno. Es decir, dependiendo de cuál de ellos domine sentiremos unos efectos u otros, por ello el cóctel es clave para evaluar la “química” con el otro, confirma otro estudio de la Universidad de Oxford.

A los hombres, agrega Bueno I Torrens, un buen beso de lengua puede subirles los niveles del óxido nítrico que relaja los vasos activando el flujo sanguíneo facilitando así la erección, y la feniletilamina, “una anfetamina potente y rápida que estimula el sentimiento de placer, por eso el primer beso de los adolescentes suele ser más intenso y apasionado” explica en la misma nota Jesús de la Gándara, psiquiatra y autor del libro El planeta de los besos. Aunque destaca que no solo ocurre en los adolescentes, según Gándara, también puede darse en adultos, “la clave reside en encontrar a la persona que despierte ese neurotransmisor”.

He ahí el problema. No hay tesoros a la vuelta de la esquina, por eso el que lo encontró, que lo cuide!

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Bastan 36 preguntas para enamorarse de alguien

Me hice (me hago) tantas veces esta pregunta: ¿el amor es algo que sucede, o es algo que se decide? La conclusión cae casi siempre derribada por alguna experiencia personal… y entonces quedo como al principio, perdida en un laberinto de palabras casi tan efímeras como la experiencia anterior. Sucede, sí.  Yo creo en la serendipia (cuando uno busca una cosa e inesperadamente halla otra), pero los sentimientos también puede aflorar de manera menos hormonal, por ejemplo, de la voluntad de querer conocer a alguien.

Adelantándome a “San Valentin” les comparto una nota publicada por una psicoanalista en el diario The New York Times. Mandy Len Catron decidió exprimentar la teoría que desarrolló hace más de 20 años el psicólogo Arthur Aron, que con un formulario de 36 preguntas claves logró que dos extraños se enamoraran en su laboratorio. Aron cree que el amor es un hechizo… que se construye. Basta responder primero a las preguntas y luego mirarse a los ojos por 4 minutos para que el sentimiento despierte, así, “mágicamente”…..¿mágicamente?  Este artículo se publicó en el diario el 9 de enero, y en apenas una semana sumó 5.2 millones de lectores y fue compartido 365.000 veces en Facebook y más de 14.000 en Twitter (acá linkeo las 36 preguntas, por si quieren intentarlo).

El récord de lectores sugiere que, evidentemente, el amor sigue siendo ese laberinto en el que todos necesitamos perdernos…. Suerte!

ojalá seas mi amor y yo deje de navegar sitios, buscándolo… jascha sandles 

Hace más de 20 años, el psicólogo Arthur Aron consiguió que dos extraños se enamoraran en su laboratorio. El verano pasado apliqué esta técnica a mi vida, y por eso acabé de pie en un puente a medianoche, mirando a un hombre a los ojos durante exactamente cuatro minutos.

Dejad que me explique. Unas horas antes este hombre me dijo: “Sospecho que, dadas unas cuantas cosas en común, podríamos enamorarnos de cualquiera. Si es así, ¿cómo elegimos a alguien?” Era un conocido de la universidad con el que me cruzaba de vez en cuando en el rocódromo y que me había llevado a pensar “¿y si?”. Había echado un vistazo a su día a día en Instagram. Pero esta era la primera vez que nos habíamos visto a solas. “En realidad, hay psicólogos que han intentado hacer que la gente se enamore”, dije, recordando el estudio del doctor Aron. “Es fascinante. Siempre he querido probarlo”.

Supe por primera vez del estudio cuando estaba en mitad de una ruptura. Cada vez que pensaba en irme, mi corazón anulaba la decisión de mi cerebro. Me sentía atrapada. Así que como una buena académica, me volqué en la ciencia con la esperanza de que hubiera una forma más inteligente de amar.

Le expliqué el estudio a mi conocido de la universidad. Un hombre y una mujer heterosexuales entran el laboratorio desde puertas diferentes. Se sientan cara a cara y contestan a una serie de preguntas cada vez más personales. Después se miran a los ojos durante cuatro minutos. El detalle más cautivador: seis meses después, dos de los participantes estaban casados. Invitaron a todo el laboratorio a la ceremonia.

“Probémoslo”, dijo. Dejadme admitir que nuestro experimento no se ajusta al estudio. Primero, estábamos en un bar, no en un laboratorio. Segundo, no éramos extraños. No sólo eso, sino que ahora me doy cuenta de que una persona ni sugiere ni está de acuerdo en probar un experimento diseñado para crear un amor romántico si esa persona no está abierta a que suceda.

Busqué las preguntas del doctor Aron en Google; son 36. Pasamos las dos horas siguientes pasándonos el iPhone en la mesa, haciendo las preguntas de forma alternativa. Comenzaron de forma inocua: “¿Te gustaría ser famoso? ¿De qué forma?”. Y “¿cuándo fue la última vez que cantaste a solas? ¿Y para alguien?”

Pero rápidamente se volvieron más inquisitivas. En respuesta a la provocadora “nombra tres cosas que tú y tú compañero tengáis aparentemente en común”, me miró y dijo: “Creo que los dos estamos interesados el uno en el otro”.

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Café y filosofía para solteros en San Valentín

¿Por qué si soy tan inteligente, linda y buena, no consigo pareja?… pregunta que se hace la legión de solteros/as que no quieren estar solos y que quizá, aun sabiendo que es una farsa (síiii), vuelven sobre la cuestión en fechas como éstas, en las que otros festejan el “amor” con velas, bombones y vino tinto. Claro que hay gente felíz que disfruta de su estado y la sexualidad sin las ataduras sentimentales que exige una relación, pero en el fondo la pregunta está, siempre….¿o no?

