Los mayores de 35 tienen sexo en la primera cita

Una encuesta del portal Meetic hecha hace un años atrás entre los usuarios solteros de Europa afirmaba que la gente de menos de 35 años espera una segunda cita para tener sexo, mientras que el 53% de los que pasaron esa edad no espera ni al postre, quizá a sabiendas de que a cierta altura más vale pájaro en mano que cien volando, como dice el refrán. Pese a que la tecnología multiplicó por mil las chances, (solo Tinder genera 1,3 millones de citas a la semana, según datos de la empresa), como destaca el post anterior, tan “volátil” es hoy el mercado sentimental que es alto el número de personas que no logra pasar al segundo encuentro, y a veces tampoco al primero.

Según el filósofo, teólogo y psicoterapeuta alemán Bert Hellinger, conseguir una relación y hacerla durar es muy fácil. Solo hay que incluir en el vocabulario unas cinco palabritas mágicas: sí, gracias, por favor, lo siento y te quiero. A partir de estas fórmulas básicas de cortesía un grupo de investigadores ingleses de The Open University entrevistó a casi 4500 personas y con las conclusiones publicó un libro reciente que explora los secretos del amor duradero The Secrets of Enduring Love: How to Make Relationships Last, y en el que queda demostrado que, efectivamente, en estas épocas, si buscamos permanecer juntos un tiempo, hay que trabajar desde el principio.

mejor una sola copa de vino en la primera cita sunshine

Hace unos días paseando por Tinder para espiar el estado del circuito, volví a comprobar lo delicado del contacto con desconocidos en el mundo virtual. Hay que ir con pie de plomo, hilvanando cada palabra porque nunca sabemos cuáles pueden estallar en un chat. No obstante, como dice Helen Fisher, prestigiosa antropóloga y especialista en conducta humana, hay que lanzarse sin miedo al mundo de las citas. Es un ejercicio de ensayo y error, especialmente útil para los recién divorciados o quienes vuelven al circuito luego de una larga relación.

Tomando algunos consejos de Fisher, va este protocolo unisex básico para salir bien parados de una primera cita. No sé si garantizan la segunda, pero al menos volveremos a casa habiéndolo intentado, lo que ya es bastante!

. No hay que mencionar la palabra matrimonio, o el “me quiero casar” en ningún caso, jamás

.No hablar mal de los ex ni dedicarles espacio en la conversación, menos hablar maravillas de ellos

.Evitar hablar todo el tiempo de uno mismo, por más que el otro quiera centrar la conversación en nosotros

.No conviene preguntar nunca nada relacionado con números: ni la edad, ni el peso ni cuánto gana ni cuánto paga de alquiler, etc. Por más que la persona no se parezca en nada a la foto que mandó por chat (clásico), no preguntar ni sugerir que nos ha mentido

.No mentir datos importantes o bien tomar una sola copa de vino, pues a la segunda la verdad suele empezar a deschavarse (en realidad la idea es no emborracharse en la primera cita)

.No criticar el lugar elegido para la cita, es claramente una señal de que estamos incómodos o decepcionados o, peor, que somos neuróticos

.No mirar al bartender o a la moza con ojos lascivos, por más que tengamos ganas de salir corriendo de la cita, hasta el final

.Si el otro empieza a mirar el reloj a la media hora de haber llegado, señal de que quiere irse. No insistir ni tratar de estirar el encuentro

.Regla de oro: no preguntar si quiere compartir la cuenta. Al menos, no hasta que el otro lo sugiera.

.Poner en vibrar o silenciar el celular, y por supuesto no chuequear mensajes, ni con la excusa de que tu hijo está enfermo

.Si va a haber sexo, en buena hora, hemos amortizado el gasto de energías puesto en la conquista! Eso sí, una vez finalizado el acto, evitar el clásico ¿cuándo nos vemos de nuevo?

 

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