Años buscándolo para finalmente concluir que el GPS del placer…. nunca existió. La comunidad científica entera se abocó a rastrearlo desde que un alemán ginecólogo juró haberlo detectado vagando en el universo femenino, a mediados del siglo pasado. Pero en la última década se han hecho todo tipo de mediciones de campo, incluso con scáners y otros sistemas de punta, y habiendo fracasado en la aventura de hallarlo hoy están en condiciones de afirmar que no hay “evidencia clara y consistente” de que el Punto G exista, ni en figuritas. La BBC publica que los expertos de la Universidad de Yale tampoco dieron con algún órgano u otra terminación fina sensible que se le parezca (además de la conocida), es decir: habrá que creer o reventar. Y basta de insistir.
uf, me agoté de tanto buscar el g… Alexey Dubinksy via syntheticpubes
La falsa literatura, el cine porno y muchos terapeutas sexuales nos han hecho creer y practicar técnicas y fórmulas insólitas para ubicarlo y estimularlo (como si no tuviéramos problemas suficientes con la anorgasmia) y, tal como señalan otros investigadores en varios ensayos publicados en el Journal of Sexual Medicine (Revista de Medicina Sexual), es probable que haya “una zona genital localizada en la parte anterior de la vagina detrás del pubis donde se concentran varias terminaciones nerviosas, lo cual puede producir “placer sexual intenso”. Pero …
…. Amichai Kilchevsky, urólogo del Hospital New Haven, Connecticut, refutó al fin la hipótesis germana (como ya antes trataron de hacerlo sus colegas) luego de revisar 100 estudios distintos sobre sexualidad publicados desde 1950 y que hablaban del famoso punto Gräfenberg, la “otra” zona erógena femenina. No tuvo suerte, o al menos no encontró entre los papeles ni un solo dato que describiera sus características anatómicas. “Los estudios radiográficos no han sido capaces de demostrar una entidad única, además del clítoris, cuya estimulación directa conduzca al orgasmo vaginal” concluyó. “Mi opinión es que el punto G es realmente sólo la extensión del clítoris en el interior de la vagina, análogo a la base del pene en el hombre. Además, los estudios muestran que una mayoría de mujeres cree que el punto G realmente existe, pero no todas las que creen en éste son capaces de localizarlo.”
Estoy contenta de que no exista: creo que nos sacamos un peso de encima.
PD: el título de este post es una genialidad ajena, precisamente del diario El País, de España