Adiós, querido Rolls Royce

-Vos podés tener al tipo que te dé la gana. Miráte bien ¡sos una preciosura!, la clase de mina que uno llevaría al Sheraton… ¡dejáte de perder tiempo con ese infeliz!

Así me hablaba mi amigo Cacho cuando entre tango y tango yo le preguntaba sin disimulo dónde y cuándo había visto al impresentable, ese desconocido que una noche en Niño Bien me despabiló para siempre las hormonas.

-No lo ví, y no seas estúpida. ¡Dios mío, si yo tuviera 30 añitos menos! ¡y con todo lo que ya aprendí sobre las mujeres!

Foto Graciela Calabrese/La Nación

Nunca supe su nombre de pila. Era Cacho, el hermano del Nene, y fue el primero de “los próceres” que me cabeceó cuando yo todavía era una obsesiva aspirante a bailarina, llena de voluntad pero con poca chance de alcanzar las grandes ligas. Entonces, hace más de cinco años, buscaba la perfección en la técnica ignorando que la clave de todo estaba ahí nomás, en el abrazo. Pero a eso uno lo aprende mucho después de trajinar pistas y pagar clases.

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Organizamos tu debut

Si alguna autoridad sanitaria lee este post, me gustaría aportar una idea que considero útil e inteligente, y que viene a cuento de algo que escuché en una sobremesa de domingo hace tiempo ya: a muchos padres ahora se les ha dado por participar activamente del debut sexual de sus hijos.

El hijo de la prima de mi amiga Inés tiene 16 años (ahora quizás 17) y había empezado a noviar con una compañerita de colegio.  Al cabo de unos meses, viendo como cada sábado ardía el sofá en el que los menores se enroscaban frente al televisor encendido, los padres decidieron que antes de terminar en un albergue transitorio y pasar por alguna experiencia traumática, lo mejor era ayudarlos a ingresar en la vida sexual por el camino menos bizarro posible. La noche señalada encerraron la mascota en el garage y liberaron la casa, previa organización de una cena romántica, sin alcohol pero con velas, música suave, pétalos de rosas y pancarta de bienvenida sobre la cama matrimonial, más la obligada cajita de Tulipán apoyada sobre el despertador de la mesa de luz. Al día siguiente hubo almuerzo familiar con brindis y palabras emotivas del abuelo, que beodo de alcohol y sueño se puso a recordar los detalles de su primera vez.

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Contigo en la distancia

La luna iba trepando por las terrazas de mi barrio, redonda y anaranjada como una pastilla de Redoxón, mientras yo ponía la mesa y calentaba un arroz primavera para mi amigo Gustavo, que tiene 42 años y le encantan las arvejas. Pero el paisaje lunar me puso sentimental y, en consecuencia, la cena se pegoteó. En fin. Cuesta caro extrañar a alguien, más si esa persona está lejos. O peor, si nunca estuvo cerca.

De todos modos prefiero añorar al individuo a tener que experimentar con la tecnología amorosa para calmar su ausencia física. Me sentiría bastante patética sentada frente a una Webcam y mirando en la pantalla a mi amante desnudo haciendo movimientos epilépticos, porque en casa la banda ancha anda bastante mal y se corta a cada rato. Pero entiendo que esa virtualidad es muy útil para las parejas que por causas ajenas a su voluntad deben vivir separadas, así que celebro el avance del erotismo informático. Parece que la calidad de los orgasmos a distancia puede mejorar si prospera el Mutsugoto, un invento del artista contemporáneo Tomoko Hayashi, y que se presentará en sociedad en el próximo mes de agosto en el Festival de Edimburgo. Hagan click aquí.

Por si no vieron el video les cuento que la pareja debe acostarse en camas separadas y colocarse unos anillos que son detectados por una cámara que sigue los movimientos de la mano. Estos movimientos se transmiten y proyectan en forma de rayos lumínicos sobre el cuerpo del ser amado, asi esté uno en Tokio, y el otro en Merlo. Esos rayos aparentemente despiertan cosquillas, o cosas así. Como dije antes, soy chica de consuelos más bien discretos. Por el momento prefiero (entre otras cosas) escuchar a Luis Salinas en este bolero que chorrea de pasión. ¿Qué me dicen?

Cómo tener un hombre a los pies

Como dije en uno de los primeros post de este blog, creo que nuestro destino es la incomunicación: mientras algunos de mis amigos varones piden que escriba un decálogo o un manual de instrucciones básicas para entenderse mejor con las mujeres, las mujeres no ahorran esfuerzos por encontrar un hombre interesante, o uno disponible y a quien querer, que no es lo mismo.

Hurgando en la Web, mi amiga Laurita ( y vecina de blog http://blogs.lanacion.com.ar/ecologico) encontró esta noticia que abona esa pesimista teoría del eterno desencuentro. Parece que en México acaban de sacar al mercado un zapato que estimula en las usuarias la producción de feromonas, hormonas que atraen al sexo opuesto, es decir, gente masculina. “Basta con dar unos pasos para que se desate el torrente de olores” (mientras no liberen otros aromas indeseables), asegura Guillermo Sánchez, gerente de mercadotecnia de Emyco, la firma inventora y fabricante.

