La ciencia ha pasado años tratando de investigar lo que las mujeres quieren, enigma que muchos hombres no alcanzan a develar ni aun habiendo pasado por varias manos femeninas a lo largo de sus vidas. Por eso creo que no existe misterio sino más bien señores sin ninguna empatía, aun así a estas alturas queda claro que tener el abdominal como tabla o la billetera llena no alcanza para contentar a una chica de hoy.
mi corte canina ideal foto chiqccvia thisinsthappiness
Para eso, primer mundo al fin, en Estados unidos y Reino Unido ya existen empresas de gigolos dedicadas exclusivamente a complacer las fantasías de las mujeres. Encuentro en este mundo virtual una perla para ilustrar la tendencia: ManServants, uno de los negocios más prometedores que consiste en una flota de señores bien parecidos y dispuestos a cumplir por la modesta suma de 80 dólares la hora (ay, caro para mi!) órdenes y caprichos de toda clase, salvo, claro, el sexo. Mi amigo Tulio me recuerda que en Nueva York ya funcionaba Rent a Gent, un servicio parecido pero más abarcativo que el anterior ya que además de escorts capaces de acompañarte al teatro y llenarte la copa de champagne, éstos hasta se ofrecen para lavar los platos o sacarte a pasear al chucho.
Considerando que las fantasías de cualquier ser humano son insondables, los empresarios (han de ser hombres) parten de un principio un poco prosaico (y cómodo) para trazar la oferta de servicios: todas queremos ser tratadas como reinas. Visto así parece que lo que buscamos es bastante elemental, y lo es, qué duda cabe. Por eso, mientras el musculoso me abanica y me pasa el plumero, sigo alimentando mi más cara fantasía: encontrar un hombre al que admirar….