… a otra cosa, mariposa.
Fumé como una descocida hasta que un día un hombre me dijo que olía a tabaco, y de ahí en más me volví fundamentalista….y ya saben lo que pasa cuando el ser humano se convierte y pasa a defender la causa contraria. Pero el sentido común no lo he perdido, creo yo. Miren este anuncio y piensen …¿qué tienen que ver el sexo forzado con el hábito de fumar?.
Paris amaneció tapizada por una campaña de la Asociación de Derechos de los no Fumadores que intenta con estos provocadores carteles disuadir a los habitantes a abandonar el cigarillo (corregido, ¡gracias Sofia81!), toda una cruzada en el país del Gitanes y el Gauloises y los cafés humeantes de bohemia y nicotina. No me imagino a un francés sin el típico pucho adherido a los labios.
Y voy a decir una gran estupidez, lo admito, pero ciertos señores logran lucir muy sexys pitando el veneno (mi madre moría por Serge Gainsbourg, famoso seductor no muy agraciado que fumada hasta por las orejas)
La imagen de estos blondos chicos arrodillados frente a un cigarillo que hace las veces de atributo viril, y el eslogan “Fumar es ser esclavo del tabaco”, ha desatado la ira de los galos. Una cosa es demonizar el sexo y la otra promover el riesgo de consumir tabaco, argumentan quienes ven en el mensaje una regresión a la edad de piedra. Sin embargo, el jefe del “piquete” considera que la propuesta es eficaz. “Nuestra idea está muy bien captada”, explicó Gérard Audurueau, presidente de la asociación. “Pretendíamos demostrar que el tabaco es una sumisión. Pues bien, ¿qué mejor ejemplo de sumisión en el imaginario colectivo que una felación obligada?”.
Serge, echando humo
La asociación Familias de Francia piensa distinto y ya pidió a sus abogados que soliciten al Estado que saquen los afiches de la vía pública. “Nos parece lamentable que una campaña de concientización pase por malinterpretar el sexo”, objetaba Crhistiane Terry, con algo de razón, creo yo. Pero lo equívoco del mensaje no empaña la realidad de fondo: en Francia hay cada vez más fumadores. En 2009 consumieron un 2,6% más de tabaco que en 2008.