Apps para tener sexo en el avión

Hace un mes supimos que una azafata de una aerolínea árabe cobraba 2000 euros por tener sexo en el baño con los pasajeros y que habría facturado cerca de un millón en solo un año gracias a que aprovechaba los tramos largos (desde el Golfo Pérsico hasta EEUU) para hacerse varias changas.

El polvo más caro de tu vida, salvo que seas rico. Por menos, qué digo, por nada, hoy cualquiera puede acceder a una experiencia área igual de excitante pues, al fin y al cabo…¿quién no fantasea con ese pasajero trajeado y pulcro que ni come los maníes del refrigerio? Pocas veces tuve la suerte de volar con un bombón en el asiento vecino, y cuando la tuve estaba tan resfriada que preferí hacerme la dormida a que el sujeto viera mi nariz paspada. Veníamos de Bahamas y él subió en Miami después de pasar unas vacaciones en moto con un amigo que trabajaba en una cerealera. Eran de Lomas de Zamora (digo en voz alta, por si me estás leyendo). Aquellos eran tiempos jurásicos porque aún no existían las apps de citas, menos para resolver las “urgencias” eróticas que surgen en el cielo, que ya no tiene límite, sin duda.

Wingman es una aplicación que permite conectar gracias a la tarjeta de embarque a los pasajeros del mismo vuelo y planear así un encuentro durante el trayecto. También supongo que sirve para el aeropuerto, por si tocan escalas largas. El interesado debe crear un perfil con fotos, edad y ocupación que luego le permitirá acceder al perfil de los demás viajeros que hayan bajado dicha app. Wingman rastrea si hay gente con idénticos intereses, y si es así te llega un aviso y…. nos encontramos bajo la manta. Es increíble, la tarifa vale lo que cuesta si además suma la posibilidad de vivir una emoción más intensa que la turbulencia (va video tutorial para maniobrar en la altura).

te espero en el water…Foto Gza docuniverse.blogspot 

Pero no todo queda en el aire: si la experiencia fue grata We Met On A Plane es otra app que con los datos del vuelo se encargará de ubicar a ese partenaire inolvidable. Y también hay para aquellos con pánico a volar, pues antes de enpeparse en el avión pueden “relajarse” en el mismo aeropuerto con solo bajar Meet At The Airport, una plataforma a medio camino entre una página de citas y una red social pero que permite conocer gente dentro del mismo aeropuerto. …

Un datito extra si vas a viajar por Estados Unidos: la aerolínea Virgin America cuenta desde 2013 con el sistema Seat-to-Seat, que permite conectar desde la pantalla del asiento con ese vecino de otra fila que te mira de reojo y enviarle mensajitos….

Viajeros frecuentes, están anoticiados…

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El sexo puede curar el miedo a volar

Yo tenía pánico de subir a un avión y volar, presurizada, adentro de eso que alguna vez García Márquez calificó como un “sepulcro con alas”. Le perdí el miedo cuando, después de cruzar el océano aterrada y dormitando de ratos, con hilito baba chorreando hasta el hombro, y el cuello duro gracias al Rivotril que me había dado mi amiga Paula y que me dejó alelada, bajé en París. Ahí entendí que aunque no es natural del ser humano andar por el aire, bien vale la absurda ilusión si luego vas a bajar en tremendo paraíso.

Ahora subo entregada, como cuando entrás al quirófano. El médico y el piloto son las únicas personas en las que uno deposita su vida, quiera o no. A lo que voy en rigor es a que se ha probado hace poco que el sexo cura el miedo a volar, y lo asegura Tom Bunn, un terapeuta que además fue piloto en aerolíneas comerciales y en la fuerza aérea de Estados Unidos. Luego de la experiencia empírica (valga el oxímoron, y eso de que probó el remedio es cosecha mía) registró entre sus pacientes varios casos en los que, después de una noche de sexo intenso, al dia siguente olvidaron la ansiedad del viaje.

embarcando....via sunshinecafe

Bunn declaró en un artículo del Daily Mail, que un estudio reciente acerca del estrés crónico y post traumático podría apoyar la teoría de que las relaciones sexuales ayudan a bajar el síntoma antes de subir al avión, y destaca el caso de un paciente suyó que luchó por controlar el temor durante siete años, hasta que en un viaje de negocios antes de salir para el aeropuerto tuvo una noche completa de sexo, sin dormir. En esa ocasión voló sin ningún problema. Y como no, debe haber quedado planchado! Según algunos descubrimientos del Instituto de Tecnología de Massachusetts, una turbulencia intensa de ésas en las que uno empieza mentalmente a despedirse de todos, basta para que uno desarrolle más miedo a volar.

El sexo, que todo lo cura, eleva los niveles de oxitocina, una hormona que actúa como neurotransmisor y que bombea la amigdala, una parte pequeña del cerebro que gobierna el miedo. Uno debería entonces programar mejor la previa de cada viaje, después de armar la valija y asegurarse los documentos y la reserva del vuelo, procurarse una cita bien ajetreada, el ansiolítico más natural de todos….ahora que lo pienso, ¿hará el mismo efecto tener sexo pero arriba del avión?

