El cuerpo es una maquinita milagrosa, lástima que a veces abusamos de ella. En tiempos de estudiantes nos rompíamos la cabeza durante largas noches frente a las fotocopias y los apuntes, litros de café mediante, sin saber que bastaba con hacer un poco de ejercicio fìsico después para retener lo leído, según demostró la ciencia años atrás. Moverse exactamente a las cuatro horas de haber estudiado ayuda a optimizar el proceso de recuperación de la información, sostiene un ensayo del Instituto Donders del Centro Médico de la Universidad Radboud, Holanda, y oportunamente publicado en Current Biology.
A esa gran ventaja, se le sumaría otra, mucho más placentera: el departamento de psicología de la Universidad McGill de Canadá encontró que las mujeres heterosexuales que mantienen relaciones con regularidad logran una habilidad especial para recordar las palabras, ya que el contacto genital estimula el desarrollo del tejido nervioso que crece en el hipocampo, área del cerebro que controla las emociones y los recuerdos. “Los químicos (hormonas) asociados a las señales de recompensa del cerebro también están ligados a la memoria y la actividad sexual” explicaba el psicólogo Jens Pruessner, uno de los autores del ensayo.
aprovechando el bonus track Foto Pinterest
Según el informe abreviado que publica Archives of Sexual Behavior, tras varios estudios “se han identificado una serie de factores que contribuyen a mejorar la función cognitiva, y específicamente a la función de memoria en individuos cognitivamente normales. Uno de estos factores, la frecuencia del coito peneano-vaginal (PVI o interacción peneno-vaginal, como define el informe) podría ser ventajoso por el aumento de la neurogénesis en el giro dentado del hipocampo”, señala el texto. La teoría se probó en un grupo de 78 mujeres universitarias de entre 18 y 29 años. “Para determinar si la variación en PVI estaría asociada con el rendimiento de la memoria, pedimos que completaran un paradigma de memoria computarizado compuesto por palabras abstractas y caras (rostros de personas) neutrales. Los resultados mostraron que la frecuencia de PVI se asoció positivamente con las puntuaciones de memoria para las palabras abstractas, pero no las caras. Debido a que la memoria de las palabras depende en gran medida del hipocampo, mientras que la memoria de las caras puede depender en mayor medida de las estructuras extra-hipocampales circundantes, nuestros resultados parecen ser específicos para la memoria que se cree depende de la función hipocampal. Esto puede sugerir que la neurogénesis en el hipocampo es más alta en las mujeres con una frecuencia más alta de PVI (relaciones sexuales). En conjunto, estos resultados sugieren que el PVI puede tener efectos beneficiosos sobre la función de la memoria en mujeres jóvenes sanas.”
No dice el estudio si ese bonus track cuenta para las que pasamos los 40, y si la fórmula (más ejercicio horizontal) aplica también a las escritoras, que debemos recordar y enhebrar miles de palabras por semana para poder componer un texto decente. Como sea, la receta para estar sanos es moverse!