Foto Agencia EFE

Sánchez dice que el milagro se produce gracias a unas plantillas estratégicamente colocadas para que entren en contacto con las fibras nerviosas de la planta del pie y estimulen la producción de feromonas que provocan en el cerebro de los individuos que las captan la liberación de otras hormonas, causantes de un estado de excitación inconsciente (lo mismo prometen esos perfumes que venden en los sex shops).

El objetivo de este invento, cuyo precio oscila entre los 30 y 40 euros, son las mujeres activas de 25 a 40 años, solteras y no, que buscan sentirse más sensuales y seguras a la hora de atrapar un candidato, explicó el fabricante. “Ya hay plantillas que estimulan la relajación o incluso la pérdida de peso, pero ningunas la atracción del sexo opuesto”,  y aclaró que por el momento “sólo se pueden comprar en México”.

Dicen que antes de ponerlos a la venta un grupo de damas probó su efectividad, aunque la empresa no detalló qué tipo de resultados les dió.

La dieta orgásmica y los afrodisíacos argentinos

Me pone contenta levantarme por la mañana y encontrar sus comentarios en el blog, (¡Fritania volvé que te extraño!, ¿y dónde está Maju?,) y sobre todo comprobar que la mayoría de ustedes son observadores, inteligentes y directos. Y que, como a mí, en materia de sexo, no les va cualquier cosa. Me refiero a que no son de tragarse cualquier sapo. 

 

                                                       Flickr Santocielo

Lo digo a propósito de una simpática reunión de té a la que asistí días atrás, donde se habló de afrodisíacos y dieta orgásmica, cosa que sinceramente considero un blef, con el perdón de los sexólogos, los chefs y la ciencia moderna.

La psicología define como afrodisíaco a aquellas drogas o sustancias capaces de inducir a la lujuria carnal, porque se espera que al ingerir el producto, el apetito sexual despierte con más voracidad que la habitual. Desde el Kamasutra y hasta en la Cosmopolitan sugieren consumir ciertos comestibles y preparar con ellos recetas magistrales para alcanzar esos orgasmos epifánicos y mejorar el rendimiento en la cama… pero, yo digo, ¿cuánto hay que comer para que te dé resultado?, ¿toda una vida? No me veo. María Luisa intentó durante un mes con una dieta publicada en esas revistas que uno lee por default en la peluquería, pero terminó con la Hepatalgina en la cartera y un trasero como para veinte cubiertos. Y lo otro, de la excitación desenfrenada, nada. No tiene necesidad, pero ella siempre quiere más, la muy glotona.

 

                                                                       Flickr Aristocrat 

 

En fin. Quizás no deberíamos depositar tantas expectativas en una nuez, una ostra o una barra de chocolate. La inglesa Marrena Linderg en su libro La dieta orgásmica, que ha causado furor en Inglaterra, dice que con solo ajustar o equilibrar la alimentación diaria podremos conseguir salud, es decir, vigor, léase, una mejor sexualidad, pues, agrega, los afrodisíacos son solo una sugestión, una predisposición psicológica.  

Nuestra teolósofa anfitriona contó esa tarde que en Oriente le atribuyen poderes erotizantes a varios blends de té, como los que llevan canela y nuez moscada. Para esos mismos fines en Africa le dan al té de menta y al de pétalos de rosas, y al Soul Mates Tea (Té de las almas gemelas) preparado con especias y trocitos de una planta llamada Roibus (una deliciaaa). Pero acá nomás crecen el Baila Bien y la Cola de Quirquincho, yuyos menos glamorosos pero consumidos religiosamente en las provincias, cuando el “espíritu” está “mustio”.  

Todo estuvo muy rico, pero bebí mi té convencida de que no hay afrodisíaco más efectivo que la imaginación. Era muy tarde cuando salí de la reunión y subí a un taxi. En todo el viaje no dejé de admirar las manos del conductor… ¿habrá sido el Soul Mates?

La mirada de los otros

“¡Estás loca!”

“¡Qué atrevida!

“y… la verdad es muy fuerte, me cuesta verla. Me quedé helado cuando abrí el blog”  

“¿qué se te pasó por la cabeza para subir una foto así?”

“es fuerte para mí, me da cosa twitear el post a mis amigas…”

“che, ¿pero qué es eso? ¿un pene?”

“Amandaaaa….”

Entre otras cosas, la Teoría de la Gestalt dice que el ojo humano tiende a ver las cosas en su forma completa. Aunque a lo que vemos le falte una parte, el ojo lo captará entero. Enterito. Una mesa tiene tres patas, pero nosotros sabemos que tiene cuatro, por eso, vemos cuatro.

