Me han invitado a varios brindis por el fin de año, y entre tanto borracho y gente que se siente sola advierto que efectivamente durante las celebraciones laborales puede aumentar el sexo casual. Dicen que los más propensos a pecar en estas fechas son los trabajadores de la información y la informática, según una encuesta que hizo una marca de lencería entre sus clientes británicos. A mí personalmente me quita todo tipo de apetitos el simple hecho de estar en una reunión y ver a mis colegas (y a cualquiera) arrojarse sobre mozos y bandejas de comida con indisimulada desesperación, algo que en todos los gremios sucede con frecuencia. Doblemente patético es ver a tus compañeras en estado de beodez, y digo ésto recordando a una empleada que dio un espectáculo inolvidable durante una fiesta de este diario hace años atrás….
Pero es verdad que después de una panzada de espumantes muchos individuos empiezan a ver belleza donde nunca la hubo, y así es como suceden cosas de las que luego uno se arrepiente. El espíritu navideño hace que todos olviden que al día siguiente volveremos a vernos sea en el bar o en la fotocopiadora o, peor, en el chárter. Sin embargo, al menos el 39% de los 2000 ingleses consultados reconocen haber tenido sexo con un compañero o compañera en la fiesta de la empresa, y un 54% admite haberse besuqueado con alguien durante el evento. Eso no me disgusta tanto, es más, me encantan los besos furtivos…
el jefe ha soltado la cadena… Marc Lagrange
En fin, cita la encuesta que los primeros en aprovechar la ocasión son los del rubro informático, le siguen los judiciales, los de recursos humanos, los de transporte y logística, y el sector financiero. Los tímidos de la noche serían los profesionales de la educación (45%) y la salud (52%). El lugar preferido es el estacionamiento, cosa que acá no se podría, dado que la mayoría están muy iluminados, pero si el evento transcurre en la misma oficina el morbo se duplica en la sala de reuniones. Y lo más jugoso de la consulta revela que los primeros en soltar la cadena son los jefes, al revés de los empleados de menor rango.
El dato alentador es que de un encuentro casual puede surgir el amor, cómo no, tal como sucede en casi todo lo azaroso de la vida. Un estudio arriesga que una de cada siete mujeres sigue con esa misma persona después del episodio, es decir, unas copas de más y… quién te dice!