Se ha intentado probar científicamente que el calor aumenta el apetito sexual de las personas. ¿Qué factores alientan dicha hipótesis? A causa de la elevada temperatura hombres y mujeres andamos ligeros de ropa, es decir, hay más estímulo visual, al revés del invierno, época en la que uno va tapado hasta las orejas. En verano, además, las noches son más largas y bajan las horas de sueño.
Tengo un amigo que cree fehacientemente en este fenómeno. Apenas salta el barómetro a él le empiezan a llover las propuestas de sus ex compañeras de cama, lo que impacta en la frecuencia de su actividad sexual estival. Lo tomé como una fanfarroneada, pero es creerle o reventar: ayer, 20 de septiembre, estando en la cola del cine empezó a sonarle el celular. Era una vieja “amiga” intentando reflotar el vínculo, tal vez para asegurarse un revolcón primaveral.