Qué tal, ¿eh? parece que el escandalete de Strauss Kahn animó a unos cuántos a confesar sus pecaditos. Y sí, es mejor blanquear antes de que otros te destapen la olla. Las autoridades de la empresa de seguros alemana Munich Re admitieron hace unos días al diario Handesblatt que en junio de 2007 sus directivos organizaron en Budapest una fiesta para la que contrataron 20 prostitutas como “premio” para los agentes que produjeron los mejores dividendos ese año.
Aquella “recepción” tuvo lugar en un fabuloso spa, con termas y todo, el Gellert, y estaba tan bien organizado el evento que a las chicas hasta les pusieron pulseras de colores para diferenciar las que estaban reservadas a los pinches y a los altos ejecutivos.
preparando el banquete para los muchachos Olaf Martens
Se ve que la vida de empresa para muchos es dura y aburrida. Hombres y mujeres con carreras ejemplares sucumben ante las tentaciones dentro (y fuera) de la oficina, pero liquidar por tan poco un trabajo que te gusta es signo de que la debilidad es más grande que la vocación, y hasta pone en duda la idoneidad de una persona. Si es capaz de hipotecar así su prestigio profesional mejor no pensar lo que podría hacer (o no hacer) con los destinos de una empresa… ¿o una cosa no quita a la otra?…