Anoche me invitaron unos amigos a cenar a un bodegón asturiano que funciona desde hace años fuera del circuito cool de Palermo Viejo. Allá fui. Quienes me conocen un poco saben bien que no soy devota del “santo del amor” ni de ninguna celebración comercial parecida, sin embargo creo haber encontrado el lugar perfecto para recomendarle a los creyentes que deseen aprovechar el San Valentín para sacarse de encima una relación que no funca…o bien para enamorarse definitivamente. Si la cita sobrevive a Jorge y su Bota, con seguridad puede que se trate de la mujer, o el hombre de tu vida….