Cuando una serie de Netflix me atrapa siento el mismo impulso que ante un kilo de helado: me lo como todo junto y en el momento. Así fue como en tres madrugadas vi las seis temporadas de Drop Dead Diva, una historia que aún en su bobez resultó interesante y aguda.
Si no la vieron trata de una rubia superficial aspirante a modelo y con novio abogado muy espléndido.Un día por mirarse las uñas mientras conduce, la rubia muere aplastada por un camión de naranjas, al tiempo que del otro lado de la ciudad una abogada brillante y gordita recibe un disparo de muerte por error. Cuestión es que la rubia va al cielo, pero como no quiere estar muerta pide volver a la tierra, y logra regresar pero en el cuerpo de la abogada brillante y gordita. La modelo ahora es profesional, inteligente y tiene sobrepeso. La discriminan por su cuerpo, la veneran por su cerebro, y en medio de todo eso intenta definir su doble identidad.
Los episodios abundan en los complejos laberintos de la amistad entre mujeres y la sexualidad femenina, de hecho quedé encantada con un capítulo en el que Jane debe asistir legalmente a su verdadera madre, una profesora de danza que cae presa por contratar los servicios de un joven prostituto. Cuando la mujer está ante frente el juez sufre un orgasmo repentino. Entonces confiesa que semanas antes se había sometido a la técnica del G Shot, y que estaba pasando las secuelas del post quirúrgico.
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Pause. Inmediatamente busco en el mataburros (Google) que es G Shot. Podía ser que fuera un gag de la ficción, pero hete ahí que esta intervención quirúrgica existe en EEUU y se practica en mujeres que han perdido el deseo sexual.
El gran descubrimiento se lo debemos a un médico ginecólogo llamado David Matlock, autor de una técnica que consiste en incrementar el tamaño del Punto de Gräfenberg o Punto G situado entre el hueso púbico y el cuello uterino, a unos tres centímetros de la vagina, mediante una inyección de ácido hialurónico. Con este método se consigue aumentar la superficie del Punto G para que pueda recibir estimulación directamente y así producir una sensibilidad extrema, dice el sitio del médico. Un estudio realizado por el Instituto de Rejuvenecimiento Vaginal en Los Ángeles, California (donde trascurre la ficción) afirma que el 95% de las pacientes tratadas tuvieron mejores orgasmos y recuperaron las ganas perdidas. Creer o reventar.
Lo cierto es que la ciencia se ocupa cada vez más de la vida sexual de las personas, tratando de que sea plena, sana y sin fecha de vencimiento. Qué sería de la humanidad sin recursos como éstos. Lo que no tiene arreglo por ahora es el mercado sentimental, sin dudas. A la madre de la protagonista de Drop Dead Diva no le queda alternativa (a sus 55 años) que ir a fiestas para cougars, pues como bien explica la señora, los candidatos de su edad andan correteando criaturas. De modo que tanto el G Shot como el Sildenafil (Viagra) tienen una eficacia limitada.
Pero mientras tanto que siga la fiesta, claro.