Varias veces pensé seriamente en compartir mi casa para achicar gastos, y cada tanto fantaseo con la idea de hacerme el bed and breakfast propio, aunque mi amigo Tulio da fé de que los roomates terminan siendo una pesadilla, la peor invasión a la intimidad. Pero, bueno, si no hay un mango…¿qué más hacer? Además, siempre puede haber algún “atenuante”, por ejemplo, que el inquilino esté bueno…

La industria de la hospitalidad está tomando formas diversas, y dudosas. Ahora parece que ser sexy es el requisito, el único requisito, para reservar habitaciones en LoveRoom, un portal que funciona como web de citas y de alquiler de cuartos temporales al mismo tiempo, y en el que los viajeros solteros pueden conseguir donde “alojarse” siempre que sean “atractivos”. El anfitrión se reserva el derecho de admisión con solo entrar a un perfil en Facebook y hacer el “casting” de inquilinos. Esta suerte de inmobiliaria erótica utiliza la red social para verificar la identidad de los potenciales roomates y de las personas que disponen de habitaciones en su casa. Uno puede aceptar o rebotar las reservas si no él o la candidata no le gusta, filtrando previamente las exigencias (edades, color de pelo, ojos etc.)

 lindo el inquilino, pero nos quitó la cama!!.. Itchy Kitty via Creativerehab

El autor del yeite (para mi, una versión sofisticada, pero peligrosa, del clásico telo) es el español Josué Bocanegra, que no oculta las intenciones eróticas de la propuesta hotelera: “la intención de la aplicación es dar a las personas solteras que viajan con frecuencia un lugar en el que quedarse y donde puedan encontrar el amor, o tal vez el sexo”…

En fin, eso se llama “vacaciones completas”…aunque debe tener sus grandes riesgos, atenti, incautos