Twindog, la app de citas para mascotas y sus dueños

He pasado una tarde encantadora en la plaza del barrio compartiendo anécdotas y consejos de tipo veterinario con dos espléndidos propietarios de perros. Uno más lindo que el otro, ellos y sus canes, porque es bien cierto que se parecen indefectiblemente unos a otros. 

Sin dudas, en esta era, para conseguir sexo o amor tambièn hay que tener mascota, pues en el parque puede estar paseando tu alma gemela. Uno puede bajar a medianoche en pijama o a medio vestir con el sobretodo mal prendido, sin haberte peinado ni fregado los dientes, que siempre habrá en el recorrido algún corazón compatible capaz de verte atractiva, aún bajo ese aspecto de abandono. He sido consecuente con esta idea publicando toda clase de noticias vinculadas a las citas y a los amantes de los animales, pero ahora vengo a enterarme, entre otras cosas, de que existe Twindog, oseáse, el Tinder para perros y dueños de perros. Claro, llegué casa y lo bajé enseguida. Ahí estamos ahora, mi pequeña vecinita y yo, atentas a lo que depare esta red social perruna que funciona igual que Tinder solo que el protagonista del perfil es el pichicho. Hay que bajar la app, subir la foto del can, escribir una frase de presentación que represente a ambos y establecer las preferencias, que en este caso son bastante amplias. Uno puede buscar hombres, mujeres y parejas dentro del radio que a uno le interese, y si la meta es conseguirle una “relación estable” a la mascota, también funciona para tal fin.

cuidado con el perro Helmut Newton

Yo me había dado de baja de todas las redes del mercado, pero a ésta le puse fichas. Claro, hay que hacer un esfuerzo enorme para imaginar qué clase de individuo se esconde detrás del animalito, por ejemplo, de un schnauzer gigante con anteojos espejados, un bóxer con sonrisa fotoshopeada o un pitbull que conduce una lancha, pues así de caricaturizados vienen los candidatos (igual que en Tinder). Sin embargo la app tiene sus ventajas.

En principio, si sos bichero ya es algo muy importante en común; segundo, los temas de conversación para romper el hielo son fáciles: a qué plaza vas, si tiene paseador, si está castrado, si duerme en el sillón o en la cama, cuántas veces sale a hacer pis etc. etc. etc. Plis, a los de la plaza, bájen Twindog si leen esta nota!

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Los hombres que aman los animales son más sexys

Cuando hago casting en los sitios de citas suelo detenerme en los perfiles de “candidatos” que posan con la mascota, pues aunque algunos de ellos luzcan medio bizarros me conmueven los hombres que quieren a los animales. Imagino que serán sensibles, o al menos personas capaces de amar. Últimamente me cruzo en el barrio con muchos que pasean galgos recuperados de las carreras clandestinas, y eso me toca al corazón. Me paro a hablarles, y puedo ver sus sentimientos en los ojos agradecidos de estos sufridos animalitos. Me he puesto medio tonti, pero soy de manual, quévaser!

No soy la única. Una investigación de Dogs Trust, la mayor protectora de animales del Reino Unido, concluye que los hombres que aman a los perros son más sexys a los ojos de las mujeres, es decir, tener un can (y quererlo, pues si algo se nota es el cariño falso) podría aumentar tu sex appel. Al decir del estudio, las mujeres consideran que los bicheros son más fieles, sexys, inteligentes, exitosos, cariñosos, interesantes y seductores, y sobre todo más responsables, pues hay que ocuparse de las rutinas del pichicho, sacarlo a hacer caca, a pasear, vacunarlo, asearlo, darle de comer, en síntesis, comprometerse con una vida que no es la propia. Esa percepción no es tan equivocada.

Un estudio publicado en Journal of Personality and Social Psychology sostiene que quienes viven con “otros animales” tienen mejor estado físico, la estima más alta, tienden a ser menos solitarios y temerosos, y más extrovertidos, lo que redunda en un estado psíquico aceptable, lo que ya es mucho! Se supone que compartir la vida con un animal despierta cierta empatía que luego trasunta en las relaciones interpersonales. Además los mascoteros se enferman menos, resuelven las diferencias con sus pares de forma más pacífica y tienen, en general, una mejor vida. Son gente paciente y capaz de demostrar sus sentimientos, dice la encuesta de Dogs Trust.

