Para sorpresa de los desprevenidos turistas y transeúntes neoyorkinos, hace unos días apareció en la vidriera de una conocida marca de ropa un maniquí sin prendas y exhibiendo alegremente un notable vello púbico que, claro, no es original, aunque quién sabe… Tengo que preguntarle a mi amigo Tulio qué opina, si lo ha visto, ya que en estos momentos todos allá hablan (y pasan delante) del local de American Apparel de la calle East Houston, cerca del Soho, Manhattan.

 La prolijidad no solo es brasileña foto via thisinsnthappiness

Puede que a muchos les resulte chocante ver así, de buenas a primera, la intimidad capilar de una persona (y la de cualquier muñeco, como en este caso), pero según sostiene un artículo publicado en el Hufftington Post, la empresa intenta con esta estrategia trasmitirle al cliente justamente la “crudeza y el carácter real” de la sexualidad humana, además de querer estimular las ventas el próximo San Valentín (febrero). El tema de la depilación femenina no pasa inadvertido, parece.

Acaba de aterrizar en las góndolas Body Book, el libro de la actríz Cameron Díaz (ahora escritora, consejera de belleza y flamante activista del look “natural”) donde se le dedica al tema que nos ocupa un capítulo entero, titulado In Praise of pubes (o exaltación de los pubis). Ahí se despacha contra las brasileñas que acostumbran a llevar completamente despejada la zona íntima, que la autora describe en tono poético y no menos cursi como esa “adorable cortina de vello púbico que rodea esa gloriosa y delicada flor tuya.” En líneas generales, aconseja el estilo del maniquí: “Chicas, mantenedlo completamente vestido.” dice (abajo, la foto de la vidriera)