Mencionar a un ex durante el sexo

 

Cuando mi disco rígido colapsa el síntoma más notable es que pierdo mis pertenencias: el celular suele quedar en casa de una amiga, la agenda en un bar o en el banco, la bolsita con los zapatos de tango en un taxi (suerte que mi amiga la Tota devolvió el par que le había prestado) y así. Y si de casualidad me encuentro con alguien en la calle puede que no recuerde su nombre… ¿Estela? ¿Marta?, ay ésta, ¿cómo se llamaba?…

Esas lagunas también inundan la memoria de la gente distraída, y supongo que se vuelven aguas aún más oscuras cuando se tiene un variado menú de parejas sexuales. Hay que ser muy cuidadoso para no confundir bajo las sábanas a Juan con Pablo, ni a María con Laura, etc etc.

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ah, y te aclaro que yo no me llamo Julián… via foxmilk via lavitaebella

En lo personal sería decepcionante que me “rebautizaran” en un momento de tanta intimidad

¿a quién no se le escapa la musa después de escuchar de boca del ser amado el nombre de otro ser, que no es uno? Si el fulano o la fulana no te importan, bué, vaya y pase. Pero si hay afecto, el corazón queda partido. Lo que, por supuesto, no justifica ninguna reacción posterior. Uno se calla, ríe histéricamente, pucherea, llora o putea, y punto. A otra cosa…¿a otra cosa?.

En estos días una noticia lamentable empaña la inocencia de este “error” tan humano, dándole una trascendencia inesperada: una mujer llamada Joanne Kitchen fue acuchillada por su pareja Gary Higgs luego de que, en plena gimnasia, a ella se le escapara un “más rápido, Chris”. Esa traición del inconsciente desató un espiral de locura. El no podía entender la razón por la cuál ella recordó al novio de su hija durante el acto sexual. Mientras le preguntaba insistentemente perdió la paciencia, fue a la cocina y tomó el cubierto.


viayoulovesadtragicboys

….ya sé, Julián es mi gato… via youlovesadtragicboys via lavitaebella

El caso, que empezó por un simple acto fallido y que dada la gravedad de las consecuencias ahora devino en anécdota, se suma a los cientos de miles de episodios de violencia de género que escuchamos últimamente aquí, y allá.

Claro que la siempre han habido parejas mal llevadas, mal fundadas, pero me parece a mí o tenemos cada vez más noticias sobre personas que terminan sellando con sangre un vínculo divino.

En fin, y para cerrar el asunto, quiero agregar nada más que el de la foto no es mi gato Sandro, aunque se parece bastante.