¿Los feos son mejores amantes?

 

El feo más famoso del cine francés tuvo en su cama a las mujeres más hermosas de su momento, y nadie se explicaba cómo las convencía para que llegarán hasta ahí. Aunque era un tipo seductor, a Sergue Gainsbourg nadie lo consideraba un galán, ni él mismo, que incluso se había auto -apodado l’homme á la tête de chou -el hombre con la cabeza de repollo. Ese y otros tantos casos confirman lo que es obvio, recontra sabido: que el hombre apolíneo y la mujer 90-60-90 no necesariamente son buenos a la hora del sexo, es más, parece que todo lo contrario. Una vieja teoría sostiene que las personas menos agraciadas son mejores en la cama, ya que deben esforzarse mucho para compensar sus cualidades, al revés de los lindos, que una vez que entraron por los ojos se tiran a vagos y dejan que el partennaire “trabaje”.

Un sociólogo alemán llamado Ulrich Rosar intentó probar ésto luego de analizar el
rendimiento de 480 jugadores de fútbol durante 2007 y 2008. El hombre llegó a la
conclusión de que los menos atractivos rendían más en la cancha:“quién es físicamente agradable no tiene que hacer mucho para dar una imagen positiva, ya que los espectadores asocian la belleza física a cualidades como la disciplina o la creatividad”, dijo Rosar, no sin razón…

Yo soy bella, vos trabajá…
Bruno Cals via mymodermet

En 2009, la University of Oxford y la University College London publicaron un
estudio en el Journal of America Naturalist en el que demostraron que los hombres
menos atractivos son más fecundos. Los bellos producirían menos líquido seminal
que los menos guapos, quizá por estrategia de la naturaleza para compensar el hecho de que estos últimos tienen menos posibilidades de tener relaciones, ya que serán menos elegidos.

En fin, intimamente cada quién sabrá si los feos son tan prometedores. Por lo
pronto, el mismo Sergue definió a su tipo como su mayor atributo: “La fealdad tiene
algo superior a la belleza, dura más”… Y es cierto.