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Los escenarios del sexo más arriesgado

Es divertido tener sexo en el balcón y mirar para abajo cómo pasan los autos. El sexo hay que vivirlo como uno tiene ganas, nadie puede juzgarte” decía días atrás una conocida vedette.

Claro que es lindo tener sexo, que nadie te juzgue y hacerlo donde quieras, pero sabemos por las noticias lo peligroso de alentar a imprudentes y aventureros. ¿Cuántos casos conocemos de parejas que acabaron estrelladas en la planta baja? Según los sexólogos es saludable cambiar de escenario tantas veces como lo pida la imaginación por que eso ayuda a que la rutina no arruine un vinculo, sin embargo que Buenos Aires no es una ciudad segura para revolcarse en cualquier lado, además de que algunos espacios tienen sus contras. He aqui una lista de observaciones para tener en cuenta a la hora de hacer la perfomance fuera de casa:

En el auto: En el auto si es grande y cómodo, una caminoneta, o las personas no son demasiado altas, entonces sí es una buena opción, cuidando siempre de no confundir el freno de mano. Muchos tienen esa fantasía y yo enseguida recuerdo la oscuridad del Guindado de Palermo y los autocines de provincia, especiales para las noches de invierno, porque cuando se empañan los vidrios no te ve nadie y de paso evitás multas. Hay que esperar el verano, cuando el gobierno porteño reponga el proyecto de los autocines, o bien pedirle permiso a la gente de la zona roja, en los Bosques de Palermo.

cuidado con el agua viathemarvelous 

Pileta. Ahora que viene el calorcito tienta la idea de sumergirse en la pileta, de noche o de día, pero hete aquí que el agua es el peor lubricante de todos, la fricción puede lastimar o irritar los genitales, más si el agua tiene demasiado cloro

Cine. En la oscuridad de la última fila no te ve nadie, y si los asientos tienen respaldos altos éstos harán de muralla. Eso sí: siempre hay alguien que te copia la idea, así que hay que ver con cuántas personas se compartirá el sector. Tampoco hay que olvidar que pegada a la linea de butacas suele estar la cabina del proyector, con el técnico adentro. Y lo importante, si vas a hacerlo, es respetar el silencio de la sala durante la proyección, asi que ni gritos ni gemidos.

En la calle. He visto a mucha gente escondida entre los arbustos de parques y plazas practicando dogging, lo que incomoda en estos casos es la abundante deposición canina, especialmente en Palermo. No sé, me parece que hay que tomar precauciones, llevar alguna lona y en verano repelente para mosquitos. Lo mejor es ir a lugares oscuros, lo que no deja de ser peligroso teniendo en cuenta los altos niveles de delicuencia de esta ciudad. En todo caso, a la lona y al repelente habría que agregar un gas paralizante de bolsillo

Los baños públicos. Históricamente la mayoría de los baños pùblicos en América latina son roñosos. Los de bares, restaurantes o antros de baile, donde hay música, desorden y movimiento y no se sabe si alguien va o viene, son los peores: circulan borrachos que hacen pis fuera del sanitario, gente que vomita, pañales tirados, puertas sin traba y en fin. Creo que no da, sí en el baño púbico de algún hotel o de un shopping, pero tampoco

El avión. Con tanta seguridad a bordo, por los atentados y demás, el mítico baño unicado casi en la cocina de la nave y el localizado entre las dos clases (turista y business) representa un verdadero desafío, salvo en un vuelo de cabotaje en Argentina u otro pais de la región. Igual, cuando el vehículo entra en tormentas o zona de cumulus y lleva varias horas en el aire, el movimiento brusco de la nave suele agitar el contenido del sanitario, salpicando alrededor. Sé de lo que hablo….

 

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No te duermas en el avión….

Ya ni el aire se puede ir tranquilo. En el asiento vecino puede viajar sentado el enemigo, esperando paciente a que tomes la pastilla para el miedo a volar y te quedes tumbada/o por el sueño. Un hombre de Nueva Jersey fue condenado por la justicia por abusar sexualmente de una mujer mientras ésta dormía durante un vuelo en una conocida línea aérea, en agosto de 2012.

ay no me acuerdo de nada…. Foto BJ Formento/Getty Images

Según se probó, el hombre viajaba sentado en una fila de tres asientos y su víctima en la butaca que da a la ventana. Una hora antes de aterrizar, cuando un pasajero de la fila vecina despertó, vio al sujeto en cuestión tirado encima de la mujer y metiéndole la mano bajo el suéter. La víctima despertó sobresaltada y forcejó con el tipo para sacárselo de encima, con la ayuda del otro pasajero, testigo del mal momento. Al menos en los Estados Unidos (ignoro si es parte de la reglamentación internacional) el gobierno federal tiene jurisdicción exclusiva sobre todos los casos de abuso sexual que ocurren en los vuelos, ya que estos delitos están fuera de la jurisdicción de los estados. Es cierto…¿qué ley nos protege en el aire?

Bawer Aksal, de 49 años, fue detenido en el aeropuerto de Newark Liberty apenas aterrizó el avión y, ahora, tras el juicio, será condenado nada menos que a cadena perpetua, además de pagar una multa de 250 mil dólares.

Allá no se joroba con estas cuestiones, sin dudas.

 

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