Mi amigo Daniel, siempre atento, me acercó días atrás un par de libros “afines a los temas” en los que ando últimamente, uno de ellos, “Desventuras de la novia de tu marido“, título marketinero (y desmoralizante) como pocos, y que ahora rescato de la pila que hace equilibrio en mi mesa de noche.

No lo he leído todavía pero lo hojeo a propósito de una nota publicada en un diario español sobre una encuesta un poco dudosa, pues me cuesta creer que haya tanta generosidad suelta en plena crisis europea. Dicen que allá los hombres gastan más dinero en sus amantes que en su mujer y, algunos de ellos (casi la mayoría de los consultados) admitió también que aprovechará el desorden hogareño que se genera en estas fechas para hacerse una escapadita furtiva y entregarle el paquetito a su querida, en persona.

lindo el tapadito que me trajiste, también me regalaron un gimnasio, viste? Fulvio Maiani via love sex dance magazine

Un concurrido sitio de citas extramatrimoniales (no voy a relinkearlo, así que tendrán que creerme) hizo un sondeo entre sus usuarios para saber cómo pasarían las fiestas, dónd e y con quienes,  y se encontraron con que, en promedio, la mayoría de los tramposos se gastaría unos 80 euros en un regalo para la esposa o la novia oficial, mientras que invertirían más de 200 en el obsequio de  “la otra”. Para evitar ser descubiertos, el 90%  pagó cash.

Y ¿qué le regalarían a la mujer oficial?: cosas útiles, dijeron, como electrodomésticos o adornos para la casa (23%), tecnología (47%) y libros (17%) entre otras pavadas impersonales. Lo triste es que el 58% de los infieles dijo que preferiría pasar una noche de sexo prohibido en compañía de su querida en vez de quedarse a comer pan dulce con su familia.

Tal vez simplifico demasiado las cosas,  pero creo que no son tiempos para mantener una doble vida,  y si vas tenerla ¡que no te cueste ni un peso!