En estos días será subastado el retrato desabrigado y plácido del director de cine Roman Polanski y su mujer  Sharon Tate. La imagen fue tomada por el fotógrafo David Bailey en 1969, meses antes de que Tate y otras cuatro personas fueran asesinadas por los seguidores del enajenado Charles Manson. Valuada en 6638 euros, la foto sale a remate en un momento clave para  Polanski, ya que acaba de conseguir la libertad bajo fianza, lo que deja en suspenso la extradición que reclama la justicia estadounidense. El tipo huyó de los Estados Unidos en 1978, tras violar a una niña de 13 años mientras pasaba unos días en la mansión de Jack Nicholson, en Los Angeles.

“Es una imagen importante”, dijo Laura Paterson, de  Christie’s. “Ciertamente es provocativa debido a quienes aparecen en ella. Pero también es una conmovedora imagen desnuda de una pareja feliz (…) Y en ella Bailey captura el toque de permisividad de la época”, agrega.

Posiblemente haya aquí mucho arte y belleza material. Pero a mí lo que me eriza no es la sensualidad de éstos dos seres en cueros, sino la inexplicable reacción del mundillo de la cultura, que vive rasgándose las vestiduras por las causas humanitarias, y que ahora se ha alineado en defensa de este individuo talentoso, que sigue siendo ni más ni menos que un pedófilo.

En fin…