En fin que si te he conmovido y querés adoptar una mascota, preferentemente que sea callejero, o bien un galgo. O un gato, nada como los felinos!

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El nuevo “tercero” en discordia: el perro

Un desgraciado dejó al perro encerrado en el balcón los cuatro días de Pascua, arruinándole la vida a los vecinos y al pobre can, que lloró y aulló desgarradoramente hasta quedar mudo. Luego de algunas gestiones logramos que interviniera la policía, y ante la posibilidad de que el chucho quedara a su ya pèsima suerte ofrecí llevármelo a casa, hasta el regreso de su dueño, pues planeo decirle todo lo que pienso. Tener al can conmigo significaba suspender una cita que me importaba, pero opté por el perro, qué duda cabe. Cuando le comuniqué esto al susodicho, no me creyó. Y no….

Hoy leyendo diarios del mundo encuentro una nota preciosa sobre los nuevos terceros en discordia: las mascotas. Muchas parejas consumadas y relaciones en ciernes rompen o desisten por la importancia que algunos le dan a los animales en su vida.

ya llegará alguien que nos quiera…

Reconozco que los prefiero. Siguen siendo los únicos seres capaces de dar amor verdadero, pero… bueno, cada cosa en su lugar. Una española cuenta en el artículo que viajó km para estrenar a su partner y cuando llegó a la casa del hombre fue recibida por un cusco petiso, muy amable. “No me gruñe ni me ladra, pero pronto descubro su perversa forma de ejercer violencia: cada vez que nos damos un beso, se sienta delante de nosotros, empieza a gemir y su dueño decide que hay que sacarlo a que haga sus necesidades (esto sucede unas 20 veces al día). Lo peor de todo es que a su propietario le parece de lo más normal. Por la noche, cuando estamos enredados en la cama, siento que algo salta sobre nosotros, ¡es él otra vez! Pido socorro. Y cuando intentamos dormir, ¡se sube de nuevo! Las horas de la jornada están regidas por sus ritmos: comer, salir, jugar… Así que el segundo día entro en crisis y me planteo volver a casa. La situación es insoportable”.

hagan lo que quieran, yo de acá no me muevo…

….já! Peor hubiera sido desayunarse con un Pitbull o con un Danés, de esos que ocupan media cama y hacen deposiciones dromedarias en el jardín.

“Esta escena resulta mucho más real y frecuente de lo que cabría pensar” dice en la nota la etóloga Paula Calvo, bióloga experta en el conducta animal de la Universidad de Barcelona. “Generalmente el problema no son los animales, sino las personas” agrega la especialista. Según un estudio de Associated Press y Petside.com realizada por GfK Roper Public Affairs and Corporate Communications, un 14% de las personas antepondría su can a cualquier otro ser, y un 50% se lo llevaría a una isla desierta. Los solos son más proclives a elegir la mascota por sobre el sexo: el 25% de los solteros consultados, comparado con un 8% de los casados, según la encuesta. De esta manera, no son pocas las parejas sentimentales que se quedan varadas en tierra, o en el sofá, a causa de gatos, perros y demás animalitos domésticos. La etòloga recuerda el caso de una chica que había dormido con su perro desde que era cachorro. “El día que se echó novio, cada vez que él intentaba acercarse a la cama tenía al animal enfrente enseñándole los dientes. Ella tuvo claro desde el primer momento que había que reeducarle, aunque pasó un tiempo hasta que lo consiguió. El chico tuvo que armarse de paciencia hasta que consiguieron que el perro se bajara de la cama, y solo entonces pudo llevar una vida normal con su novia.”

los tres, o nada… Fotos via Le chat noir

En fin. Estoy entre quienes tienen entre sus criterios de exclusión a aquellos individuos incapaces de compartir la vida con una mascota…

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