Este es un día perfecto para tomarse un rico espumante bien helado. Ya mismo me voy a los chinos de mi barrio y mando la botellita de mi preferido bien arriba en la heladera. Tengo un cumpleaños al que no quiero ir, pero como siempre en estos casos sé que una copita será la “patada” necesaria para decidirme a ir, y lucir simpática, encantadora, divina y genial, todo eso que ya soy, pero potenciado. Hace unos días hablábamos con amigo de la infancia lo bien que nos cae la medida justa de alcohol en una reunión, decíamos, mientras yo amasaba pizzas y él regabas la copas. Esa noche hacía calor y nos pasamos, y como era de esperar acabamos estropeados.
…y la ciencia tiene razón. Para ser atractivo ante los demás sólo deberíamos tomar una copa de vino, solo una, dice un estudio de la Escuela de Psicología de la Universidad de Bristol, Reino Unido. La investigación que fue publicada en Science Daily sostiene que cualquier ser humano puede aumentar su encanto personal con una sola copa de alcohol en sangre, y no más, por lo que tomar una botella entera podría arruinar nuestras probabilidades concretas de conocer a alguien una noche. Cada quién sabe cual es el límite entre el charme y el desborde, pero para saber cuán sexys podemos ser estando mareados los investigadores tomaron a un grupo de personas heterosexuales y les dieron a elegir entre tres fotos: una de alguien completamente sobrio, otra de alguien que había tomado una copa de 250 ml de vino, y una de un personaje que había consumido 500 ml.
el vino de más no se va con café sino con mucha agua Foto Mr Harris Tweed
Las coincidencias fueron notables, pues el estado se nos nota enseguida en la cara: la imagen considerada más atractiva fue la del que había consumido un vaso de vino, al parecer porque con una sola copa estamos más relajados y eso genera una una expresión facial natural. En segundo lugar votaron al sobrio y por último, al borracho.
Santé!
