Playboy vuelve a publicar desnudos en sus páginas

Hace un año, cuando todo indicaba que ya habían perdido demasiados lectores, la eterna revista Playboy decidió eliminar los desnudos de sus páginas y volverse más intelectual y sugerente, convencida de que lo que sobra y ya no sorprende a nadie en este mundo hiperconectado es, justamente, el cuerpo desnudo. Las partes pudendas de hombres y mujeres se han viralizado, entonces, qué revolución pueden causar la vista de un pezón, unas nalgas desabrigadas o un miembro viril en estado de alerta. Nada…o todo! Eso entendieron los nuevos editores de la revista más hot de la historia, que calladitos han retomado la senda que le dio sentido a su existencia, pues al fin y al cabo las redes sociales no han hecho sino “democratizar” el voyeurismo, quizá la práctica sexual más antigua de todas, junto con la masturbación.

Los diccionarios aprobados coinciden en señalar que se llama así la conducta o comportamiento que consiste en buscar placer sexual en la observación de actos sexuales ajenos, y eso se extiende a la contemplación de imágenes. Cuando visito algunos sitios de Internet, en mi caso, siento algo de morbo y placer al mirar esas bellísimas escenas eróticas magnificadas por la lente de los grandes fotógrafos. Recuerdo que siendo muy chica mi padre, que era un lector exquisito, insitió en que leyera El Infierno, de Henri Barbusse, una novela que describe como ninguna otra la personalidad del voyeur. Un provinciano de treinta años llega a una pensión en Paris y un día descubre que en la pared del dormitorio hay un agujero que le permite ver la habitación vecina. Espiar a los distintos huéspedes se vuelve su obsesión y única tarea, convirtiéndose el cuarto contiguo en el verdadero escenario de las pasiones y miserias humanas.

Quizá el libro ya ni se consiga en las librerías, pero para qué buscarlo, si tenemos a Instagram y Facebook, las versiones contemporáneas del “infierno” cotidiano de millones de individuos.

La psicología dice que espiamos porque queremos lo que no tenemos.
También que el voyeurismo es una parafilia de lo más común, pues inevitablemente sentimos placer al espiar a otros en la cama o desnudos. Se da en la tierna infancia y en adultos que han tenido una educación estricta, sobre todo en hombres. “Desde el punto de vista psicológico se ha logrado investigar que más del 90% de los heterosexuales voyeuristas tienden a ser hombres inseguros, tímidos, con dificultades para hablar con mujeres (lo que hace que las espíen para lograr una erección).

Cuestión es que mirar cuerpos desnudos en cualquier soporte nos excita, y en cualquier caso, nos beneficia. “Seré el primero en admitir que la forma en que la revista retrataba la desnudez estaba pasada de moda, pero eliminarla por completo fue un error”, dijo en tono arrepentido Cooper Hefner, jefe creativo de Playboy e hijo del legendario fundador, Hugh Hefner. “La desnudez no era el problema porque la desnudez no es un problema. Recuperamos nuestra identidad y reclamamos quiénes somos.”

Lo que si ha cambiado es el estilo, al menos los títulos caen justo ahí donde todos querriamos ver….

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Para la gente joven el sexo es vintage

El sexo es vintage. Lentamente está pasando de moda, aun cuando nunca hubo tanta oferta ni fue tan fácil conseguirlo como en este siglo XXI. No porque sí la revista Playboy ya no pone chicas desnudas ni en su portada.

Me atrevo a decirlo en un momento en el que las redes sociales han multiplicado las posibilidades de cualquier ser humano de acceder a un encuentro casual. Ahora que tenemos porno casero hasta en el celular, y ahora que hasta en el anuncio de galletitas hay un mensaje erótico encriptado. Ahora que al fin las escuelas entendieron la necesidad de la educación sexual (en el mundo, acá nos falta), y que somos un poco más conscientes de las pestes que podemos pegar si no usamos protección. Ahora que hablamos libremente de lo que nos gusta y lo que no, que habemus Viagra y vibrador a control remoto, que tenemos coach y robots, y que las mujeres se han emponderado en la cama también. Cualquier día de éstos el Papa pide que usemos condones!!!

Para mí que los primeros síntomas de ese hastío incipiente se dieron en Japón, donde hombres y mujeres se tocan cada vez menos, y a cambio crecen el onanismo, el consumo de juguetes y esas prácticas estrambóticas que no incluyen penetración ni ninguna otra clase de contacto. La decadencia mayor la sufre el cine XXX desde que cualquiera puede filmarse un videito en casa y subirlo la red para que lo vean los amigos.

