Confieso que me tienen impresionada las publicidades de ropa interior, tanto masculina como femenina, que decoran las calles de esta bonita ciudad. Esos tremendos afiches irrumpen en el paisaje caótico del cielo céntrico porteño, entre cables mal colgados y edificaciones dudosas. A veces te distraen un poco del camino. El semáforo se pone verde y una sigue con la vista clavada en el imenso cartel del chico en boxer que “ameniza” la Avenida de Julio, a la altura de Corrientes, o por ahí.
Pero mejor impresionada me tiene la campaña pública de una conocida marca de ropa femenina, que ha puesto una imagen de lo más descontracturada y real: una chica en sugestiva situación…¿ya la vieron? (la publico más abajo).
Esto me recuerda a un libro que el año pasado publicó la editorial Taschen, con retratos de mujeres de todas las edades y colores dándose placer. Por supuesto que el arte puesto al servicio de la pose hace menos incómoda la idea de que el sexo en solitario existe y que no es malo, sino todo lo contrario…
Las fotografías dan cuenta del acto en solitario de unas 37 mujeres anónimas, que han posado en escenarios como la cama, el sillón, el balcón, el baño, o la terraza,
portando alguna ropa de tamaño “minimalista”. El fotógrafo estadounidense Will Santino trabajó con ellas durante varios años, casi ocho, esperando detrás de la cámara a que se produjera el momento de la “muerte chiquita”, o petit mort, como le llaman al orgasmo para capturar el gesto de las damas…Ohoh ah!.
Será que vengo viendo tantas imágenes eróticas que nada me sorprende demasiado. En cuanto al sexo, a veces creo que todo es tan dèjá vu…. Lo interesante es que de alguna manera, como dije, ayudan a desmitificar asuntos de la ida íntima que, al fin y al cabo, son saludables para el ser humano, como la masturbación, y no lo digo yo, sino la Rampolla y todos los sexólogos contemporáneos.