Mis amigos y colegas vinieron ayer espantados hasta mi escritorio. No podían creer que bajo la piel de esta chica sumisa, encantadora y ubicada que soy, hubiera una enajenada capaz de semejante desborde: subir a la Web la foto de un miembro masculino sostenido por la mano de una mujer, y de uñas rojas.

Pero, a ver….¿ustedes qué ven?


… eeeepaa. Sí, vuestra percepción visual está perfecta. Se trata del antebrazo de un hombre en la penumbra, y una mujer presionándolo a la altura de la muñeca. Pero tan maravillosamente fotografiado está, que parece un miembro. Yo nunca lo dudé, y básicamente porque no creo que la naturaleza haya dotado a nadie de semejante gigantografía genital. 

No quiero hacerme la reflexiva, pero creo que tanto el espanto como la soledad son el resultado de nuestra a veces frágil o nula capacidad de darle a todo una segunda oportunidad, es decir, sin el bendito juicio a priori. Las cosas pueden ser menos graves, o distintas, a partir de una relectura, de una nueva mirada. Lo mismo ocurre con las personas. Siempre resultamos mejores de lo que pintamos en la primera impresión. Es cuestión de dar (y darse) otra chance. 

Y ustedes, ¿qué piensan?

La soprano más hot

No creo que exista una soprano más sexy que la rusa Anna Netrebko. Adoro a esta mujer que le quitó el spray a los personajes femeninos de la ópera, siempre tan peinaditas y tiesas. Dueña de una voz suntuosa y oscura, esta belleza de 40 años despliega un inquietante erotismo en el escenario, y como admite que le encanta vestirse alocadamente, apenas puede aparece lo más desnuda y sugestiva posible, como en Manon, donde luce portaligas y baby doll. En este video (no es muy bueno, pero es el mejor que pude conseguir, pues en Youtube ya no está) canta Canción a la Luna, de Dvorak, mientras flota sobre una concha de plástico chupándose los dedos y tocándose delicadamente, quizás evocando un sueño tan vívido como ardiente. Una delicatessen para empezar la semana.

PD: dejen que cargue bien el video, está muuuuuy lento

Plumas en la pista

Si fuera por María Luisa el negocio de la lencería erótica estaría fundido. Hace unas semanas le pedí que me acompañara a la presentación de Dolcediva, la nueva marca de ropa interior que promociona la sexóloga Alessandra Rampolla, que dicho sea de paso está mucho más linda desde que adelgazó 35 kilos. La portorriqueña sugiere que las mujeres deberíamos usar estas prendas a diario, sea para ir al mercado o al trabajo, porque “el estilo, así, medio putonga chic, ayuda a sacar la diosa erótica que tenemos dentro”…

Ajá.Y dió precios.

¿¡Cuánto!? Nooo… es tirarle margaritas a los chanchos, ¡y con lo poco que dura puesta! Encima son incómodas, esas bombachas se te “incrustan” de tan chiquitas, los corpiños son para anoréxicas y los encajes pican de tan berretas. Mirá querida, yo a la creatividad la pongo en la cama. No pago ni 30 pesos. Acordáte de lo que me pasó en Canning con la tanga negra“… vociferó mi amiga, mientras yo intentaba taparle la boca con un saladito de polenta y salmón.

via The Code: 831

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Lo que quieren ellos

Mientras pensaba el contenido de este blog decidí hacer una mini encuesta entre mis amigos varones para saber qué les interesaría leer sobre el tema. No sé nada sobre cuestiones de género, pero nunca creí demasiado en aquello de que “todos los hombres son iguales”, simplemente porque la mayoría de los ejemplares que conozco son tipos excepcionales … tan excepcionales como desconcertantes.

¡¿Leer?! nena, ¡yo quiero veeerrr, no leer!, ¿entendés la diferencia?” me ladró Quique, haciendo montoncito con los dedos. Decido ir a preguntarle a Hugo, hombre sensible, culto y criterioso al que adoro…y que se sumó a la moción anterior. Carne, tiene que haber carne, sino para qué” (minas desnudas, digamos). Vuelvo al escritorio revolviendo mi té y le pongo un chat a Ignacio, que directamente me pronostica un fracaso si no incluyo historiasbien hot y en primera persona, o mejor, mis aventuras en la cama. Luis, que acaba de divorciarse, puso la cuota desopilante:“le hace falta poesía, el sexo es poesía”… ¿Eh? ¿qué tomaste vos? ¡con ese verso retro no vas a conseguir ni solo un polvo!, contesté conteniendo la risa (después me dió culpa). A las pocas semanas subo al ascensor y ahí estaba Tute. Genial y gentil, recordó que hacía tiempo tenía guardado un dibujito, nunca publicado y muy oportuno para el blog. Abro su mail esta mañana, y doy con la conclusión de mi encuesta: van a pasar otros miles de años, y hombres y mujeres seguiremos desencontrados. ¿Estoy equivocada?

www.tutehumor.com.ar