Una buena amiga que sabe que me dedico a estos temas mandó por mail una invitación interesante para compartir con quienes estarán alone en San Valentín. La gente del Café Filosófico, que desde hace años se junta a departir temas hondos, convoca a los solteros (y a los otros) a una charla abierta sobre el sexo, el amor, las citas y la ciencia que tendrá lugar este viernes 14 de febrero en el barrio de Belgrano. Les voy avisando temprano para que se inscriban, ya que hay cupos limitados, parece.

¿De qué se hablará? “Sin dudas la búsqueda de sexo o de pareja exige un enorme trabajo cognitivo consciente e inconsciente, de modo que la inteligencia tiene un papel importante para jugar ahí”, dice la gacetilla, que a continuación describe algunos de los puntos a tratar: “Nos internaremos en una exploración del universo cognitivo, consciente e inconsciente, detrás de las estrategias de apareamiento de los seres humanos. La habilidad para presentarse a uno mismo como atractivo. La neuroquímica de la confianza. Pensamientos, motivaciones y aptitudes vinculadas con salir victorioso en el juego del apareamiento, ¿Quiénes detectan mejor las infidelidades, los hombres o las mujeres? La función del humor en el cortejo de hombres y mujeres. ¿Qué dicen los estudios científicos acerca de la conveniencia de que las mujeres prefieran como pareja a los hombres que las hacen reír? ¿Cuáles son las mejores frases para el cortejo y cuáles están con mayor probabilidad destinadas al fracaso? ¿Qué hombres y mujeres resultan más atractivos para relaciones a corto y a largo plazo?“, entre otros puntos no menos urticantes.

tan producida, y sin embargo tan solita Foto via thewarmestcolors

Suena un poco enroscado, sin embargo no necesariamente será así. La parte teórica es coordinada por Roxana Kreimer, conocida filósofa y autora de libros como Artes del buen vivir, Falacias del amor, El sentido de la vida y Desigualdad y violencia social, entre otros títulos, y los organizadores aclaran que es una cita para charlar, tomar un café, comer algo rico y, de paso, “hacer sociales”, ya que siempre prima la buena onda y solo habla quien tiene ganas. Por las dudas, hay aire acondicionado y no necesariamente hay que tener experiencia en grupos de reflexión filosófica para poder participar.

Si la fecha les pesa y creen que acá pueden pasarla bien, escriban a cafefilo2013@gmail.com y luego me cuentan…

 

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Hasta George Clooney está solo en San Valentín

Y otra vez, 14 de febrero….

San Valentín se ha hecho para estar en pareja, pero pasan los días y nadie apetecible (y disponible) asoma en el horizonte de tu rutina. Encima hay que ver cómo los acompañados reciben bombones, salen a cenar, escuchan mentiras piadosas y luego quizá hasta tengan sexo “desenfrenado.” Pero a no desesperar. Hasta George Clooney está solito en este absurdo día en el que el marketing mundial nos hace creer que estamos más solos que ayer ….

mejor sola que mal acompañada….o mejor acompañada que sola, y mal? foto Timothy Patrick

El soltero más empedernido de todos (ha dicho que no le interesa casarse, ni ser padre) puso el cuerpo para que todas las chicas sueñen con él, hoy, en el Día de los Enamorados. En una calle de Londres han colocado por dos días un muñeco de cera igualito al actor americano, sentado en una chaise longue, vestido con el traje gris que tan bien le queda y una rosa roja (detalle kitsch) en la mano, listo para que las mujeres de todo el mundo que pasen por ahí puedan abrazar al “hombre ideal.” Ay midió, ¡qué daría yo por abrazarme al de carne!…..

George, solito y esperándote con una floreuropapress 

En fin, si están solitos hoy, nada mejor que un buen trago en una buena barra, con amigos, o alone, de caza….

Cuidado, que se viene San Valentín

Antenoche soñé que los chicos del barrio bajaban a cascotazos al pobre cupido del amor, y que el cupido furioso les gritaba….”¡putos!” (sic), insulto que lamentablemente mal repiten los niños futboleros de esta cuadra de San Telmo.

No entiendo cómo llego a mi inconsciente semejante acto de violencia. Nunca se me ocurriría agredir al pobre angelito. Será que la simpática publicidad del desodorante masculino me quedó grabada en el caché de mi memoria , o es quizá que cené demasiado tarde (y bebí a la par). O bien es el síntoma, el preludio de una fecha enfermiza: San Valentín.

Cuestión es que la casilla de mails ya esplotó de promociones para ponerse al rojo vivo esa noche: escapadas románticas, cenas, velas, lencería, juegos, telos. No soy un ser odioso ni tampoco una agnóstica total, pero miro con desconfianza estas celebraciones absurdas. Una colega española amaneció ayer en su barrio de Canillejas, Madrid, y en el estacionamiento descubrió un coche empapelado con mensajes amorosos escritos en post-it de colores.

yolandaaguilar abc.es

Foto de Yolanda Aguilar, periodista de abc.es

Que la idea es buena, es buena. Es un gesto, una sorpresita. “Ya verás cómo se destruye el hielo que nos separa», «tus ojos son destellos», «guapa, guapa, guapa. No, impresionante». «Has detenido mi tiempo»… escribió el supuesto fulano que ya no sabe cómo conquistar a la dueña del vehículo, que parece ignorarlo.

Y no es para menos, el sujeto parece ser alguien de ideas fijas, y no hay nada más insoportable que un “palomo de plaza”, perseguidor, insistidor. En fin, ¿qué haremos esa noche para conseguir una mesa libre en un bar? no salir, o armarse de paciencia… y esperar que la flecha nos pegue dónde debe.