Si hacemos el balance erótico del 2014 seguramente encontraremos que éste ha sido el año de Tinder, que estaríamos vistiendo santos si no fuera por la dosis de sexo casual que provee esta red a quienes están sin pareja y no quieren tenerla, y para aquellos que a nadie le niegan cariño mientras buscan la otra mitad.
Me reía días atrás con un amigo cuyas experiencias han sido poco felices en esta red donde una fauna de perfectos desconocidos pelea por su lugar en alguna cama disponible (digo perfectos pues a diferencia de otras Webs de citas acá el único dato es una foto y una edad casi siempre no actualizadas) y se somete al juego arbitrario y cruel de una cruz o un corazón. A mi amigo le han tocado personajes desopilantes: una mujer que usa la red para vender velas aromáticas, otra que solo practica sadomaso, una que convive con 6 gatos en un dos ambientes, chicas de sonrisas retocadas con fotochop etc etc. Bueno, nosotras a cambio vemos la clásica foto del señor frente al espejo del baño con toallón colgando de fondo, la del tramposo escondido entre el grupo de amigos, el polidedeportista y, peor, el viajado enano de Amelie, ése que sube fotos sonriendo delante de cuanta fuente, torre, monumento y arco célebre hay en el mundo.
En fin, así las cosas cuando confiás a los algoritmos la búsqueda del amor, o la diversión. El sitio PlentyofFish (o “hay más peces en el mar”, bien dicho) estudió el comportamiento de más de 1.2 millones de perfiles de usuarios para analizar cuales forman antes pareja estable. Como es mi deseo que en 2015 encuentren la felicidad, van estos consejos para que se esmeren cuando armen perfiles en alguna red. Aunque no está bueno decir que te gusta el running cuando en rigor no corrés ni en el trabajo, creo que en este caso valen ciertas mentiras piadosas. Todo sea por el amor…
– Poné la palabra amor en algún pàrrafo del texto. Según la investigaciónquienes mencionan que lo que buscan es el amor, y usan el término naturalmente, encuentran pareja mucho antes que aquellos que dan vueltas y no dicen claramente qué cuerno quieren.
claro, hago mucho running…Stas Kalashnikov
– Si o si practicás deportes. Ante la imagen de un gordito/a con colesterol sentado/a frente a la tele, es más sexy alquien que corre, hace vela o juega al tenis, no importa qué, lo importante es que se mueve y está en forma. Estas conclusiones surgen de redes veteranas del dating on line. Otras palabras pegadizas son sushi, suerte, vacaciones, creatividad, foodies y atleta.
– No pongas que te gusta el karaoke. El término sugiere que te gusta cantar y nadie desea soportar a un posible desafinado, por eso mencionarlo espanta candidatos, según apunta la revista de tecnología Wired.
– Sí a las series. Pero no cualquier serie. En el mundo de los solteros triunfan Homeland y The Office, y funciona declararse recontra fanático de la película Pulp Fiction. Si no la viste, buscála.
– Mejor tener perro que gato. Las chicas con perro reciben un 5% más de mensajes. La frase “mis gatos” hace que los hombres huyan y no vuelvan a visitar el perfil, y viceversa. A mi me conmueven las fotos de hombres con su can, pero no cualquier can. Nunca pitbuls y señores con caniches…
– Los profesionales. Mi amigo Tulio dice siempre que debo bajar el perfil y parecer tontita, porque la inteligencia no suma. Sin embargo los datos muestran que aquellas mujeres y hombres que mencionan más de un título universitario o que han terminado un master reciben casi un 7% más de mensajes que quienes no hablan de sus estudios. Pero cierto es que se puede ser un idiota diplomado…
– Fotos sonrientes (con ganas y todos los dientes). Según el análisis de Wired, el 54% de las fotos consideradas más sexy en las Web de citas son las frente y con una sonrisa franca, con dientes en buen estado. La boquita fruncida o semiabierta tipo modelo, y la selfie, no se perciben como atractivos ni en hombres ni en mujeres.
– No chatees demasiado. No pierdas horas chateando con alguien que te gusta porque al cabo de un rato, cualquiera se aburre. Y si el otro no se aburre es mal indicio…Según un estudio publicado en septiembre por la revista Journal of Computer Mediated Communication, cuanto más tiempo pasan las personas chateando más grande es la decepción cuando se ven las caras en la vida real. La conexión virtual no debe durar más de dos o tres semanas. Nada más cierto….llamáme!!!!!