 ....amor, nada más…

La confirmación palmaria del que el sexo per se nos tiene un poco podridos surge de un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista Archives of Sexual Behavior, que difunde la mayoría de los estudios y ensayos científicos de institutos y universidades de Estados Unidos y el mundo. La investigación demuestra que la gente nacida en las décadas de los 80 y los 90, es decir los millenials, tienen menos relaciones sexuales que sus padres y abuelos. No es que no las tengan, tienen menos, y con complicaciones.

Y como no. La sobre información y el bombardeo de imágenes han resultado un bumerán para el deseo. En vez de darnos ganas nos dió pánico escénico. Frustraciones, y en el peor de los casos, depresión. Eso no solo le pasa a los jóvenes. “El sexo no es nada” me dijo una vez un seductor serial que solía acosar hasta las mujeres de sus amigos, mientras los sábados por la noche se hundía en la soledad de una cama King Size y el plasma más grande de todo Miami. 

Y es que tarde o temprano todos acabaremos descubriendo que lo único que necesitábamos era una buena conversación.

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Ya no habrá chicas desnudas en la nueva Playboy

¿Quien no entró alguna vez al cuarto de sus primos o hermanos y encontró en la mesita de luz una pila de revistas con fotos de chicas desnudas? Bueno, esa época terminó ( y mejor no mencionarla, porque delata que hemos pasado los 40!!).

Ahora habría que hackearles el celular para espiar los videos porno que consumen, porque convengamos que cualquier ser humano que tenga un teléfono conectado está a un clic de cualquier tipo de contenido sexual que se produce en el mundo, acabando así la tecnología con esas fabulosas publicaciones nacidas en los albores de la liberación femenina, y que tan bien “acompañaron” a una generación de onanistas en la intimidad de la ducha. Chau rubias platinadas, conejitas con labios de plástico. Playboy, la revista líder del segmento, vuelve al quiosco con aires de carmelita recatada. Quien diría que después de darle tanta manija al tema, terminaría cayendo en su propia trampa, y viéndose superada por la oferta de pornografía que circula en la Web.

Tras anunciar públicamente que no habría más desnudos completos en sus páginas, la revista fundada por el inoxidable Hugh Hefner a mediados del siglo pasado, volvió reciclada al mercado editorial hace un mes, con la imagen de la primera playmate tapada y no blonda de su historia, una divina morena vestida con camisa blanca y ni un cuarto de pezón a la vista. “El mundo está cambiando. Espero que esto atraiga a nuevas miradas y un nuevo lectorado a la revista”, dijo la chica en la fiesta de lanzamiento meses atrás.

Y si. De tirar 5,6 millones de ejemplares Playboy pasó a vender menos 800.000 en los últimos años, por lo que su líder, este personaje de 89 años enfundado en una clásica bata de raso negra, accedió al cambio, según explicó el nuevo director, Jason Burhmester. El objetivo es ambicioso: captar el morbo de un lector de entre 18 y 30 años, hombres que viven a la ciudad “y tienen trabajo”. Para eso se han propuesto profundizar en los textos, en definitiva, tal como lo pensó Hefner al principio, en su primera carta editorial de 1953: “Si eres un hombre entre 18 y 80 años, Playboy está hecha para ti. Nosotros disfrutamos mezclando cócteles con un aperitivo o dos, poniendo música de ambiente e invitando a una conocida para charlar sobre Picasso, Nietzsche, jazz, sexo…”.

Sin dudas, un triunfo del erotismo por sobre la pornografía, en buena hora!

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Aplicaciones eróticas del último iPhone 6

Mi amiga María anda feliz con el Iphone 6 que consiguió importarse desde Miami. Ya descubrió algunas de las múltiples utilidades del chiche nuevo pero, hete aquí que quizás no sepas, amiga, que si quisieras con este aparatillo también podrías develar secretos ajenos. Claro, eso requerirá de tus habilidades de espia

En las redes sociales ya es furor el video de la modelo Jessi June, una chica pulposa que decidió mostrar la diferencia que existe entre los pectorales naturales y los falsos mediante la capacidad del iPhone 6 de realizar vídeos a cámara súper lenta, a 240 frames por segundo. La modelo – que posó para Playboy, Penthouse, Maxim y Hustler, entre otras revistas del género- es graduada universitaria pero se ha dedicado a sacarle provecho material a sus dones que, según se observa en la imagen, son originales.

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