Hace días en una tienda de ropa española ví a un chico que había seguido a una chica desde la calle hasta el perchero de vestidos para pedirle el número de teléfono. Ella se reía, le pidió el suyo y le dijo que ella llamaría. El cuadro parecía salido de la prehistoria, cuando no existían las redes sociales ni Tinder ni Wasapp para contactarse con alguien. Hoy habiendo tantos recursos tecnológicos, gestos como éstos dan lugar a sospechas, digo, si alguien te sigue en la calle enseguida pensás que es para robarte la cartera o el celular. Quizá sea ésa una de las tantas razones por las cuales media humanidad heterosexual y homosexual se relaciona, primero virtualmente y personalmente después, y eso que al principio despertaba temor entre los ortodoxos del face to face.
dije probar, no tirarse de cabeza en cualquier portal thisisnthappiness
Cuestión es que está demostrado las relaciones que surgen de Internet son las menos efímeras y veces hasta las más seguras, siempre que uno tome los recaudos. La industria de los portales de encuentros crece a un ritmo de casi 10% anual, y en los Estados Unidos se cree que entre el 17 y el 35% de matrimonios surgieron de Internet. Otro estudio de la Universidad de Chicago realizado entre 19.000 parejas, sostiene se advierten menos rupturas que entre las parejas tradicionales (un 6% frente a un 7,6%). Sin embargo, tengo amigas que recurren a los portales y hasta ahora no han logrado más que un poco de sexo casual, pero bueno, estamos hablando de gente con recorrido sentimental y que ya no se conforma con nada. Algunas arguementan que no cierran nada serio porque muchos hombres mienten la edad o usan fotografias viejas, que reciben visitas de perfiles alejados de la búsqueda y dudosos, y que hay mucha histeria también ahí.
En fin. Para los que seguimos “vírgenes” de citas virtuales, debería ser una de las máximas de este año: probar. He aquí las últimas máximas para hacerlo y tener éxito.