Los hombres casados tienen menos sexo

 

Lo que algunos sociólogos previeron cuando apareció el anticonceptivo allá por los sesenta, sucede hoy bajo las sábanas de las parejas contemporáneas, abanderadas en la igualdad de géneros y en las tareas domésticas compartidas. El cambio de roles mata el deseo, es decir, el tiro ha salido por la culata. Del tema casualmente hablábamos durante una cena con amigos, noches atrás.

Un estudio publicado en 2013 por la revista American Sociological Review, Igualitarismo, tareas domésticas y frecuencia sexual en el matrimonio, sostiene que un hombre casado tiene menos relaciones sexuales (un 1,5% menos) cuanto más tiempo le dedica a limpiar la cocina, barrer o cambiar pañales, y que por el contrario tendrá mejor sexo si se dedica a emprolijar el jardín, llevar las cuentas o lavar el auto, casi la clásica postal familiar de la infancia: la señora barriendo la vereda, él con la gamuza lustrando el capot….

Según Sabino Kornrich, del Instituto Juan March de Madrid y autor del estudio (publicado en el diario ABC) estos datos indican que, pese a estar en el siglo XXI, la raza humana sigue en la caverna: “La existencia de unos guiones sexuales, divididos por géneros, en los que la imagen tradicional del hombre y la mujer es importante a la hora de generar deseo y en el momento de desempeñar el acto sexual”, dice Kornrich, para quien “realizar tareas típicamente masculinas y típicamente femeninas lleva a las personas a parecer más masculinas y más femeninas, algo que se asocia con la atracción y la actividad sexual”. Y sí. Por eso en lo único que coincido con las demandas feministas es en el asunto del sueldo: hombres y mujeres merecemos ganar lo mismo, por el mismo trabajo, pero en el resto ¡viva la diferencia!.

con mucho gusto hoy lavo los platos! via marvelous

Sin embargo, hay datos que bogan por lo contrario. Lynn Prince Cooke, profesora de la Universidad de Bath, Reino Unido, descubrió que las parejas se divorcian menos si comparten las tareas de la casa, aunque eso ya no es tan así, pues año a año aumentan las cifras de infidelidad en las mujeres. Solo en Estados Unidos donde ya hay más hogares mantenidos por mujeres, el adulterio femenino creció 40% en las dos últimas décadas igualándose al masculino; además el 34% de las infieles dicen ser felices en su matrimonio. Y es más, algunas investigaciones recientes prueban que la inclinación de la mujer hacia la promiscuidad es mayor que en el hombre, a pesar de que la cultura nos ha hecho creer que los cazadores son ellos.

Mientras se resuelven estos dilemas, que no decaiga el sexo en casa. Mejor que uno pinte el living mientras el otro tiende la cama….