Las citas a ciegas tienen su gran cuota de riesgo, pero también de suerte. Una amiga salió este fin de semana con un desconocido hallado en Tinder y vino decepcionada porque en la foto nada hacia prever que el candidato fuera mucho más bajo que ella. Casi una cabeza. Sabemos que las imágenes son el filtro y que, de ser actuales, permiten saber más o menos si es gordito o gordita, si usa piercing en la nariz o le falta un molar, pero lo difícil es calcular a ojo la estatura, a menos que el candidato o la candidata posen contra algún monumento u objeto que permita hacer una aproximación real. Ella se ha sentido estafada porque antes de verse por primera vez él no le anticipó ese detalle… pero, digo, ¿debería uno anticipar si es judío, católico, si mide menos de 1,60?
En algunos sitios de citas figuran esas opciones en el menu de las preferencias para evitar justamente “malos entendidos”, pero en las apps que funcionan con GPS y prometen contactos menos formales no ofrecen más dato que la foto, casi siempre viejas o desenfocadas. El punto es que en este país a la mayoría de las mujeres les importa, y mucho, salir con alguien más bajo, toda una banalidad. Aunque la gente alta es muy atractiva, la baja tiene lo suyo, ya lo dijo Ricky Maravilla. En principio parece que los petisos son más fieles que los altos. Es más, si pretendemos un matrimonio duradero mejor será casarse con alguien que no te pase del hombro, afirman Ulrich Muller de la Universidad de Marburg, Alemania, y Allan Mazur, de la Universidad de Syracuse, Nueva York. Los altos se casan varias veces y tienen más hijos, dicen en un ensayo publicado hace tiempo en la revista New Scientist. La teoría parte de un estudio realizado entre 322 hombres de distintas estaturas que se graduaron en 1950 de la academia militar de West Point. Encontraron que más del doble de los altos eran divorciados y vueltos a casar. La simple razón fue que tuvieron más oportunidades de ser infieles, dijo Muller.
te ves chiquito, pero te quiero euphoricblisstumblr
Esto hace pensar que los bajos fueron esposos fieles porque que no les quedó alternativa, no porque no quisieran, lo que no sé qué es peor. Otra investigación indica que los petisos sufren y les cuesta más relacionarse socialmente, y que los hombres de menos 1,62 cm y las mujeres de 1,51 para abajo perciben su salud peor que los altos (revista Clinical Endocrinology).
El éxito de las relaciones no está determinado por la altura de ninguna de las partes, lo que si es cierto es que la gente alta, cuando es proporcionada, es atractiva físicamente, pero solo eso. Los que han superado prejuicios estéticos coincidirán en que la única estatura que importa es la moral….me equivoco?