Mi amigo Ricky no pone un pie fuera de su casa si antes no leyó el horóscopo, y un ex espera la revista del domingo para ver que le deparará su signo en cuestiones laborales. Claro que nunca van a admitirlo públicamente, porque la mayoría de los hombres, y también muchas mujeres, consideran que la astrología y todo lo relativo al cosmos es charlatanería. Pero para esa otra parte de la humanidad que cree fervientemente en la conjunción de los planetas y en la química que fluye entre los nativos de determinados signos astrales, tengo para recomedarles un libro revelador que explora por primera vez la identidad, costumbres, preferencias y comportamiento sexual de los doce signos solares.
Sextrología es la última obra de Stella Starsky y Quinn Cox, los astrólogos más cool del firmamento neoyorkino, ya que colaboran o han colaborado en medios prestigiosos como The New York Times, Observer, Boston Globe, Wallpaper, In style y otras tantas publicaciones americanas donde nunca falta el bendito pronóstico sentimental.
Obviamente resultaría muy naÏve tratar reducir las respuestas de la líbido de millones de personas a doce categorías celestes (porque están trazadas en el cielo), pero lo que los autores procuran es explicar la naturaleza erótica de cada una mediante un lenguaje divertido, ligeramente chancho y excitante por momentos, porque van a los bifes, es decir llaman a las cosas por su nombre: a los arianos les gustan los genitales afeitados y la posición del misionero, a la geminiana le va el cibersexo y los intercambios, el hombre virgo prefiere el porno duro y el voyeurismo…y así a lo largo de más de 500 páginas.
Un amigo mío dice que los astrólogos son verdaderos genios porque basta con escribir tres palabras para manipular el ánimo de miles de seres humanos. Leí algo sobre mi signo en este libro y confieso que quedé un poco desorientada…parece que las taurinas nos gusta ¡travestirnos!.