Subastarán un video erótico de Marilyn Monroe

La bella y pobre Marilyn Monroe nunca descansará en paz. A la cantidad de imágenes y documentos sobre su vida que han enriquecido a decenas de fotógrafos y escritores desde su muerte, hace 51 años (se cree que las empresas que hacen negocio alrededor de su imagen facturan más de diez millones de dólares anuales) ahora se suma un supuesto vídeo en el que aparecen la rubia, John F. Kennedy y su hermano Robert Kennedy manteniendo relaciones sexuales, en dulce trío.

El propietario de la cinta sería un ex guardaespaldas de estrellas de Hollywood, un tal William Castleberry quien dice haberla conservado e incluso haberla grabado él mismo, supuestamente, en casa de la malograda actriz. Lo que no ha trascendido son los detalles, cómo hizo para filmar etc etc. El hombre asegura que no tenía ninguna intención de sacar a la luz el documento, pero meses atrás la justicia le incautó un conjunto de bienes debido a una multa impaga de 200.000 dólares que le fue impuesta por vender una obra de arte falsa, lo que hace dudoso el contenido del vídeo. Entre esas cosas iba la cinta, que algo de cierta ha de ser ya que será subastada este martes 4 de marzo.

divina, y un gran enigma Foto Gza Getty Images  

Según confesó el hombre, un señor octogenario, nunca tuvo interés en dar a conocer el material por respeto al ex marido de la actriz, Joe DiMaggio, que fue su íntimo amigo. Ahora se ha propuesto reunir el dinero para pagar su deuda y recuperar el preciado documento antes de que salga a la venta porque, aseguró, aunque nadie lo crea, definitivamente Marilyn aparece en la cinta.

 

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El sexo en el matrimonio, según Marilyn Monroe

Este domingo se cumplen 50 años de la muerte de la inolvidable Marilyn Monroe. Para recordarla les comparto acá un fragmento de su biografía, My Story, (Editorial Global Rhythm) que la rubia escribió cuando tenía 28 años, pero que se publicó 12 años después. Lúcida como pocas, he aquí una apreciación sobre el matrimonio y el sexo…

“Finalmente decidí que los chicos me perseguían porque era huérfana y no tenía padres que me protegieran o los ahuyentaran. Esta idea hizo que me volviera más fría con la cola de admiradores. Pero ni la frialdad ni el desdén ni el ‘vete de aquí’, el ‘no me molestes’, el ‘no tengo la más mínima intención de besarte con los labios abiertos’, ninguna de mis actitudes glaciales cambiaron el panorama. Los muchachos siguieron acosándome como si fuera un vampiro con una rosa entre los dientes. Las chicas eran otro problema, pero un problema que podía comprender. Con los años sentían cada vez más aversión hacia mí. Ya no me acusaban de robar peines, centavos o collares, ahora me acusaban de robar hombres. Tía Grace propuso una solución para mis penas: —Deberías casarte —me dijo”.

eterna y divina... foto Gentileza Cordon Press

“Me casé con Jim Dougherty. Fue como retirarse a un zoológico. El primer efecto que tuvo el matrimonio sobre mi persona fue el de aumentar mi desinterés por el sexo. Mi marido no se preocupaba o no se daba cuenta. Ambos éramos demasiado jóvenes para discutir abiertamente un tema tan embarazoso. De hecho, nuestro matrimonio fue una especie de amistad con privilegios sexuales. Más tarde descubrí que los matrimonios suelen ser eso, y que los maridos tienden a ser buenos amantes sólo cuando engañan a sus esposas. […] Lo más importante que conseguí con mi matrimonio fue acabar para siempre con mi condición de huérfana. Estoy agradecida a Jim por ello. Fue el paladín que me salvó de la falda azul y la blusa blanca”…